Sus ingenieros cariñosamente la llaman la “Gran Abuela”, cuyo trabajo la llevó por Holanda y visitó Rusia antes de la Copa del Mundo del 2018 e igual Catar, en vísperas del Mundial en noviembre próximo.
Esta enorme máquina de coser zacate sintético, cuya casa matriz está en Inglaterra, actualmente se encuentra en el Estadio Nacional, precisamente cosiendo la nueva gramilla de la Joya de La Sabana.
No solo teje el escenario de cara a los dos últimos juegos eliminatorios hacia Catar 2022, frente a Canadá y Estados Unidos, el 24 y el 30 de marzo, sino también para la Copa del Mundo Sub 20 femenino, a realizarse en nuestro país del 10 al 28 de agosto entrante y donde el Estadio Nacional y el Alejandro Morera Soto serán las sedes.
De forma meticulosa, despacio y con bobinas que tienen pequeños cuadros del zacate sintético, la “Gran Abuela” poco a poco va realizando su trabajo con el fin de que la gramilla híbrida luzca impecable y eficiente.
La enorme máquina trabaja a control remoto y es orientada por un sistema de rayos láser que se instala en la cancha y garantiza que las costuras queden completamente alineadas a lo largo de la cancha.
El ingeniero Óscar Arias Morera, quien está supervisando la obra en nuestro país, comentó que la gramilla híbrida del estadio Alejandro Morera Soto ya se concluyó y se espera que el viernes de esta semana finalice el cosido en el Estadio Nacional.
Los trabajos fueron solicitados por el Comité Organizador del Mundial Sub 20 Femenino a la FIFA, a través de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol). En total tienen un valor de $600.000 por los dos estadios.
“En la cancha están trabajando dos equipos en forma simultánea. Una máquina procura airear la cancha realizando pequeñas perforaciones de 20 centímetros de profundidad con el objetivo de facilitar la entrada de las agujas de cosido de la máquina automática“.
“Ese cosido lo que hace es injertar una fibra sintética a 18 centímetros de profundidad en cuadros de dos centímetros. Este es un modelo híbrido, en el cual hay césped sintético y natural y es el sistema más moderno que existe actualmente en el mundo. Todas las canchas del Mundial de Catar reciben este mismo tratamiento”, agregó.
Una duración de 10 años
El supervisor de la obra comentó que durante la época lluviosa las canchas se ponen muy suaves, porque se saturan con la humedad, pero con el sistema de cosido sufren menos daño, se mantienen más compactas, ofrecen menos riesgo de lesiones y se pueden utilizar con mayor frecuencia.
“Debemos recordar que la fibra ingresa en forma perpendicular a 18 centímetros de profundidad en la gramilla y en cuadros de dos cent́imetros, lo que permite una mayor aireación y más tarde la percolación del agua especialmente en el invieno”, indicó Arias.
“Esto le da más resistencia al césped que está creciendo en el entretejido de la malla artificial. Cuando la cancha esté terminada, (el zacate natural) tendrá dos milímetros de altura superior a la altura de la fibra sintética que se coloca. En condiciones normales todo la elaboración del tejido se realiza en nueve días, siempre y cuando las condiciones lo permitan y la máquina no tenga ningún contratiempo”, añadió.
Una vez que se concluya el entretejido la cancha queda habilitada inmediatamente y tiene una capacidad de uso tres veces mayor que una cancha natural en las mismas condiciones. Se estima que su vida útil es de diez años mínimo.