La cuadrangular llegó a su fin en el fútbol costarricense cuando apenas daba sus primeros pasos. Se instauró en el Invierno 2016, pero cuatro torneos después los presidentes de los clubes de la Primera División decidieron no contar más con este formato para el próximo campeonato.
Para el Apertura 2018 se mantendrá el sistema de una primera fase con 22 jornadas en las que juegan todos contra todos con visita recíproca, quien finaliza en la cima de la tabla de posición se garantiza un lugar en la final.
Los cuatro mejores clasificados pasan a una ronda de muerte súbita, en la que el líder se mide al cuarto y el segundo con el tercero, cerrando en el estadio del que acumuló más puntos. En la segunda ronda el gol de visitante vale doble en caso de empate en todo, por lo que no hay ventaja deportiva, como se hizo en otro momento.
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Si el ganador de la etapa inicial es el mismo que el de la segunda, no se necesitará de una segunda final. Sin embargo, si es distinto se va a dos juegos decisivos, culminando los enfrentamientos en la casa del mejor ubicado y sin valor doble para las anotaciones de visita ante una igualdad.
La modificación obedece en gran parte a la disminución en las recaudaciones con la cuadrangular. En el Invierno 2016 se hicieron ¢346,8 millones en esta etapa, en el Verano 2017 ¢318,9 millones y en el Apertura 2017 ¢252,4 millones. Mientras que en el Invierno 2015, ¢452 millones, y del Verano 2016, ¢414 millones, en estas dos cuando estaban vigentes los playoffs.
“Lo económico no es lo único, aunque los números de la cuadrangular no han sido los que esperábamos. Hay otros factores como que en 2017 Alajuelense no clasificó. También se hizo el cambio porque el torneo actual tenía muchas fechas. Ahora contamos con 56, es decir, se quitaron cuatro. Otro de los elementos que queríamos era seguir premiando al que terminaba en primer lugar”, dijo Juan Carlos Rojas, jerarca de Saprissa.
En el caso del descenso, se mantendrá totalmente igual, es decir, el último equipo en la tabla general perderá la categoría.
Adicional al cambio, se explora la posibilidad de restaurar el Torneo de Copa, paralelo con el certamen regular. Para esto se nombró una comisión con presidentes de la Primera División, quienes se reunirán con los de la Liga de Ascenso y definirán un modelo de competencia y las fechas para presentarlo en Asamblea de Unafut y aprobarlo.
Por el momento no se tienen claros los detalles del campeonato copero, aunque inicialmente se apunta a que participen los 12 clubes de la máxima categoría y entre 10 y 12 de la segunda. El premio que se otorgaría no sería solo el económico, sino que también se podría dar un boleto al ganador para la Liga de Concacaf.
"Bajar la cantidad de fechas a 56 abre la posibilidad de jugar un Torneo de Copa. Uno de los mecanismos que se hablaron es que el campeón del Torneo de Copa opte por uno de los dos boletos para la Liga de Concacaf y es uno de los aspectos que consideramos para que los equipos tomen en serio la copa, pero hay que afinar todo", manifestó Fernando Paniagua, dirigente de Grecia.
La Copa se jugó por última vez en el 2015, cuando Cartaginés se coronó como bicampeón. Después de esta edición se suspendió y hasta ahora se vuelve a valorar el restaurarlo.
La Unión de Clubes de Fútbol de la Primera División (Unafut) defiende que es un modelo rentable para todos, lejos de lo que se creía que generaba pérdidas.
"Queremos que el torneo de copa esté debidamente reglamentado en cuanto a la participación, a los aportes económicos, los premios, y estando dos ligas involucradas no podemos dejar esto a lo que salga. Debemos dejarlo bien claro en un documento que debería tener el aval de parte del Comité Ejecutivo de la Federación Costarricense de Fútbol, aunque Unafut es el que lidera la organización", dijo Julián Solano, cabeza de la Unafut.