Noelia Bermúdez es parte de un grupo de mujeres futbolistas acostumbradas a romper estigmas, a insistir y luchar por un espacio en un deporte muchas veces tachado de exclusivo para hombres.
Por eso no le es extraño hablar de otro tipo de injusticias, de ponerse del lado de minorías con menos derechos al resto.
Eso lo ha vivido en el fútbol y también como parte de la población homosexual. Y no lo hace en son de queja ni mucho menos.
Hace casi un mes, con ocasión del Día del Amor y la Amistad, la portera de Liga Deportiva Alajuelense posteó una fotografía en Instagram junto a su novia, con un mensaje directo de no juzgar por la forma de amar.
Fue algo así como hacer de conocimiento público su relación y orientación sexual. Sin embargo, ese no fue el objetivo principal, simplemente se trató de una publicación que la nació realizar.
“En el sentido mediático no pensé ni fui consciente de lo que podía generar, pero una vez que pasó me lo tomé a la ligera, porque al final es mi vida, mis decisiones, no sentía necesidad de esconderme”, comentó en una entrevista con La Nación.
Las palabras, expresiones y sonrisas al contar su experiencia demuestran la facilidad con que la arquera de la Sele lleva el tema.
Eso sí, reconoce haberse quitado un peso de encima, pues aunque no debería ser “raro”, entiende la sociedad en la que está inmersa.
“Si mi familia lo sabe, que son los que me importan... es mi vida, no debo andar escondiéndome, fue como decirle a muchas personas, inconscientemente, lo que uno es; amar no es un pecado, así sea a un hombre o una mujer”.
Ante esa capacidad que la caracteriza para comunicarse, responde la consulta de si le interesa tomar ese papel a favor de las minorías, como lo han hecho otras figuras del deporte mundial.
Y aunque su respuesta es afirmativa, aclara que solo con el objetivo de darle voz a quienes están sin capacidad de tenerla. Es decir, asumiendo su condición de futbolista y figura pública en pro de los más desfavorecidos.
“Uno debe ser consecuente entre lo que piensa y lo que hace. Si puedo cambiar algo y hacerlo visible, lo voy a hacer. Uno tiene que sacar provecho de las oportunidades, en mi caso del fútbol, y si tengo posibilidad de visibilizar a esas personas que no tienen voz, lo voy a hacer. Más que tomar un papel, me interesa la causa, ser ejemplo tanto fuera como dentro de la cancha y creo que mi condición sexual y mis gustos no definen nada de esto”.
En el fútbol nunca ha percibido un rechazo por ser homosexual, siente un cambio importante porque el trato entre compañeras es igual para todas y dejó de ser tabú.
La situación es diferente en el fútbol masculino, no solo en Costa Rica sino a nivel mundial. Noelia lamenta que se trata de la misma sociedad machista en la que vivimos.
“Hay muchísimos hombres futbolistas que son homosexuales pero por esto mismo no se atreven a... y de casos que uno conoce o que le han dicho, pero en el momento en que alguno de ellos tome decisión de verlo como algo normal va a generar impacto, controversia sí, pero también dar pie para que otros se sientan con libertad para hacerlo”.
Probablemente eso fue lo que ella provocó con una simple publicación, porque muchas personas le agradecieron ser inspiración, misma que probablemente genera también con el balón.
Hoy es uno de las jugadoras más reconocidas a nivel nacional, titular en la Selección Nacional y en Alajuelense, club al que se unió tras dejar el Saprissa.
En la calle la gente la detiene, algunos entre dudas le preguntan si es Noelia Bermúdez y, ante la afirmación, llegan las felicitaciones, incluso de algunos morados lamentado su salida del equipo.
“También se siente bonito que la gente le haga saber el aprecio o reconocimiento, después de que me fui a la Liga, a pesar de muchos comentarios negativos, ahora muchos saprissistas me dicen que ojalá vuelva o que me vaya bien. Me fui tranquila y ahora es disfrutar de esta etapa”.
La evolución del fútbol femenino en los últimos meses, la mayor atención mediática, las transmisiones y el mejor salario que ha tenido en el país la hacen disfrutar de momentos dulces en el balompié. Eso sí, vivir de esto aún es imposible.
Además de futbolista, es entrenadora de porteros con licencia de la Fedefútbol. Actualmente trabaja en una academia con más de 15 niños y niñas, todos los días de 3 de la tarde a 9 de la noche.
También se prepara para ser chef, aunque en medio del trabajo, entrenamientos en las mañanas, partidos y encargos como pastelera, debió ponerle una pausa a sus estudios culinarios.
Esa es una meta aún por cumplir, así como tiene pendiente regresar al exterior, donde estuvo casi tres años, primero con el Levante y luego con el Valencia.
Para eso confía en su disciplina, una de las características que se deducen de Noelia con solo 45 minutos de conversación. Sus padres le dejaron claro esos y otros valores que alimentó en su tierra natal, San Carlos, y los mantiene adonde vaya: tolerancia, amor, dedicación, empatía y respeto.