El Comité de Licencias ha provocado una lesión profunda al juego limpio. Tengo malos presentimientos acerca de su motivación para decidir las medidas que ha adoptado.
Con tres fechas para terminar la primera fase del campeonato, el Comité decidió que algunos equipos no pueden usar sus estadios… Cuando algunos se juegan la vida por alcanzar sus objetivos.
Durante años ha estado dando concesiones ante incumplimientos diversos de los equipos en materia de infraestructura: hay unos que siguen jugando en las tardes por falta de luz, otros a los que se le apagan las farolas en lo más emocionante del juego, gramillas deficientes, camerinos de quinta y con tan poco espacio que las charlas de medio tiempo se ventilan al aire libre.
Todo eso, más otros factores financieros y legales, deben acabarse. Pero no en este momento, cuando arde la lucha arriba y abajo y después de que los actores han estado sometidos a unas condiciones específicas (idóneas o no).
Cartaginés pelea por meterse a la segunda fase y el Comité lo saca de su estadio en dos de tres juegos que le restan.
Gran ganador de esta sanción podría ser el Club Sport Herediano. A uno de sus rivales en disputa por la clasificación, Cartaginés, lo verá dando batalla en estadio ajeno y, al mimo tiempo, el Team podría evadir la Olla Mágica en la última fecha, pues los porteños también tienen sanción en su reducto.
La Liga, que irá de visita este lunes, al Nacional y no al Fello Meza, también podrá sacar oro de ese castigo al reducto blanquiazul. El lunes pelearán por el segundo puesto y el que lo consiga cerrará las series de segunda fase en su casa.
¿Lógico? ¡Claro que no! ? ¿Justo? ¡Mucho menos!
¿Por qué el Comité de Licencias no mete mano a quienes deben sumas millonarias a la seguridad social, o a los equipos que juegan a media tarde porque no tienen luz, o al que se le van los fusibles cuando el partido está más candente?
¿Por qué no reparte justicia o injusticia por igual? Cuando ha tenido que imponer mano dura contra los que incumplen con el Fair Play financiero, hacen negocios incompatibles con el espíritu limpio del juego o simplemente llevan y traen mensajerías con destinos turbios, sus integrantes se han hecho de la vista gorda.
Ahora sacaron la lupa para rastrear cada detalle que atente contra el sacrosanto reglamento. Y, casualmente, han encontrado a infractores a la medida. Ojalá al final impere la justicia del juego y no la de quienes juegan a ser los paladines en el reino de los padrinos y apadrinados.