Lo que tanto añoraba Paté Centeno en Saprissa aparece con su salida

Su época al frente de la S tuvo diferentes fases, pero podría decirse que los cuestionamientos a ese apartado tan solo cesaron (o disminuyeron) cuando fue campeón.

Paté vivió con esa dificultad y cuando pensaba que lo estaba mejorando apareció Alajuelense para decirle todo lo contrario.

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Pero tan solo pasaron tres partidos sin su dirección y el conjunto tibaseño muestra una cara nueva cuando le toca defenderse.

Los futbolistas se sienten más cómodos y los números, aunque ligeramente, también respaldan esa impresión.

En este inicio de temporada Paté dirigió siete partidos y recibió 11 goles; con Roy el equipo ha jugado tres compromisos y encajó tres. El promedio mejoró 0,5, porque la S pasó de recibir 1,5 anotaciones por juego a una.

Pero donde más se notan esos cambios es en la cancha. El Saprissa acostumbrado a recibir contragolpes peligrosos, a que su rival lo encontrara desordenado o a dejar espacios entre líneas ha ido desapareciendo.

Incluso los mismos jugadores lo admiten: su talón de Aquiles era cuando llegaba el momento de defenderse.

“Era lo que nos estaba faltando, estamos trabajando mejor esa parte, creo que es bueno. Ante Heredia se vio, si teníamos que ganar 1-0 teníamos que hacerlo”, comentó David Guzmán.

¿Qué sucedió? ¿Cuáles fueron los cambios?

Para el técnico nacional Johnny Chaves la palabra clave es equilibrio, algo muchas veces ausente en el conjunto de Paté, pues su principal “obsesión” era atacar a como diera lugar.

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“Pienso que defiende mejor porque juega más equilibrado atrás y sobre todo con un contención delante de la línea de ellos. Además los laterales no atacan tanto al mismo tiempo, hay equilibrio de uno sobre otro. El grupo está más compacto y cuando atacan y pierden el balón, pueden presionar rápido para recuperarlo”, explicó.

Eso llega a resolver la dificultad de las contras. Anteriormente los tibaseños se quedaban sin la pelota y, con líneas separadas entre ellas, se les hacía muy complicado recuperarse.

“Ahora siempre tiene atrás por lo menos cuatro jugadores. Al momento de atacar tiene organización, con un contención que es más posicional, no se suelta tanto al ataque”, añadió Chaves.

Más que táctica. Si bien hay movimientos y métodos diferentes, también influyen aspectos mentales, o al menos eso detecta desde lejos el técnico Marvin Solano.

El estratega cree que el cambio se dio en general, no solo en el aparato defensivo, pero también señala la importancia de tener menor peso encima.

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“Me parece que el jugador no está tan obligado a seguir un sistema que era de salir limpio con balón desde atrás; ahora se juega más simple, se busca el arco contrario más rápido y quienes defienden sirven rápido hacia el frente y el rival está más ocupado defendiendo. Lo otro es el estado de ánimo, los jugadores están más concentrados, es una bola de nieve en positivo; un jugador sin presión rinde más y a veces los técnicos cuando estamos presionados por resultados tendemos a transmitir eso al resto”.

Solano le atribuye gran parte de la mejoría a ese refrescamiento en el timonel. Además, coincide con Chaves en que este es un Saprissa con mayor estabilidad, tanto mental como futbolística.

Tampoco se está hablando del equipo modelo para defender, pero los cambios son evidentes. El análisis de David Guzmán también indica esa necesidad de seguir mejorando.

El volante piensa que antes de los dos partidos en el Morera Soto, el equipo de Wálter Centeno venía en esa línea.

“Tenemos tres o cuatro jugadores técnicos, son jugadores que no tienen tanta vocación defensiva, entonces tenemos nosotros que simplificarles el trabajo a ellos. Ahora que no hay público se escucha todo, entonces la comunicación es muy importante”.