Es uno de los jugadores que debe estar más concentrado. En su posición, prácticamente es imperdonable el mínimo error.
Ser guardameta no es sencillo; a veces, suele ser un puesto ingrato, y eso lo tiene claro Kevin Chamorro, arquero de Saprissa, quien no ha estado exento de críticas. No obstante, no se dobla; se muestra seguro al expresarse y espera hacer un buen trabajo en las semifinales contra Cartaginés.
Kevin tiene en mente detener todos los disparos de los atacantes brumosos; su intención es no permitir anotaciones y cambiar el criterio de algunos que lo han cuestionado, sobre todo por sus últimas presentaciones con la Selección Nacional.
“Me han tirado duro”, dijo Kevin al abordar el tema con La Nación, pero de inmediato expresó ser una persona mentalmente muy fuerte. No se arruga, añadió el portero, quien considera que el fútbol es de oportunidades y trata de aprovecharlas cuando las recibe.
“Prohibido rendirse” se lee en un tatuaje que lleva Kevin en su brazo izquierdo, y eso es lo que hace él cuando se meten con su trabajo, como sucedió en los recientes duelos contra Panamá, donde le achacaron responsabilidad en algunos de los goles.
“No me incomodan las críticas; son opiniones de los aficionados, de las personas, y respeto lo que dicen. Soy el primero que me autocrítico y siempre me he caracterizado por eso, porque a pesar de mi edad (23 años), cuando me equivoco, lo reconozco”, aseguró Chamorro.
Kevin añadió que al errar, siente que le falla a las personas que están con él en las buenas y malas, y por eso lo acepta y se disculpa con ellas.
Kevin recordó que tras el primer duelo contra los canaleros en busca del pase a la Liga de Naciones en el Estadio Ricardo Saprissa, donde recibió tres tantos, buscó a Diego Martín Carranza, entrenador de arqueros de la Tricolor, y con él trató los fallos que tuvo en el compromiso.
Según el guardameta, Diego Martín se sorprendió de que tuviera la franqueza de reconocerle que sintió que tuvo algún despiste.
Chamorro resaltó que para él todas las opiniones son válidas; siempre se analiza y sabe en qué falla. Trata de mejorar día a día y, si hay algo que siente que no hace bien, lo conversa con el entrenador de porteros de su club o de la selección para trabajar tiempo extra en esos detalles.

Kevin también habló del segundo tanto que le marcaron en Panamá, un remate de media distancia fuera del área, donde no se vio bien por la forma en que intentó despejar la pelota.
“Sí fallé en esa acción; es el gol que más me achaco, pero hay que estar ahí en el momento de la jugada. Es un remate donde no tenía visibilidad; nunca vi el balón y cuando me di cuenta, lo tenía encima. Traté de reaccionar, y hay que pensar en un instante, en una milésima de segundo. Pude hacer más y esto es aprendizaje, pero ya pasó y no me puedo quedar con el pasado”, comentó el arquero de Saprissa.
A pesar de que le han tirado duro, como él mismo dice, Kevin sabe bien dónde se encuentra y recordó que lo conseguido hasta el día de hoy, estar en Saprissa y llegar a la Selección, es algo que nadie le regaló.
Para Kevin, mientras exista un margen de mejora, estará luchando por eso. El cancerbero añadió que se fija en lo que era antes y, si no está donde comenzó, es porque va bien y siempre confiando en Dios en que para él tiene lo mejor.
Kevin Chamorro manifestó que se entrena fuerte y a conciencia; por eso, no baja la guardia cuando los momentos no son tan buenos y tampoco se le infla el pecho cuando ha sido la figura.
Indicó que tiene los pies bien puestos sobre la tierra y volvió a nombrar a Dios, su guardián, y quien, para Kevin, pone las batallas a sus guerreros que las pueden superar.