La imagen de Liberia Mía levantando el título en el Rosabal Cordero en el Verano 2009 fue el clímax de la inversión de ¢129 millones que hizo el dirigente Mario Sotela con el club guanacasteco.
Paradójicamente, ese fue el inicio del fin para el cuadro liberiano, que apenas dos años después fue expulsado del torneo por parte de la Unafut.
Luego de ese título, el equipo entró en un gran bache deportivo, con dos discretas participaciones en el Invierno 2009 y el Verano 2010, año en que fue rebautizado como Águilas Guanacastecas, pues según Sotela tenía muchos inconvenientes para utilizar el Edgardo Baltodano de Liberia.
A partir de ahí fue un descenso sin frenos a la autodestrucción.
Tanto así, que el 17 de julio del 2010, en un canje sin precedentes en el futbol, Sotela (viendo a su equipo hundido en deudas) le cedió los derechos de jugar en Primera División a Barrio México, que militaba en la Liga de Ascenso y que en aquel entonces estaba a manos de Minor Vargas, declarado este año culpable por estafa en los Estados Unidos.
El canje fue aceptado por la Unafut, pero vetado por la Fedefútbol. La decisión final fue ponerle otro nombre a Liberia y así mudaron de sede, planilla y hasta uniforme.
El empresario liberiano se lavó las manos y las deudas que este mantenía con varios jugadores del club, entre ellos Minor Díaz y Pablo Salazar, las asumió Vargas.
Demanda. Salazar y Díaz, al ver que Vargas no cumplió lo pactado, impusieron una demanda ante el Juzgado de Trabajo que les permitió no programar partidos a los canelas, hasta que se les cancelara los $200.000 que les debían.
Así, tras un buen torneo, Barrio México quedó fuera del Invierno 2010 sin poder jugar la segunda fase, tras clasificar de buena forma.
El fin de Barrio México (nombre de fantasía para la franquicia de Liberia Mía) se dio el 2 de marzo del 2011, cuando una huelga de los jugadores del Barrio agotó la paciencia de la Asamblea de Unafut, que desafilió de Primera al cuadro de la franja. Esto dejó el torneo con 11 equipos y causó un desorden masivo en nuestro futbol.
Mientras tanto, en Heredia ya hubo salida de jugadores, molestos por los atrasos salariales de la actual administración.