Ian Lawrence llevaba más de ocho años de pertenecer a las divisiones menores de Saprissa, hasta que a mediados de año tomó la decisión de marcharse a Liga Deportiva Alajuelense.
El sábado pasado, cuando se disputaba la final del campeonato U-17, que se extendió a tiempos extra y penales, el futbolista recibió insultos racistas, según denunciaron varias personas en redes sociales, incluido el papá del jugador, Thauren Lawrence.
Ian Lawrence jugó 8 años con el @SaprissaOficial y por mejor oferta ahora juega con la liga en alto y 17. Este fin de semana la afición morada le lanzó insultos racistas y ofensas a su mamá. ¿Van a seguir permitiendo esas conductas @presimorado? pic.twitter.com/wNN3JfBLpg
— Raquel Castro (@RacheliuxCastro) December 8, 2019
Vendido, muerto de hambre, su mamá es una puta, judas, ojalá se lesione, perra, negro HP, agrandado etc
— Thauren Lawrence (@Thaurenl) December 9, 2019
Al punto que cuando iba a salir del camerino al finalizar el partido me llamó al celular para que llegara por el porque tenía miedo de salir solo.
* En el mensaje anterior no se reproducen los insultos de un aficionado. Se trata Thauren Lawrence, padre del joven ofendido, quien expone en afán de denuncia a qué tipo de ofensas se vio expuesto su hijo. Fue su respuesta a la pregunta de Jorge Camaño: (...) ¿y puede contarme qué clase de insultos? (...)
Doña Kimberly Escoe es la mamá del jugador de 17 años y, lo sucedido, la llevó a contar los motivos para que su hijo se marchara al cuadro rojinegro.
Antes de eso, ella narra que el sábado, por motivos de trabajo, tuvo que marcharse antes del estadio.
“Yo no estuve cuando se dio la chiflada. Quizás si hubiese estado, habría sido diferente, porque a como apoyé al Saprissa durante ocho años y medio con mis gritos y mis porras, ahora lo hago con Alajuelense. Estaban presentes mi hija, mi hermano menor, la novia de él y el papá de Ian. Lo que él me dice es que sí se sintió muy ofendido a la hora de cobrar el penal”, mencionó doña Kimberly.
Lo que a ella le llama la atención es que otro muchacho, Aarón Suárez, quien había entrado a las ligas menores de la S en el 2011, al igual que Ian, y se marchó al mismo tiempo a la Liga, no recibió ningún insulto. Eso la lleva a pensar que el tema va más allá de la rivalidad deportiva y tiene tintes de racismo.
Cuando pasó el incidente en el juego, donde la U-17 de la Liga se dejó la corona en una definición de penales que culminó 5-4, doña Kimberly se enteró de lo ocurrido.
“Mi hija me llamó, pero luego hablé con él y me dijo: ‘Estoy feliz porque soy campeón y los dejé callados a todos con mi penal’. Eso me tranquilizó pero me pareció intrigante que por qué a Aaron no se lo hicieron y a mi hijo sí. Debe ser porque Aarón no es negro. No quiero alzar falsos, pero sí me lo espero de algunas personas".
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Contó que previendo una situación así en cualquier momento, en su familia han tratado de preparar al jugador para que si le gritan cosas, no pierda el control.
“Se le ha hablado del racismo, de insultos hacia la mamá, las hermanas, se le han enseñado videos de Zinedine Zidane cuando lo expulsaron en el Mundial, videos de cuando le gritan ‘muérete, muérete’ a Griezmann, de cuando le tiran bananos a Dani Alves, se le ha ido preparando para esta situación, porque el racismo se da; pero impresiona que se dé en estas categorías”.
Más que enojo, lo que ella siente es un dolor extraño, de ver que eso viniera de parte de alguna gente que lleva años de conocer a su hijo.
“Por eso quiero que se dé a conocer el trasfondo de nuestra salida de Saprissa y por eso haré pública la carta que a mí me pidieron cuando le dije a Enrique Rivers que nos íbamos a trasladar de equipo. Ahí vienen explicadas las razones”, citó.
Negó que la Liga se robara a Ian, o que se lo quitó a Saprissa, porque fueron ellos quienes tomaron la decisión de marcharse.
“Cuando el representante me dice que hay una propuesta de la Liga, pensé que estábamos bien en Saprissa, pero entonces fuimos a reunirnos a Alajuela con don Agustín (Lleida), que ha sido un caballero, muy humilde y atento y nos propone el proyecto, la proyección, los cambios y nos hicieron una propuesta”, relató.
Después de eso, se reunieron con Enrique Rivers.
“Me pintan lo que queríamos oír, que va para Primera y yo sabía que me iban a decir eso. Hubo propuesta, contrapropuesta y nosotros analizamos y decidimos. Ellos pudieron retenerlo, darle un mejor contrato, pero la razón de más peso para nuestra decisión fueron las instalaciones, no le voy a mentir. El CES tiene la cancha que le quitaron al Ricardo Saprissa hace años,y se volvió una máquina de lesiones”, afirmó.
Y agregó: “La cantidad de compañeros de mi hijo que se tuvieron que operar, rehabilitar y que siguen en terapia era impresionante, era como solo esperar a que le tocara a uno y lo que tiene Alajuelense con sus instalaciones me da tranquilidad. Sé que si mi hijo está en la U-17, en el Alto Rendimiento o en la Mayor, va a entrenar con la misma calidad de cancha, le darán la misma proteína que al primer equipo, la misma terapia”.
Para ella, lo importante es ver a su hijo feliz y creciendo como futbolista.
“Gritarle eso que ‘su mamá es una p....’ no sé, querían desconcentrarlo y él no fue quien falló el penal. Yo les inculco a mis hijos que uno recibe las cosas de quien vengan. Entiendo que estén dolidos, porque en estos seis meses Ian ha crecido mucho futbolísticamente al jugar en dos categorías y este martes está convocado para entrenar con la Mayor. Mientras él esté feliz, lo que digan me tiene sin cuidado".
Según doña Kimberly, en liga menor, cuando las cosas se hacen bien, se refleja en los resultados.
“Vea lo que pasó, en Alajuelense barrimos con una cantidad exagerada de títulos en estos campeonatos de liga menor. Eso dice mucho, de la preparación, de que hay canchas buenas, que valoran a los chamacos y que no solo les interesan los futbolistas viejos”, finalizó.