Luis Fernando Fallas se desahogó. El estratega colocó un sentido mensaje en sus redes sociales, donde dio a conocer los inesperados detalles de su abrupta salida de Limón F.C., el fin de semana pasado.
El timonel fue claro en que nunca dudó sobre el paso que debía dar, porque no soportaría que se cuestione su integridad y la disciplina de un camerino, además puso como sus testigos a su familia, quienes según él se dieron cuenta de lo que sucedió en un apartamento de Celso Gamboa, presidente caribeño, la noche antes de enfrentar a Alajuelense.
“Ni mi esposa ni hijas opinaron al respecto, pero ¿cómo iba yo hacer lo contrario si ellas fueron testigos de todo lo que sucedió a dos metros arriba de nuestro apartamento? Creo que conociéndome no esperaban otra cosa de mí; sabían que no iría en contra de la disciplina y sobre todo de mis principios y valores”, enfatizó.
Fallas fue despedido de Limón F.C. el sábado pasado, cuando según su versión decidió no alinear a Johnny Gordon, Roy Smith y Esteban Alvarado, lo anterior porque se enteró por sus propios medios que los tres participaron de una aparente fiesta en un apartamento del presidente limonense, Celso Gamboa, la noche antes.
“Hay un momento que no olvidaré de ese día: Cuando se me indica de parte de la gerencia deportiva y general que si quería dirigir el partido tenía que alinear a Esteban y si no lo hacía, no podía dirigir el juego. En el momento donde les indico que decidan ellos; ahí fue cuando me indicaron que si quería despedirme de los jugadores lo podía hacer”, revivió.
El DT también se refirió al comunicado de prensa de Limón F.C., en el que desmintió su versión.
“Pensé en no dar declaraciones, pero decidí hacerlo sin ninguna mala intención porque todo lo que dije es absolutamente cierto, aunque el club en su comunicado dice lo contrario (es normal y están en su derecho defenderse) No los culpo... mi esposa y mis hijas saben que solo dije la verdad tal cual como sucedió porque ellas estuvieron escuchando y observando los hechos, entonces no tengo que demostrar nada”, sentenció.
El entrenador expresó que lloró en el camerino al despedirse de los jugadores.
“Lloré mucho cuando me estaba despidiendo de los muchachos en ese camerino, lloré de orgullo porque pude mirarlos a los ojos y quizá dejarles la mejor enseñanza más allá de lo técnico-táctico, principios, valores y disciplina que siempre les inculqué”, manifestó.
Por último, Fallas agradeció a Reynaldo Parks, gerente deportivo limonense, porque no lo dejó abandonado en Guápiles y le dio la forma para regresar a Limón, aunque ya no lo haría con el equipo.
“Quiero agradecer a Reynaldo Parks porque le pregunté si tenía que esperar en el bus hasta que terminara el juego y su respuesta vino de corazón, ‘no, usted no se queda botado aquí‘ y muy amablemente buscó un taxi que me llevara de regreso a mi casa en Limón”, concluyó.