Cinco años y medio han pasado desde que la Junta Directiva de Alajuelense reveló que trabajaba en un proyecto sobre cómo debería ser la casa de los rojinegros de cara al futuro.
Parecía que el inicio de la construcción se acercaba, pero a la Liga sufrió un traspié que alteró su plan, pues ahora debe buscar de nuevo un terreno para levantar el inmueble.
“Nos permitimos informarles que, tras varias negociaciones, no hemos llegado a un acuerdo con los propietarios del terreno que mantenía la primera opción para construir nuestro nuevo estadio”, comunicó la Junta Directiva de Alajuelense a sus asociados.
En dicho escrito, la Junta Directiva presidida ahora por Joseph Joseph señaló que seguirán explorando varias alternativas en otras propiedades que se adecúen a su plan original para continuar con este proyecto.
Ahí mismo, la dirigencia del club comentó que espera brindarle más detalles a sus asociados en una próxima Asamblea General.
“La Junta Directiva, en representación de la voluntad de los asociados, seguirá trabajando incansablemente por alcanzar la visión de crecimiento del club de largo plazo a través del proyecto del estadio nuevo, donde la cautela y la responsabilidad seguirán privando por encima de la urgencia en cada paso que tomemos”.
Cronología del proyecto
El 20 de junio de 2017, el entonces presidente de la Liga, Fernando Ocampo, le pidió una audiencia a la Municipalidad de Alajuela para iniciar la exploración de un proyecto para que el ayuntamiento desarrollara alrededor del Estadio Alejandro Morera Soto su centro de gobierno local.
La idea era que la Municipalidad le comprara el Morera Soto a la Liga y que el club tuviera el dinero para adquirir un terreno más amplio en otro punto de Alajuela y proceder con la construcción de un estadio más amplio y moderno.
Para entonces había dos opciones, en el entendido de que el poder de decisión recaería sobre los asociados.
Un camino era determinar la viabilidad de remodelar el Morera Soto, o bien, hacer otro escenario.
De entrada, el proyecto no cayó bien entre una parte importante de aficionados, que de manera rotunda se negaban a desprenderse del Morera Soto por el apego, por el valor sentimental y porque esa siempre ha sido su casa.
Un día después de que gestionó esa audiencia, Fernando Ocampo afirmó una y otra vez que no se trataba de que el Morera Soto estaba en venta al mejor postor.
Unos meses más tarde, el 25 de noviembre de 2017, los socios de la Liga le encomendaron a la Junta Directiva hacer un estudio de factibilidad y determinar qué tan conveniente era vender el Morera Soto para construir otro recinto.
El 20 de enero de 2018, este medio de comunicación publicó que la Liga buscaba un terreno de 4 a 8 hectáreas para proyecto de construir nuevo estadio
La Nación dio a conocer el 28 de febrero de 2018 que la Municipalidad de Alajuela no haría su edificio en el Morera, pero mantenía interés de comprarlo y que Alajuelense había estimado su costo en $10 millones.
El 18 de mayo de 2018, Ocampo comentó que ya estaba la viabilidad financiera, los costos y que ya habían determinado cuánta era la inversión para un nuevo estadio. Faltaba el pronunciamiento final de la Municipalidad, pero la Liga trataba de avanzar.
Alajuelense elaboró un cartel de licitación privada para la manifestación de interés en la adquisición de las tierras donde se podría construir el otro estadio y el 12 de febrero de 2018 recibió cuatro ofertas.
El 22 de setiembre de 2018, los socios de la Liga recibieron el estudio de factibilidad que le habían encomendado a la Junta Directiva. Ahí conocieron cuáles eran las propuestas recibidas sobre los sitios donde se podría construir el reducto, así como el estudio de costos y los sistemas de financiamiento.
Ese día trascendió que las opciones para construirlo eran en Parque Viva, Villa Bonita, El Coyol y Nuevo Alajuela. Además, estaba por llegar otra, que luego se supo era en Turrúcares.
Decidieron establecer unas mesas de trabajo, diálogo y análisis, conformando una comisión que hizo un estudio, con conclusiones y recomendaciones.
Había dos precios posibles, dependiendo si se construye la arena con techo para todas las graderías, o si quedaba una parte al descubierto. Si era todo techado, se estimaba en unos $26 millones, incluidos costos de planos, permisos, financiamiento y otros; mientras que si se dejaba una sección al descubierto, implicaba unos $17 millones.
El siguiente encuentro con los asociados de la Liga fue el 28 de setiembre de 2019. La comisión recomendó que si la Asamblea decidía la construcción un nuevo estadio, no debía costar más de $25 millones (¢14.500 millones) y que podría pensarse en un aforo de entre 20.000 o 24.000 personas.
También argumentaron que remodelar el Morera Soto prácticamente es imposible, porque para ello tendrían que adquirir un préstamo y que el reducto genera muchos gastos de mantenimiento.
Llegó la covid-19 y, entre muchas cosas, la pandemia provocó un atraso en varios de los planes de Alajuelense.
No fue hasta el 8 de abril de 2021 cuando Alajuelense anunció que el nuevo estadio tendría una capacidad para 24.000 personas, costaría $30 millones y estaría ubicado en Turrúcares.
Ese día, la Liga detalló que de las opciones con las que contaba, había dos terrenos con las características adecuadas. Uno era Ciudad Viva, contiguo a Parque Viva, y el otro era un terreno frente al CAR.
A la Liga le resultaba llamativo que existiera todo un complejo, con el estadio a pocos metros de su centro de operaciones. Así que Alajuelense escogió la opción de esas nueve hectáreas en Turrúcares.
Se pactó el precio y las condiciones de venta para que la Asamblea tomara una decisión y se firmara la opción de compra del terreno, aprobada con el fideicomiso correspondiente.
En la Liga comentaron en ese momento que a nivel de planos y diseños llevaban un 45% del estadio desarrollado. La gradería principal se planeó con 8.500 espacios, platea con 7.000, la muralla rojinegra con 3.000, preferencial con 2.500; palcos con 1.300 y los palcos privados con 1.760 espacios.
Fue el 17 de julio de 2021 cuando en el Centro de Convenciones la Liga logró efectuar la Asamblea. De los socios con voz y voto que acudieron a esa cita, el 85% respaldó la propuesta y dio luz verde para continuar con el proyecto.
A partir de este momento, Alajuelense tenía el reto d reunir siete requisitos indispensables para comenzar la obra.
¿Cuáles son los requisitos?
1. Formalización y firma de la opción de compra del terreno frente al CAR, al costado norte de la Ruta 27.
2. Formalización del fideicomiso bancario de primas que vigilarían los fondos obtenidos por los socios fundadores, que son las preventas y que a su vez condicionaría la compra del terreno con base en los requisitos del mismo.
3. Iniciar la etapa de preventas.
4. Continuar la etapa del diseño e iniciar el proceso de solicitud de permisos de construcción.
5. Continuar con la obtención de la viabilidad técnica del terreno elegido.
6. Realizar el proceso de licitación para la construcción por medio de un contrato de construcción.
7. La construcción del nuevo estadio solamente podrá iniciar cuando se haya recaudado en la etapa de preventas la suma de $4,2 millones y, que a ese momento, no solo estén las primas, sino que existan compromisos de financiamiento debidamente adquiridos que cubran al menos el 70% del monto de la construcción.
El inicio de la construcción de ese reducto en Turrúcares estaba planeado para este momento, en enero de 2023 y que finalizaría en diciembre de 2024 para inaugurarlo en enero de 2025.
Durante la Asamblea y en los más de diez conversatorios que se realizaron después del 8 de abril, cuando se presentó el proyecto, Alajuelense dejó claro que si no se daban esos hitos, no había posibilidad siquiera de poner un ladrillo.
Algo que generó muchas inquietudes desde el inicio es qué pasará con el Morera Soto. Ya los socios de la Liga habían descartado vender su estadio actual para construir otro.
De hecho, si fuera el caso, la institución rojinegra buscaría la manera de administrar los dos reductos.
La Liga pretende que su nueva casa tenga un aforo para 24.000 espectadores y el plan es que para arrancar, necesita colocar en preventa 4.000 sillas, de las cuales, la mitad sería para empresas y la otra parte para personas físicas.
También se dispuso la misma modalidad actual de socios para quienes no pueden adquirir el paquete de 15 años. Es decir, que paguen anualmente. Quienes se inclinen por esto, cancelarían prácticamente lo mismo que en la actualidad.
Con este proyecto, la Liga ha tratado de no mezclar el costo de construcción y el flujo de operación, pero la estimación es que cuando el proyecto se materialice, se perciba una serie de ingresos con los que el club no cuenta hoy.
El 13 de febrero del 2022, Fernando Ocampo aseguró que había varios procesos en los que se estaba avanzando con respecto al nuevo estadio y que uno era el diseño, con las empresas Piasa y Gensler.
La última Asamblea de la Liga se efectuó el 26 de marzo de 2022 y ahí se recalcó que el plan era iniciar la construcción en 2023 para que el nuevo recinto esté listo en 2025.
Pero Alajuelense informó a sus asociados este martes que se le cayó el plan de construir el nuevo estadio en Turrúcares y que busca otro terreno para hacerlo.
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