Los pronósticos se cumplieron: Cartaginés no logró darle vuelta a su serie y Alajuelense puso el pie que le faltaba en la final del Apertura 2020 gracias a un global de 4-3.
No hubo ninguna sorpresa. Bueno... en realidad sí: que Bryan Ruiz tuviera una noche irregular y los de casa fueran dominados por su rival.
El capitán estuvo poco preciso, sin tino, pero ni siquiera eso fue capaz de sacar a su equipo de la gran fiesta.
La Liga adelantó su trabajo hace tres días y esta noche allanó el camino muy temprano. Después Cartaginés reaccionó e incluso lo arrinconó.
Con siete años de espera por el título 30, cualquier duda que deje sería sinónimo de angustia. Y sobra decir que continúa cargando el cartel de favorito, pero ahora tiene su gran tarea: cumplir en la disputa definitiva.
Eso sí, Cartaginés mostró que no es el equipo perfecto, tiene debilidades y este sábado lo puso a defender más que atacar.
Durante todo el torneo la Liga se ha apoyado en la guía y buen rendimiento de Ruiz y cuando el capitán se pierde, su juego baja considerablemente, sobre todo si también desaparece Álex López, quien fue sustituido con alguna dolencia.
En el Morera Soto fue mucho menos agresivo que en el Fello Meza, en gran parte por culpa de Cartaginés. Además, en el segundo tiempo el ímpetu brumoso provocó inquietud en la zaga rival, aunque no lo suficiente para cambiar el destino.
Cartaginés recordó parte de sus cualidades vistas en el torneo; fue decidido, con argumentos e ideas. Su error estuvo en hacerlo por lapsos.
También es cierto que padeció de graves errores arbitrales, el miércoles y nuevamente este sábado, cuando le anotaron un gol en fuera de juego, no le pitaron un penal a su favor y le perdonaron la roja al zaguero Fernán Faerrón, quien pateó a un rival cuando la pelota ya había salido.
Sería injusto decir lo contrario, pero los brumosos igualmente padecieron por propios yerros, sobre todo en su casa, ahí fue donde perdieron el 80% del boleto.
Por el contrario, en la provincia alajuelense Cartaginés fue amo y señor de la segunda parte.
El acierto manudo fue anotar temprano, porque de lo contrario hubiera sufrido mucho más del 45′ en adelante.
Jonathan Moya llegó a once goles en su cuenta personal (a dos de Marcel Hernández), poniendo en manifiesto tener el olfato intacto.
El delantero aprovechó un balón suelto de Darryl Parker tras el remate del joven Alonso Martínez, en el minuto 8.
Fue casi como una lápida para los blanquiazules, pensamos. Y en cierta parte fue así, pero Cartaginés dijo lo contrario y nunca quiso darse por muerto.
El conjunto de la Vieja Metrópoli generó oportunidades para anotar y en el 26′ reclamó con insistencia la patada de Faerrón sobre William Quirós.
La Liga también tuvo chances, pero solo en el primer tiempo. En el minuto 41 propició la acción más clara, cuando Bryan Ruiz pudo ponerle fin a la serie de manera definitiva y Parker le tapó su lanzamiento de penal.
La acción del arquero terminó por impulsar a los brumosos, quienes tras el descanso salieron decididos a “quemar” sus últimos cartuchos.
El tanto de William Quirós en el minuto 51 le puso intensidad al juego. Sin duda, Cartaginés demostró tener material para hacer más en esta serie. Dos clasificaciones consecutivas hablan de una mejoría.
Asimismo, probó que es posible tener a la Liga contra las cuerdas y que Leonel Moreira es un guardián de garantía.