El arbitraje volvió a ser protagonista en la semifinal entre Saprissa y Alajuelense, como sucedió en el primer duelo del domingo anterior.
Henry Bejarano se llevó las miradas, y no precisamente por tener una actuación destacada. Sin siquiera haber concluido la primera parte, ya había suficiente polémica.
Apenas en el minuto 23 el réferi central le mostró la tarjeta roja al portero manudo Leonel Moreira.
La decisión se dio luego de que el guardameta sacara su codo y golpeara a Mariano Torres cuando el argentino le estaba tapando la salida ilegalmente.
Bejarano tenía visión total de la jugada y no dudó en expulsar al rojinegro. Esa determinación fue correcta; sin embargo se equivocó al señalar la pena máxima a favor de los visitantes, ya que primero hubo falta de Torres al impedir el saque de Moreira, según señaló el exárbitro Ramón Luis Méndez en su análisis para Radio Columbia. A su criterio, debió pitar falta de Torres y expulsar a Moreira.
Según Randall Poveda,
A partir de ese momento al réferi se le complicó el juego, el cual se tornó muy tenso.
Bejarano pasó a ser actor principal por encima de los futbolistas, quienes le reclamaron varias decisiones, sobre todo en el minuto 40, cuando costó entender su accionar.
En ese momento Alajuelense anotó mediante el mexicano Daniel Arriola. Al mismo tiempo en que este anotaba, el joven Fernán Faerron recibió falta.
Las reglas dicen que debía darse continuidad y dar por válido el tanto. En un principio así lo pensó el réferi, quien hizo señal de anotación.
Inesperadamente, luego cambió de parecer y marcó penal a favor de la Liga, todo esto ante el enojo de Bryan Ruiz y las caras de interrogación de todos los futbolistas.
De hecho pasaron varios minutos antes de que Bejarano dejara en firme su decisión. Tras consultar con el cuatro árbitro también le mostró tarjeta amarilla a Luis José Hernández.
Finalmente, Ruiz no pudo convertir ese penal en gol, pues nuevamente Aarón Cruz le detuvo su remate.
Además de Moreira, en el primer tiempo también salió expulsado Wálter Cortés por doble amarilla. El joven se ganó la segunda amonestación de forma infantil, al impedir el saque del arquero Mauricio Vargas.