La Asociación Deportiva Guanacasteca y de la Península de Nicoya no es un ente privado con fines de lucro. De tal forma que sus cuentas bancarias no deben contener información que afecte el patrimonio o los intereses de sus directores o de la institución.
Por eso, aunque esté protegida por el secreto bancario, podría no escudarse en él y así desmentir a Ferlin Fuentes y a La Nación, que le atribuyen la gravísima conducta de permitir que a nombre de empleado de Fuerza Herediana aparezcan depósitos y retiro dineros de una cuenta de la ADG, en el Banco Nacional.
No solo eso. Sino que a nombre del tesorero de Fuerza Herediana, así como de su abogado y notario, también se registran movimientos en dicha cuenta.
Tan sencillo como llevar los estados al Comité de Licencias y dejar a los periodistas de La Nación como unos chismosos que quieren ensuciar el futbol. El presidente de la Asociación prefiere amenazar al medio con una demanda por violar el secreto bancario.
Para hacer retiros de una cuenta hay que estar autorizado en ella. Si es el caso, Pablo Campos Araya, el mensajero que todos los días “vuela” de Heredia a Nicoya para cumplir con sus encomiendas en dos entidades rivales (¿cómo hará), está facultado para pedir al Banco los estados de ingresos y egresos y, si quisiera, llevarlos a la casa rojiamarilla, en donde está “emplanillado”.
Eso, que no parece preocupar al señor Jorge Luis Arias, presidente de la ADG, si debe inquietar a la Unafut, al Comité Ejecutivo, al de Licencias y al de Ética. ¡Perdón!... Al de Ética no, porque no existe, ya que hace año y medio se quedó sin integrantes suficientes para sesionar, no fueron reemplazados y a quienes quedaron, ya se les venció el nombramiento.
Tal vez su último fallo fue también su castigo. Se les ocurrió suspender por un año a tres dirigentes y un asistente técnico metido a tesorero en un equipo “rival”.
A lo mejor la investigación de La Nación le esté haciendo un favor a Pablo Campos y deja de ser el mensajero de Fuerza Herediana, para ocupar un importante cargo en la Fedefutbol. ¡Como ocurrió con Orlando Moreira y Jafet Soto, después de ser sancionados por dos comités en el tema de las acciones de Fuerza Griega! Director del Ejecutivo, uno, y miembro de la comisión técnica, el otro, pese a violentar los códigos de integridad del futbol.
Porque si algo tiene el señor Pablo Campos es polifuncionalidad. Fue socio de Jafet, lleva la mensajería de Fuerza Herediana, está nombrado fiscal en Fuerza Griega, también tiene ese cargo en Artículos Deportivos Pirma de Costa Rica S.A, donde figuran Flavio Davino, uno de los dueños de Guadalupe y el mismo gerente herediano. Igual fiscaliza a Lajaf S.A, compañía que pagó acciones de los griegos y pertenece a Jafet.
Por si fuera poco, compra y vende carros con poderes de los señores de Fuerza Herediana y es capaz de viajar desde la provincia de las flores hasta la pampa, en un abrir y cerrar de ojos. ¡Un verdadero todo terreno, de esos que faltan en la Fedefutbol!