Esa manera en la que Liga Deportiva Alajuelense se metió en problemas, pero desafió y superó a la adversidad contra Herediano para convertirse en el primer finalista de la Copa Centroamericana de Concacaf sirvió para que los rojinegros se desprendieran de aquellos miedos viejos y traumas que arrastraban.
Fue en la cancha donde la Liga se negó a morir, con mucho corazón y con entrega, eso que en otrora los mismos aficionados liguistas tanto reclamaban porque no lo veían.
En otros momentos, las series de ida y vuelta fueron una tortura para Alajuelense, su calvario, un tormento que hacía ver que entre otras cosas, el equipo no tenía la fuerza mental como para creérsela y flaqueaba.
Pero nada de eso pasó en esta semifinal contra Herediano, porque a pesar de quedarse con un hombre menos desde el minuto 50 y verse cuesta arriba luego de que el árbitro Víctor Cáceres sancionó un penal inexistente cobrado con acierto por Everardo Rubio, la Liga no se rindió.
El partido estaba para cualquiera, cierto, pero es que estas series hay que saber resolverlas como sea. Y Alajuelense lo consiguió. Los ocho minutos de reposición eran el último chance de los manudos.
Fue en ese lapso donde se dio el penal sobre Freddy Góndola; un error capital de Herediano en el cierre del juego.
Con toda la presión del mundo encima por lo que significaba ese lanzamiento, Joel Campbell llegó literalmente para sembrar la calma entre la tensión y despertar la alegría y la esperanza en el liguismo.
Eso es lo que el 12 ha hecho desde que empezó a jugar con Alajuelense y se dio en este partido como tal, en ese instante. En otro momento, probablemente en las mismas gradas ese penal habría sembrado angustia y dudas.
Pero esta vez no fue así, podía pasar cualquier cosa, pero lo que se percibía entre la afición era total seguridad en ese lanzamiento de Joel Campbell, que forzaba a que el pase a la final se definiera en penales.
“Esto se llama aprendizaje de guerras pasadas, el que no aprende de situaciones pasadas se seguirá equivocando. Nosotros seguimos trabajando los errores, las debilidades que tal vez en el pasado nos costaban y gracias a Dios ante la adversidad seguimos creyendo, dejamos de lado las cosas negativas que estaban pasando y nos enfrascamos en seguir luchando, buscando el marcador y a la postre salimos con el resultado”, expresó el guardameta Leonel Moreira.
Si la Liga pasó por épocas en las que era un desastre desde el manchón blanco, en esta serie volvió a ser letal, con 100% de efectividad.
Cuando empezó la definición, Leonel Moreira tapó la ejecución de Miguel Basultó y luego acertaron los rojiamarillos Elías Aguilar, Everardo Rubio, Jesús Godínez y Fernán Faerron.
Mientras que por Alajuelense convirtieron Johan Venegas, Michael Barrantes, Giancarlo González, Alexis Gamboa y Joel Campbell.
Pese a la polémica desatada por ese último tiro, Henry Bejarano señaló en su columna de análisis arbitral en La Teja que “en el lanzamiento de Joel Campbell nunca existió un doble toque, estuvo bien avalado”.
En esa definición, para la Liga fueron tan importantes las ejecuciones, como la tapada de Leonel Moreira.
“Figura aquí es Liga Deportiva Alajuelense, yo nada más soy un jugador más, todos tratamos de dar nuestro granito de arena, lo dimos como una familia que somos, luchamos hasta el final y lo importante es que clasificamos a una final (...). Me tocaba, ese es mi trabajo, tratar de aportar al equipo, lo pude hacer de buena manera y a la postre pudimos salir con el resultado”, aseguró el guardameta rojinegro.
Por un momento, él también perdió la cabeza. Luego del penal lanzado por Fernán Faerron, las tomas de televisión muestran claramente cómo el defensor se fue a decirle algo a Moreira y él le lanzó un balonazo. El árbitro optó por amonestarlos a los dos.
¿Qué le dijo Fernán Faerron? “Nada, cosas de cancha, él sabrá lo que dijo y lo que no. No me interesa sinceramente, a mí lo que me interesa es que ganamos y pasamos a una final”, respondió Leonel Moreira.
Justamente, el conato de bronca cuando todo se acabó surgió porque cuando los jugadores de Alajuelense salieron corriendo para celebrar, el único florense que iba con ellos era precisamente Fernán Faerron.
A eso se sumaron los reclamos de Aarón Cruz por el penal cobrado por Joel Campbell, alegando un doble toque.
“Es normal, un partido de tú a tú, que todos quieren ganar y todo termina así. Lo importante es que estamos en una final. Seguimos luchando, seguimos trabajando día a día y partido a partido”.
Alajuelense consiguió lo que quería y este sábado disputará el clásico en la casa de Saprissa, donde estará en juego el liderato del Apertura 2023.
“Llegamos bien, esto nos da un golpe de ánimo más a lo que traíamos, sabemos que es un partido importante. Ahí vamos en el camino, el camino es bueno, bonito y cada día se aprende algo bueno, algo positivo para el equipo. Este miércoles aprendimos muchas cosas que a la postre nos van a ayudar para lo que viene”.
Esa manera en la que Alajuelense selló su boleto a la final de la Copa Centroamericana de Concacaf dejó ver que el equipo se desbloqueó y que atrás quedaron los fantasmas del pasado. Y pese a todo lo ocurrido en ese juego, la afición nunca dejó de creer.