La oportunidad de volver a vivir su pasión, como él lo define, tocó las puertas de Luis Marín, quien le dio el sí a Pérez Zeledón y dejó atrás algunos días de intranquilidad.
Desde que salió de la Liga, hace nueve meses, Luis Marín no se sentaba en un banquillo, estaba atento al campeonato, veía los partidos, pero no llegaba la ocasión de volver a dirigir.
Marín confesó que no se desesperó por la falta de trabajo, pero la salida abrupta de Alajuelense lo marcó y lo llevó incluso a descartar una posibilidad de la que hoy se lamenta.
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“Después de salir de la Liga tuve un par de opciones, una muy rápida. Como a los diez días de haber partido de Alajuelense me salió esa posibilidad, pero venía de ese golpe y en ese instante mentalmente no estaba bien y me pareció que no era lo más recomendable”, recordó Luis, quien de inmediato agregó: “Hoy lo pienso y debí decirle sí a Guadalupe, donde Robert Garbanzo y la dirigencia hacen las cosas muy bien. Ahí está Wálter (Centeno) y hace una buena labor, pero hay que saber espera y estoy en un gran equipo como Pérez Zeledón”.
Con la vivencia de haber sido campeón con San Carlos, dirigir a dos grandes y llegar a la final con Herediano, resultaba extraño que el tiempo pasara y Luis Marín siguiera sin equipo.
“Tal vez en algún momento me sentí presionado, no desesperado, pero sí sentía esos deseos de dirigir. Hubo ansiedad, pero porque no salía nada, es parte del proceso de todo técnico, todo entrenador por momento tiene trabajo, luego no y así es esto. Además, en Costa Rica el mercado es muy pequeño”.
Luis consideró que su carrera como técnico ha sido buena, vertiginosa y tanto los éxitos como lo golpes lo convirtieron en mejor entrenador.
“Si hago un resumen de mi desarrollo como técnico es bastante positivo. Campeón con San Carlos, disputé una final con Herediano y dejé un legado en Santos. La Liga ha sido la experiencia más negativa, porque duré como dos meses y todo lo que ya se sabe de mi paso por Alajuelense”.
En su momento Luis habló de esa salida de la Liga, expresó que no tuvo el respaldo de Agustín Lleida, pero no ve como un lunar en su currículo haber estado con los rojinegros.
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“Ir a Alajuelense no fue un error, estaba sin equipo y me salió. No fue que tenía club y lo dejé botado por ir a la Liga, si hubiera hecho eso me estuviera lamentando muchísimo. Claramente no fue lo esperado, no fue una buena experiencia. Tenía otras expectativas y no fue el movimiento deseado en una institución a la que quiero muchísimo y donde como jugador fui figura y uno queda un poco decepcionado por el paso en este equipo”.
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Hoy el panorama es otro, Pérez Zeledón confió en Marín y él está con muchos deseos de llevar al club a los primeros planos, “este es un equipo guerrero, fue campeón y podemos luchar por ese protagonismo”, señaló el técnico, quien pese a no levantar el cetro con Herediano y salir mal de la Liga, no descarta volver a uno de los grandes.
“Sí me gustaría volver a un grande, pero prefiero estar en un lugar donde realmente pueda hacer un proceso, tratar de montar bases sólidas e ir construyendo algo poco a poco. Ahora no es una desesperación para mí trabajar en un club grande, prefiero un lugar donde realmente pueda hacer lo que uno quiere”.
Metas, Luis Marín las tiene bien trazadas, con Pérez Zeledón desea efectuar una gran labor, dejar huella. Llega a un plantel diezmado, que peleó por salir de los últimos puestos y él lo quiere llevar a lo más alto y de forma individual se traza dos anhelos.
“Uno de mis deseos es dirigir en el exterior, lo quiero vivir, pero debo hacer las cosas bien para que todo salga. Mi otro sueño en el futuro es llegar a dirigir a la Selección Nacional, son dos metas claras en mente y para cumplirlos ahí hay que seguir ahí en esa línea de los buenos trabajos”.
Luis Marín destacó que en este receso lejos de los terrenos de juego no se precipitó, supo tomar la mejor decisión y esta se presentó tras la llamada de Juan Luis Artavia, presidente de Pérez Zeledón, quien le ofreció hacerse cargo del equipo.