Luis Marín todavía digiere su salida de Alajuelense, la cual se dio 52 días después de que fue nombrado como estratega.
Hace diez días el entrenador quedó fuera del equipo manudo luego de quedar eliminado de la Liga Concacaf ante el Guastatoya de Guatemala, sin embargo no fue hasta ahora que el timonel decidió salir de su silencio en una conversación a solas con La Nación.
Hace diez días usted no quiso referirse a su salida de Alajuelense. ¿Por qué?
Nunca he acostumbrado, he salido de San Carlos, de Heredia y no es mi costumbre emitir criterios, siempre he preferido dejar las cosas en privado, es mi costumbre. Decidí hacer lo mismo esta vez, esperar un poco y hacer un comunicado luego por lo que se dijo de mi salida.
Sin embargo mandó un comunicado... ¿Necesitaba desahogarse de todo lo que se dijo?
Sí, por supuesto. Era importante también principalmente defender mi carrera, mi profesión, mi forma de trabajar y de ser en cuanto a ser técnico; eso era importante. No quería dejar tanta cosa al aire, se dijeron muchas cosas o se especularon que no eran la realidad.
Para ser más directos. ¿En la dirigencia o la opinión pública se dijeron cosas que no eran?
Se especulan cosas, unos dicen una cosa y otros, otras. Al final todo eso queda en el aire y algunas de las situaciones no fueron reales. Es sobre todo un tema de la opinión que se dijeron cosas que no son.
Vamos a su comunicado ante la salida. Usted aseguró que algunos jugadores no se sintieron cómodos con su metodología. ¿Me explica eso?
Cabe recordar que yo tengo mi forma de trabajo, he visto que algunos quieren compararme con uno o con otro, pero yo he aprendido de todos los técnicos que he tenido y con los que he trabajado, creo que de todos aprende uno...Uno se va forjando su propia identidad futbolística. Ahora, lo que quise dar a entender es que el equipo tenía una idea diferente que venía trabajando desde hace dos años y cuando yo llego hubo resistencia a ese cambio, algunos sintieron el cambio más que otros.
LEA MÁS: Así es la Liga Deportiva Alajuelense heredada a Albert Rudé
¿Pero qué es? ¿Luis Marín trabaja más horas? ¿Hace muchas repeticiones? ¿Qué fue lo que no gustó?
La forma de trabajar mía es exigente, me gusta la situación real de juego, ser repetitivo en la parte ofensiva y defensiva, tratar de que las cosas salgan con perfección. Soy exigente, intenso, repetitivo, más que todo es esa es mi forma de trabajar, no sé si es la peor o la mejor... No hay verdad absoluta pero es la forma mía de trabajar y eso me ha dado resultados.
¿Siente que sus entrenamientos eran más largos y el equipo no estaba acostumbrado?
La duración no pasaba de hora y media máximo, lo que sí tal vez es que las tareas de entrenamientos y ejercicios eran más intensos y eso causó cierta resistencia.
¿Cómo notó usted esa resistencia de los jugadores?
Hay un tema ahí que los jugadores, algunos, tres o cuatro fueron y hubo quejas ante el gerente deportivo y él me comunicó a mí. Son tres o cuatro, porque la mayoría son jóvenes y no tienen la confianza para hacer eso. Entonces tuvimos algunas reuniones con el cuerpo técnico para buscar un equilibrio. Yo sabía que pasaría un proceso de adaptación entre la idea anterior y la mía, entonces tratamos de llegar a un punto de equilibrio.
¿En algún momento los capitanes o los jugadores le dijeron de esta incomodidad a usted?
La gerencia me lo dijo, pero del grupo no recuerdo que se sentara nadie conmigo a decirme. Sí tuve conversaciones con los muchachos, a raíz de eso (la conversación con la gerencia deportiva), para tener un punto de entendimiento de las dos partes. La gerencia me hizo el comentario que viéramos la situación para solucionar el tema. Tuvimos una reunión con ellos (los jugadores), me explicaron su forma de trabajo; la diferencia al final siento yo que era en las tareas.
Ahora... estos cuatro futbolistas tenían que tener fuerza ante la gerencia.
Sí, con la gerencia tienen fuerza, no sé quiénes pueden ser, nunca se me dijo nombres, pero yo siempre traté de ser honesto y leal y conversar con todos, conversar con los de experiencia, hablar de frente.
¿Cómo describiría el camerino de Alajuelense? ¿Está bien?
El camerino lo noto, a ver... Siento yo, que me inquieta un poco que hubieran dos o tres quejas de tres o cuatro jugadores que se fueron a hablar con la gerencia... Yo de frente hablé con ellos, cinco veces hablé con capitanes, con jugadores de experiencia... Explicarles lo que me gusta y lo que no... Explicarles a todos... Lo hice de frente.. Lo que sí me queda es que las quejas o la incomodidad, pues siempre estuvo, pero fue en algunos. Eso generó alguna presión en la gerencia o también fue creciendo la incomodidad, pero son pocos, no muchos que crearon esa nebulosa, pero dentro del grupo no vi nada malo que no estuviera bien.
¿Es correcto que Alajuelense como club le dé su camerino a hombres que vienen haciendo sus primeras armas? Así sucedió con Carevic, ahora con Rudé...
Lo que si siento es que uno sale un poco decepcionado en la forma cómo lo tratan a uno, porque no se me dieron las mismas oportunidades. Siento una falta de respeto a mi trayectoria de que en la primera oportunidad pues me saquen así , en el primer fallo. Y digo ‘fallo’, porque el equipo está peleando por el campeonato. Pero bueno, en la primera me sacan y no siento la misma oportunidad, no se me midió con la misma vara que los otros.
El tema de don Albert (Rudé), él es una persona muy preparada y él me hacía los reportes de los rivales. Cuando yo llego a la Liga, Agustín me dijo que ya estaba contratado como un asistente más, y estaba haciendo la función del estudio de los rivales. Esa era la función que él hacía.
Él tiene mucha experiencia en ese trabajo y venía a cumplir esa función. Uno se siente decepcionado que la primera oportunidad lo sacan a uno y ponen a alguien que me habían dicho que era para otra cosa, yo quedé confundido, lo que siento es que se privilegia eso de la amistad o el conocimiento mutuo... En vez de la trayectoria o del peso que tenga uno en un club como este.
¿Para usted ya había un plan de Agustín Lleida para que Rudé asumiera el equipo?
Es que exactamente me queda la duda, a cualquier persona que yo le cuente esto le va a quedar la duda, no podría afirmarlo, pero queda en el aire, y eso es lo que yo siento.
¿Usted lo aceptó como asistente o se lo impusieron?
Sí, porque ya estaba contratado. A mí me dijeron la función que estaba haciendo, entonces desde que yo llegué conversamos y me pasaba información de los rivales. La idea era que viniera a final de año para integrarse al cuerpo técnico; él ya ayudaba en análisis de rivales.
¿Cómo fue la relación con él?
Perfecta, mucho respeto. Yo con él no tengo ningún problema, ni mucho menos. Eran dos veces por semana que nos reuníamos y nos hablábamos bastante.
¿Usted no temió que si se lo ponían era porque era su posible sustituto?
No, para nada, porque inclusive yo este tema lo conversé con Agustín y le dije que fuéramos honestos, pero él me dijo que solo era para esa función (analizar videos) y que la idea de él (Rudé) era jamás dirigir el equipo, pero bueno, las cosas cambiaron, no sé si la urgencia, el momento... No tengo respuesta... al final todo queda en el aire.
LEA MÁS: Albert Rudé: ‘Un entrenador tiene su esencia, hay que respetarla y la mía es ofensiva’
¿Que le dijo Lleida en cuanto a Rudé para que usted lo aceptara?
Agustín me dijo que solo venía a apoyar y ayudar, pero las cosas cambiaron.
¿Pero cómo usted aceptó que le pusieran un asistente?
El tema es que ya estaba contratado, a ver la contratación estaba si yo lo aceptaba o no. Yo viendo la capacidad que Albert tiene me interesó que nos aportara y ayudara en esa parte... Buscando siempre el bien del equipo y la institución y que las cosas salieran bien. Yo jamás pensé que sucedería lo que pasó y por eso me adelanté a los hechos, hablé con Lleida y me dijo que venía a apoyar y ayudar y ser un soporte más.
¿No falló usted en imponer su equipo?
Puede ser que sí, puede que no. Si la idea ya estaba en la cabeza de alguien y ya estaba contratado y la idea era esta (que fuera el técnico) se iba a dar en cualquier momento independientemente de que lo aceptara o no... Yo trato de pensar honestamente, no me gusta ver fantasmas en ningún lado... Uno no sabe, no puedo afirmar nada, pero viendo el periódico del día anterior uno piensa cosas, es un tema difícil.
Lleida en una nota publicada en La Nación dio a entender que usted no iba con la identidad de Alajuelense ¿Cómo toma eso?
Esta entrevista también la hago porque quiero responder a eso, porque creo que es totalmente injusto y es una falta de respeto. Yo he dado frutos, fui campeón con San Carlos, peleé semifinales, luego llevé a Santos a los primeros lugares, a Heredia lo puse a pelear una final, a Alajuelense llegué y estaba en los últimos lugares y lo dejé a tres puntos del líder. Es injusto lo que dice, esas declaraciones son desafortunadas y quiero defenderme... Yo no soy un técnico súper defensivo...Si soy equilibrado, me gustan que los equipos sepan defender y atacar, porque uno no puede atacar siempre, entonces... Sí hubo de alguna manera algunas quejas de que jugadores decían que por qué trabajar lo defensivo, yo jamás pensé que eso saliera. Yo trabajo todas las fases de fútbol, trabajo 50 de una cosa y 50 de otra.
La Liga siempre ha sido un equipo de garra y corazón y a mí nadie me tiene que decir eso. Yo traté de inculcar eso en el equipo, son injustas las declaraciones y no las entiendo y está faltando al respeto y dan a entender que yo no sé manejar eso...
¿Usted se sintió respaldado por Agustín Lleida?
No hubo el mismo respaldo, ni el mismo apoyo que tuvo el técnico anterior pese a que se gane o no se gane, para mí es una falta de respeto grande que se diera la oportunidad tres torneos para dar resultados... Pero a nosotros, eso no se nos dio y a los 52 días nos sacan y fue una humillación lo que vivimos. La impresión que da es que no hubo el mismo apoyo.
¿A usted quién lo llama para ofrecerle el puesto de técnico?
Agustín Lleida, solamente hablé con él. No tuve comunicación con ningún directivo.