En Alajuelense tenían el presentimiento de que debían moverse para reforzar su ataque y Johan Venegas necesitaba definir su futuro, porque su contrato estaba próximo a terminarse.
La Liga sabía que podía quedarse sin uno, sin dos o hasta sin los tres delanteros que presentó en el torneo donde alcanzó su estrella 30.
De momento solo se dio la salida de Álvaro Saborío, quien decidió regresar a su hogar después de disfrutar el título con los rojinegros, pero no se sabe qué pueda ocurrir en los próximos días.
Una vez más, los rojinegros aplicaron la política de que es mejor estar preparados para lo que pueda venir y si no se daba la salida de ningún atacante, tampoco sería un problema, porque la idea de Alajuelense es tener una nómina muy competitiva para luchar por el bicampeonato y hacer las cosas bien en la Liga de Campeones de Concacaf.
Mientras que esos eran los pensamientos en la gerencia deportiva y en el cuerpo técnico de los rojinegros, Venegas necesitaba definir qué era lo que más le convenía.
Su pretensión no era ganar más dinero, pero su campaña había sido muy positiva como para no percibir menos ingresos, con un salario inferior al que tuvo en 2020 con las rebajas por el acuerdo de reducción salarial ante la pandemia, que se aplicó en todos los clubes.
Venegas pensaba en el bienestar de su familia y en cómo luchar por mantenerse en óptimas condiciones deportivamente hablando, con buenas canchas para entrenar y un gimnasio en óptimas condiciones al alcance de la mano, porque ir al Mundial de Catar es uno de sus anhelos.
Las negociaciones con Saprissa estaban en un punto muerto desde hace mucho y eso hacía prever que tomaría un rumbo muy distinto.
Al concluir el clásico del 31 de octubre en Tibás, en un partido donde los manudos se vieron dos veces con el marcador en contra y terminaron ganando el juego por 2-3 con muchos jóvenes en cancha ante las ausencias de Bryan Ruiz, Jurguens Montenegro y Bernald Alfaro, hubo una señal.
Los cruces de palabras entre los actores eran muy breves, porque la pandemia ha limitado muchas cosas, pero Venegas se las ingenió para hacerle llegar un mensaje a Agustín Lleida a través de un integrante del cuerpo técnico de la Liga.
El recordatorio no era necesario, porque el español sabía que él estaba próximo a terminar el contrato, pero sí fue una luz para tener claro que podía buscar un acercamiento que cualquiera hubiese creído que era imposible.
Una persona cercana a Lleida contactó a Armando Alonso, que es uno de los mejores amigos de Venegas y le dijo que en la Liga estaban interesados en el mundialista de Rusia 2018.
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Podía ser que no pasara nada, o que la historia terminara con la firma de un contrato. Aplicando los razonamientos deportivos, Lleida veía que tenía mucho que ganar y nada que perder. Además, Andrés Carevic dio el visto bueno de inmediato y Bryan Ruiz conoce a Johan muy bien y sabe que puede aportarle mucho al campeón nacional.
“Yo sabía que él acababa contrato, obviamente, luego sabía que Álvaro podía continuar o que no podía continuar, que nuestros nueves habían hecho un semestre espectacular, los dos, tanto el más joven como el más grande y entonces podría haber movimientos. Enseguida empecé a investigar un poco y al final el primer contacto fue con Armando Alonso”, detalló Lleida.
El español se reunió con el exfutbolista que curiosamente hizo el mismo ciclo: jugar con Alajuelense, luego con Saprissa y posteriormente volver a la Liga. Ese encuentro con Armando Alonso fue el enlace para empezar las conversaciones.
“La primera parte fue todo con Armando”, citó Lleida.
Como todo iba encaminado y sin trabas, el propio amigo de Johan le dijo que era hora de que todas las partes conversaran.
Así es como al puro cierre de la negociación hubo una conversación con Kurt Morsink, el representante de Johan, quien tiempo atrás solía hablar en contra de la Liga y del propio Lleida en algunos medios de comunicación.
“Luego, pues nosotros somos profesionales, yo hago mi trabajo y mi trabajo es buscar lo mejor para la Liga. A partir de ahí habrá gente con la que me lleve mejor, con la que tenga mejor relación, gente con la que no tengo tanta relación, pero no importa. Aquí todos somos profesionales y lo que tenemos que buscar es lo mejor para la Liga. Kurt tendrá que buscar lo mejor para su jugador y así va a ser siempre, lo primero es el profesionalismo de cada uno de nosotros”, reflexionó Lleida.
Para el regreso del futbolista no hubo estiras y encoges.
“Sobre Johan, la negociación fue sencilla. Hablamos del proyecto que le podíamos ofrecer de aquí a Catar, vino con dos años de contrato y un poco ya conoce el vestidor que teníamos, los compañeros que iba a tener para competir, las instalaciones de las que va a poder disfrutar, que volvíamos a estar en Concacaf, que volvíamos a estar otra vez con la Liga en donde debía estar y que es donde está hoy. Un poco eso fue lo que facilitó que Johan viniera y lo que más valoró para venir a la Liga”, rescató el director deportivo.
Al consultársele a Venegas por ese papel de Armando Alonso como una especie de intermediario, Lleida interrumpió de inmediato para decir entre risas que el exfutbolista no cobró nada por eso.
También con una sonrisa, Johan respondió: “Desde mi primera etapa acá en la Liga, desde el primer día que llegué acá Armando se me acercó y me recibió muy bien, como uno de los capitanes en ese momento y después de ahí entablamos una amistad, que fue evolucionando y ya somos como hermanos. Tal vez no de sangre, pero sí nos unen muchas cosas y al final él buscó lo mejor para mí y lo mejor para la institución y la verdad estoy contento de que las cosas hayan pasado de esa manera”.
Con todo prácticamente listo, la directiva conoció del tema que lo sabían muy pocas personas. Lleida sabía que no iba a ser sencillo con la dirigencia manuda, pero confiaba en que los criterios deportivos y los números del futbolista harían que la razón le ganara al corazón en caso de que existiera algún resentimiento por el episodio ocurrido hace tres años, cuando el jugador volvió del extranjero, se entrenó con la Liga para mantenerse y a los días fue presentado en Tibás.
Minutos antes del anuncio oficial, Fernando Ocampo expresó en su cuenta de Twitter que tenía que ser sincero y que le había tomado un par de días asimilar este movimiento, pero que viendo todo el panorama con frialdad, no siempre se encuentra libre a un jugador con las características de Venegas y que es el primero en apoyar a todo jugador que llegue a aportar y que es cada futbolista quien debe hacer méritos para ganarse la confianza de la afición.
“Las decisiones siempre las tomamos con base en lo deportivo, creo que así ha sido desde el principio y así hemos sido congruentes con lo que hemos dicho, siempre lo deportivo está delante de cualquier cosa. Mi trabajo es tener a la mejor plantilla cada semestre y la incorporación de Johan ayuda a que esto sea así”, argumentó Lleida.