Bryan Ruiz siempre ha sido muy reservado, se describe como una persona introvertida y confiesa que le cuesta entrar en confianza con la gente, pero una vez que rompe el hielo, todo cambia.
Quizás, eso hace que siempre haya sido muy meticuloso a la hora de dar declaraciones, pero en medio de la cuarentena por la pandemia del nuevo coronavirus, el mediocampista hizo una transmisión en vivo por Instagram junto a su esposa Carolina Jaikel.
Durante dos horas, desde Brasil, ambos respondieron preguntas y él se abrió para hablar de temas a los que se refiere poco.
Por ejemplo, quedó en evidencia que su afinidad con Liga Deportiva Alajuelense comienza por tener como ídolo del fútbol tico a Wílmer López.
“Siempre admiré a Wílmer López, todavía lo admiro y tengo contacto con él, en serio que el ‘Pato’ es lo mejor que me pudo pasar a mí como profesional, llegar a la Liga y encontrarme a un jugador de ese profesionalismo, de esa forma de pensar para entrenar y de una forma de jugar que nadie tiene, no he visto nunca a nadie jugando como él, un jugador que no es rápido, que no driblaba demasiado, pero que tenía una velocidad mental que no he visto en ningún jugador y estoy hablando de mi puesto”, manifestó Ruiz.
Con eso respondió quién fue el mejor jugador con el que compartió en la cancha en el fútbol nacional o en la Selección.
“Siempre hacen una comparación entre (Wálter) Centeno y Wílmer, que también tenía mucha calidad. Yo creo que han sido los dos mediocampistas con los que he jugado que tienen cosas sorprendentes. Hay otros excepcionales. Para mí ‘Chope’ (Paulo César Wanchope) es otro impresionante, lo que hacía”.
Empero, también mencionó que a su criterio, el jugador más completo en toda la historia del fútbol de Costa Rica, es Froylán Ledezma.
“La calidad que tenía, dentro del campo, no se me puede enojar Keylor (Navas) porque es un portero excepcional, pero como jugador de campo, el ‘Cachorro’ era una cosa fuera de serie y además, con todos los problemas fuera del campo, es una gran persona, siempre me ayudó, siempre me trató muy bien. Yo tuve la oportunidad de jugar en un equipo de la Liga con muchos nombres, leyendas”.
Además, expresó que Pablo Gabas y Pablo Izaguirre “eran dos zurdos de muchísima calidad; Izaguirre era eléctrico a mil y yo creo que por eso todo el mundo lo admira, porque entraba con una energía contagiosa”.
Han pasado muchos años, pero no olvida lo difícil que fueron sus inicios y los sacrificios de su mamá, doña Rosa González para sacarlos adelante, a él y a sus hermanos.
“Yo agarraba bus desde San Felipe de Alajuelita basta barrio Cuba, cuando no tenía mucho dinero, me bajaba ahí, caminaba por la línea del tren hasta la cancha anexa al Estadio Nacional, en La Sabana. Cuando había un poquito de plata, agarraba el bus de Sabana Cementerio para San José y me iba a San Felipe”, recordó.
Cuando pasó a la Liga central, que entrenaba en la Firestone, tenía que irse para Alajuela y ahí se le complicaban las cosas.
“Eran más pasajes y todo, aunado a que tenía que ir al colegio. Estuve en el Liceo de Costa Rica desde sétimo hasta noveno; cuarto y quinto año los hice en el Liceo Roberto Brenes Mesén. Me tocaba salir del colegio, irme para San José, tomar el bus hacia la Firestone y cuando tenía suerte alguien me llevaba de regreso a San José y cuando no tenía que agarrar el bus de regreso había que decidir, porque era delicioso el pollo al bombillo cuando sobraban ¢125 o ¢200 y comérselo en el bus”.
A veces se ahorraba los pases porque Rolando Fonseca vivía en Escazú y se lo llevaba.
Cuando se marchó a Bélgica, Rándall Azofeifa le ayudó bastante, porque cuenta que llegó con cero inglés.
"En Holanda ya me defendía más y aprendí un poquito de holandés, que es bastante difícil, lo entendía y lo hablaba un poco, pero prácticamente ya lo llegué a olvidar. Ahora hablo inglés, medio mal, porque nunca aprendí a hablarlo bien. Con el portugués entiendo bastante, vivimos tres años en Portugal y ya es año y medio en Brasil. Yo creo que hablo mejor portugués que inglés en estos momentos”.
Ahora está terminando de sacar la licencia como entrenador, porque considera que luego de tantos años, le resultaría muy difícil desligarse del fútbol.
“No es la idea dirigir recién retirado, pero en el fútbol y en la vida todo cambia muy rápido, entonces nos puede dar una sorpresa”.
¿Cuántas operaciones se ha hecho? La pregunta que parecía incómoda a él le hizo gracia.
“Yo no sé por qué la gente dice que me operé las orejas, no entiendo, pero bueno... (sonríe). Yo me operé las orejas por motivos obvios, era algo que me acomplejó y es algo que no se podía resolver más que con una operación. Me operé las orejas y me quedaron bastante bien. Después de eso, nada. Me puse frenillos, porque tenía los dientes torcidos, como el 99% de las personas, pero yo tengo que reconocer que voy como el vino, gracias a Dios”, manifestó, interrumpido por las risas de su esposa.
Dijo que algunas personas lo molestan por sus fotos viejas.
“Son lamentables, todos las tenemos, yo tengo varias, pero no pasa nada. Es parte de nosotros. Hace poco le dí retuit a una foto mía en la que salgo con el pelo larguísimo”.
Al llegar al presente, Ruiz dijo que ellos se mantendrán con su cuarentena en Brasil, aunque también barajan la opción de volver a territorio nacional.
“Sigo a la expectativa aquí con lo que pase en Santos, no sé tendré que volver a entrenar, no sé qué va a pasar e irnos para Costa Rica en estos momentos serían dos semanas de cuarentena sin saber si nos contagiamos de covid-19 durante el viaje”.
Además, aprovechó para hacerle un llamado a los ticos, insistiendo en que no se debe salir de la casa y que nadie puede ser indiferente al dolor ajeno.
“Yo creo que ya todos sabemos cómo funciona esto del virus, no se sabe si lo tenemos, si sale uno y contagia a otros y que se va esparciendo rápido. La idea es intentar bajar la curva para buscar soluciones. Sé que muchos la pasan mal, se han quedado sin trabajo y todos tenemos que ser solidarios, pero hay que seguir la línea que nos da el ministro de Salud (Daniel Salas) y todos tenemos que aportar”, finalizó.