Desde el lunes anterior el portero de Saprissa Alejandro Gómez sabía de la posibilidad de ser titular el domingo ante Herediano, luego de ocho meses sin jugar un solo minuto.
Aarón Cruz, estelar indiscutible del cuadro morado, no entrenó ese día y aunque se trataba de una semana larga, su presencia ya estaba en duda.
Cruz sufrió un desgarro muscular en el aductor de la pierna derecha, reporte médico que se dio a conocer hasta el día del juego, cuando Gómez ya estaba más que enterado de su titularidad.
Pero antes de que llegara el compromiso, el oriundo de Puriscal vivió una semana llena de expectativas.
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Si bien la oportunidad llegó ante la mala noticia para su compañero, la ilusión por volver a ponerse los guantes en un juego no se podía ocultar.
Su esposa, Cristina Villalta, cuenta que el arquero empezó a hablar de la opción a partir del lunes, pero debía esperar la evolución de Cruz.
Sin embargo, el miércoles la situación continuó igual y la sospecha de que jugaría iba siendo más una realidad.
“Ya el miércoles me dijo que lo veía muy probable. Pese a eso él es muy tranquilo en momentos así, de si sabe que va a jugar o no, pero a mí me da más ansias”, contó.
Eso sí, cuando llegó el domingo Gómez, de 31 años, vivió con intensidad las horas previas.
“Le dan ansias ese mismo día, de que quiere que empiece el partido. El domingo estábamos almorzando y ya quería jugar”.
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Pese a su experiencia y rodaje en el fútbol nacional, la sensación fue diferente por el tiempo que llevaba lejos de la competencia.
Villalta recuerda que fue en junio de 2020, en un juego contra la U Universitarios, que vio acción por última vez.
Durante ese tiempo rescata el positivismo y perseverancia de su pareja, aunque evidentemente también ha vivido momentos duros al estar relegado en el banquillo.
“Llega un punto en que entrena bien y se desanima, pero trato de motivarlo, de que no entrene sin ganas porque sería peor y la verdad es que siempre ha puesto buena actitud y la verdad entrena como si fuera titular”, añade.
Gómez no esconde que ha sido difícil, porque sabe que su posición es menos probable ingresar al campo. Desde su punto de vista, en una situación así es determinante la parte mental.
“Pesa bastante saber que uno está preparado y cuando toque hacerlo bien. (...) Se trata de trabajar la parte mental para cuando se da una oportunidad como estas estar listo”, comentó en Radio Columbia tras el partido.
El arquero también busca mantenerse ocupado o refugiarse en otras actividades, además del fútbol. Por ejemplo, durante el 2020 pudo acelerar sus estudios en Educación Física.
Entrar en la modalidad de clases virtuales fue una buena noticia para él, porque incluso en una gira, por ejemplo a Jicaral, puede conectarse en algún momento libre.
“La idea de él es terminar pronto y en algún momento sacar el curso de preparador de porteros”, reveló su esposa.
Desde que llegó a Saprissa, en mayo de 2018, ha jugado 13 compromisos. Eso no le impide ser feliz en un lugar donde se siente a gusto.
“Le gusta mucho el ambiente del equipo y obviamente también por las condiciones del Saprissa. Veremos qué pasa cuando termine este torneo”, finalizó Villalta.
El guardameta renovó en julio del año pasado, contrato que vuelve a vencerse al concluir el Clausura 2021.