Seis cambios de un juego a otro por segunda vez en el torneo, jugadores que desaparecen de la alineación titular y terminan en la gradería, sumado a variantes de portero y regaños airados. Hernán Medford recurrió a aplicar mano fuerte en Cartaginés, pero al parecer a los brumosos les da lo mismo y nada sirve; el equipo vive el suplicio de siempre.
El inicio de los blanquiazules en el Clausura 2020 no es nada nuevo, por el contrario, es tan malo como el de los últimos cinco años en los que no clasificaron. La derrota en Jicaral 2 a 1 los dejó más hundidos en la novena posición y con apenas seis puntos en siete partidos (un gane, tres empates y cuatro derrotas).
Por su parte, su rival de turno disfruta el momento dulce que tanto añoran los centenarios. Erick Rodríguez y los suyos luchan en lo más alto de la tabla, tienen marca perfecta en casa en cuatro presentaciones, suman 13 unidades, apenas cayeron dos veces y dan pasos firmes con su ejecución en el campo.
Hablar de crisis es tan habitual en la Vieja Metrópoli que muy posiblemente la afición la toma como una más y desde ya piensan que todo está perdido en este semestre. Incluso, muchos de sus fanáticos más optimistas se lamentan por tener un buen plantel que no responde y hasta valoran que el entrenador debe irse, como es costumbre en el equipo.
Medford advirtió desde su presentación que el reto era muy interesante y le gustaba; ahora sin duda alguna que está ante el desafío más grande de su carrera como técnico: mantenerse en un banquillo en el que la presión llegó al tope y sacar a sus dirigidos del caos en el que están es toda una hazaña.
Eso sí, la cara del entrenador lo dice todo: molesto, abrumado, sin alternativas y de cierta manera ya hasta sin ideas para hacer reaccionar a un grupo que sigue con errores de club de barrio y da tumbos en todas las líneas.
En la cancha de la Asociación Cívica Jicaraleña los brumosos provocaron que otra vez el Pelícano se llevara las manos a la cabeza y se escondiera en el banquillo tras el primer gol. Los locales anotaron luego de que ni Heyreel Saravia, ni Cristopher Núñez despejaran un balón que les pasó en medio a los dos y con mínima comunicación se podía despejar.
Jeffrey Valverde aprovechó el regalo, disparó potente y hasta la fortuna jugó en su favor en el minuto 40, ya que la redonda se desvió en Joaquín Aguirre y cayó el autogol.
Hasta acá el choque lucía parejo, con más dominio de los jicaraleños, pero con opciones de los dos equipos. Marcel Hernández contó con dos chances y pecó en la puntada final, mientras que los dueños de casa pudieron aumentar y fallaron.
En el complemento se podía esperar que Cartaginés saliera con hambre de revancha y con una actitud renovada, tras los reproches de su timonel; todo lo contrario. La pasividad fue su característica principal en el arranque y ante esto los castigaron merecidamente.
Freddy Álvarez marcó un verdadero golazo de tiro libre desde la frontal del área, en el 52'. El volante la colocó en el ángulo, sin importar el esfuerzo de Hernández por retroceder y meterse en el arco.
Además, Carlos Soza pudo llegar tranquilamente al 3 a 0; no obstante, se comió un tanto cantado al estar solo frente a la portería, en el 56'.
Con el agua hasta el cuello y luego de los cambios, la visita al menos reaccionó, aunque ya para qué. Marcel tuvo una más y perdonó, mientras que Núñez descontó en el 66', tras un centro de Manfred Russell.
Después del tanto, poco y nada de los blanquiazules, quienes ofrecieron escaso fútbol dinámico y de profundidad, similar a lo hecho a lo largo del cotejo.
¿Qué hará el Pelícano ahora, si para visitar a Jicaral colocó a Darryl Parker de nuevo como estelar y mandó al banquillo a Luis Diego Rivas? Incluso, hizo cinco variantes más: Mauricio Montero, Cristopher Núñez, José Sosa, Joaquín Aguirre y Jeikel Venegas de inicio, en detrimento de Jameson Scott, Edder Solórzano, William Quirós (lesionado), Ronaldo Araya y Giovanni Clunie (ambos fuera de lista por decisión técnica).
Por ahora todo es crisis en lo deportivo, la estabilidad administrativa no es sinónimo de buenos resultados y por más refuerzos que sumaron, dos el último día y 11 en total, el caos es el de siempre.