El $1 millón (¢572 millones) que Alajuelense le pidió prestado al Banco Lafise fue la vía que encontró la Junta Directiva de la Liga, con la aprobación de sus socios, para salir de una apremiante situación económica en la que estaba el club, debido a deudas heredadas del pasado.
Con ese dinero podían atender la emergencia, aunado a una fuerte contracción del gasto, según explicó a La Nación el presidente de los manudos, Fernando Ocampo.
De hecho, habían pendientes de pago inimaginables, desde montos bajos hasta elevados como el pago de una pretemporada en el exterior.
La Liga comenzó el proceso con Bancrédito, que pidió la reestructuración en la parte de contabilidad, buscar otra firma de contadores para auditar los estados, entre otros requisitos.
“Por ejemplo, la Liga ponía en cuentas por cobrar montos de empresas que habían desaparecido, como Ibérico, y se metía en el presupuesto como una cuenta por cobrar, cuando en realidad, nunca lo íbamos a cobrar porque ya la empresa había desaparecido y entonces ordenamos la contabilidad y eso se fue a pérdidas por unos $600.000 (¢343,2 millones)”, expresó Ocampo.
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Indicó que cuesta mucho que un banco le preste dinero a una entidad deportiva.
“Cuando estábamos en la fase final se vino el problema de Bancrédito con el Gobierno y nos dijeron que no podía seguir con el préstamo”.
Alajuelense buscó al Banco Nacional, “pero nos llega esa discusión cuando la banca estatal está bajo cuestionamientos por el tema del cemento y la apertura que vimos al inicio, siento que luego cambiaron las reglas del juego”.
En ese momento, apareció Lafise que pidió el estado de contabilidad de la Liga y se dio cuenta que hay un cambio en las finanzas del club.
“En el presupuesto de este año vamos en números negros, empujados por taquillas y contracción del gasto. Eso hace que el préstamo salga y lo que hemos hecho es cancelar una serie de deudas que estaban pendientes”.
Ocampo calificó que en realidad todas esas deudas podían considerarse como “pichuleos”, pero que sumados, era mucho dinero.
“Pagamos deudas pendientes, como la pretemporada a México en 2016 que nunca se había cancelado y había cuentas de casi $120.000 (¢68,6 millones) con una agencia de viajes, hemos pagado facturas desde el 2014, se debía seguridad del estadio, a los fiscales, parqueos, una parte a Tributación, salió la demanda de Más Ke Grama que nos condena a pagar $150.000 (¢85,8 millones) y hubo que correr para pagar entre enero y febrero”, contó el jerarca.
Indicó que la contingencia legal más reciente que apareció fue contra una empresa llamada Cerbrens, que puso las canchas de atrás.
“Las sacaron de aquí, hicieron un arreglo de pago y nunca pagaron, entonces hubo que salir a pagar esas deudas. Arreglamos contingencias legales con jugadores como Johnny Acosta, con Pablo Herrera estamos a punto, arreglamos con Alejandro Alpízar”.
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“Hemos venido pagando un montón de pichuleos, ¢4 millones por aquí, ¢5 millones por aquí. Hay una deuda grande con Bicsa por más de $200.000 (¢114,4 millones) que la Junta Directiva anterior pidió meses antes de salir para cancelar dineros que ellos prestaron a la institución”, afirmó Ocampo.
Indicó que esa es una deuda con intereses altos que estaba complicando a Alajuelense y a un corto plazo, porque era a un año y la lograron extender un poquito, pero que era una carga financiera complicada.
Un duro 2017
“La gente tiene que entender que 2017 fue un año muy duro porque lo que se presupuestó nunca entró a las arcas de la institución, sino que se fueron acumulando deudas de gente que presentaba facturas".
Ante la falta de pago, algunos fueron a tribunales y había que pagar abogados e intereses.
“Con Más Ke Grama hubo que salir a correr porque iban a embargar las taquillas de febrero y se logró un acuerdo de pago con ellos. Viene a dar un respiro a la institución para ordenarnos. Hoy tenemos un equipo competitivo con unas finanzas bastante sanas en el contexto del fútbol nacional”.
Aunque en la Asamblea de Socios se había hablado de que el préstamo de $1 millón sería a 15 años, se sacó a 5 años.
“Si no tenemos que gastar, la parte de disciplina financiera es un elemento fundamental, pedimos menos plata de la que necesitábamos porque nos obligamos a tener una contracción. El gasto que estamos teniendo es menor del presupuestado y hacemos frente a otras cosas que no estaban dentro de ese esquema”.
Aseguró que dentro del flujo de caja de la Liga ya está incluido el monto para pagarle a Lafise.
Según él, los intereses son bastante buenos dentro de las circunstancias del mercado y señala que la Liga debe seguir haciendo un esfuerzo en el gasto.
Ingresos nuevos
“El cambio de camisetas ha sido éxito rotundo. Entre enero y mayo hemos vendido cuatro veces lo que recibíamos en un año con el patrocinador anterior. Ese es un ejemplo claro de una buena decisión en el tema de mercadeo”.
También dijo que el programa de televisión genera recursos adicionales por publicidad, en la nueva página web mercadean mejor los productos por la Liga Store en línea.
“Estamos buscando fuentes distintas a las tradicionales para generar recursos y eso nos ayuda a poder plantear un estado financiero mucho más limpio, mucho más estable”.
Ocampo insiste en que en 2017 la Liga hizo un gran esfuerzo y que por eso, “el presupuesto para contrataciones era muy limitado por circunstancias financieras y no había otra posibilidad que hacerlo, pues había que demostrar a los bancos que íbamos a tener disciplina financiera para asumir este crédito”.
Su pensamiento es que los rojinegros deben seguir siendo creativos para generar más recursos.
“La Liga paga puntual, estamos al día con la Caja, nos pusimos al día con Tributación Directa y eso nos permite enfocarnos cada vez más en la parte deportiva”.
Añadió que en algún momento hubo gente que dijo que la Liga tenía quiebra técnica cuando vio los estados financieros y es complicado cuando un auditor externo afirma eso.
“Después hay que ir a pedir plata para pagar y cuando se tiene amenazas de embargos judiciales es importante, pero la Junta Directiva hizo un gran esfuerzo. Teníamos conocimiento del tema financiero, pero al entrar nos dimos cuenta que el hueco era grande, pagamos facturas del 2014”.
“A mí me presentaron un presupuesto que decía cuentas por cobrar, pero hay elementos que están como un ingreso y que en realidad es plata perdida porque fue una empresa que no pagó y que son pérdidas, no puede estar como una expectativa”.
Le tocó hacerle frente a esa dura realidad económica y piensa que el que se mete a jugar aguanta.
“Hemos hecho un gran esfuerzo por nivelar la parte financiera que requería una reestructuración importante y poner muchas cosas en orden que no se estaban dando. Teníamos contratos que no se firmaron, gente que estaba en la camisa con patrocinios sin contrato firmado, deudas que se pedían y no se pagaban, contingencias legales que nos decían que estaban ganadas y se perdieron y hubo que salir a correr a pagar la demanda, los abogados y los intereses”, relató.
La situación con Carmelita
También contó que la Liga le prestó el estadio por un año a Carmelita.
“Le pagaba la luz, le daba vallas leds y pagamos $1.500 (¢858.000) por partido por pantallas y supuestamente nos daban un patrocinio del Banco Popular que nunca llegó. Carmelita nunca pagó un cinco y la Liga terminó prestando el estadio, pagando la luz y pagando las vallas por un acuerdo entre presidentes”.
Al ver esa situación, él contactó a los verdolagas y les dijo que tenían una deuda con Alajuelense y lo que más lo impactó fue la respuesta.
“Nos dijeron que pusieron un patrocinio y que la Liga nunca lo cobró, entonces había tema administrativo complicado de manejar, porque había una práctica de que mucho patrocinio era por canje y al final qué hace usted con canjes. Ha habido una reestructuración de la parte financiera y administrativa importante, que muchas veces se deja de lado y no se reconoce porque el resultado deportivo impera sobre todo”.
Indicó que la dirigencia prepara un informe para la Asamblea sobre el estadio, pero un tema como esos implica por demostrar que se pueden manejar las finanzas de una manera ordenada.
“Hay que presentar estados financieros auditados, reales, que demuestren que puede generar un flujo para hacerle frente a ese tipo de situaciones, estamos levantando la parte de la publicidad, hay más patrocinios en la camisa y esperamos anunciar uno para el próximo año y con el app y el programa de televisión generamos recursos frescos”.
Menos canjes
Entre los cambios implementados destaca que Alajuelense solo acepta ahora una parte de canje en patrocinios, “porque al final hay partes del canje que se pierde”.
Ocampo asegura que sí ha habido reestructuración financiera importante y que la Liga empieza a ver la luz.
“Estoy muy contento porque en presupuesto estamos en números negros. Estamos generando más de lo que gastamos, a pesar de le hemos hecho frente a un montón de obligaciones que sobrepasaban el $1 millón, pero que hemos ido pagando y quitamos un montón de contingencias legales”.
Y dentro de su estilo de trabajo de conciliación, eso era clave.
“La Liga no podía estar peleando constantemente en los juzgados de este país con distintas causas penales”.
El Morera Soto respondía para el préstamo viejo con el Banco Crédito, pero la garantía para el préstamo con Lafise son los pagos por derechos televisivos.
“La Liga es uno de los equipos más estables financieramente del fútbol nacional. Otros equipos dicen que deben $14 millones y no pasa nada. La Liga tiene deuda por $3 millones (¢1.700 millones) con una valoración del estadio que anda en alrededor de los $11 millones (¢6.292 millones)”.
Recordó que diciembre fue complicado, porque el equipo no estaba en la cuadrangular y había que pagar salarios, aguinaldos, cancelarle a los agentes con los que negocian jugadores.
“La Liga pagó al día. Hicimos movidas inteligentes como con 10 socios que prestaron $25.000 (cada uno) y así salimos en diciembre. Ya en ese mes teníamos este problema de la resolución con Más Ke Grama y había que buscar en dos meses $150.000, porque fue lo que logramos, decían 'con la Liga no quiero nada, me pagan o embargo taquillas' y es parte de lo que hemos logrado ir saliendo”, citó Ocampo.
Al consultársele si le ha tocado poner plata de su propia bolsa, el presidente dijo que lo han hecho varios miembros de la directiva.
“En algún momento el flujo de caja no da y cuando a usted lo llama la administración le y dice aquí está la gente que va a ejecutar un embargo si no pagamos ya, es complicado”.
Reseñó que el último problema de este tipo que les llegó y que tuvieron que resolver fue con Cerbrens, que instaló las canchas de atrás en el Morera Soto.
“Son cosas que usted ve como que los sacaron de aquí, hicieron un arreglo de pago, pero nunca les pagaron y entonces se tenían que pagar $35.000 en 15 días y hay que salir a buscar la plata para lograr para que no nos metan a un tema judicial”.
El problema es que cada juicio de esos, a la Liga le genera un montón de gastos en abogados y en intereses que iban haciendo la bola mucho más grande.
“Afortunadamente hoy estamos ahí y la Liga ya maneja un flujo de deudas normal con base en el presupuesto”, finalizó Ocampo.