Entiendo perfectamente que quienes tengan que figurar sean los jóvenes, que son ellos los que están ahí para inclusive aspirar a llegar más lejos que sus propios referentes.
También tengo claro que hay roles, que hay funciones, que cada quien se tiene que ganar su puesto y los minutos que juega, pero es que hay una situación muy puntual de este primer partido de la fase final entre Alajuelense y Saprissa y es lo ocurrido con Bryan Ruiz.
Sé que el no haber hecho pretemporada le jugó una mala pasada en este semestre, porque él más que nadie la necesitaba, pero tampoco es para que se dé lo que pasó. Al menos así lo creo yo.
El capitán calentó con la misma ilusión que sus demás compañeros, esperando una oportunidad. Está bien que no fuera de la oportunidad por las razones que haya tenido el técnico Albert Rudé.
Comprendo que una expulsión lo altera todo y se habla de que los cambios fueron extraños porque sacó a Alonso Martínez y a Aarón Suárez que estaban entre los hombres con mejor nota en la cancha por parte de la Liga.
Pero es que hay otro cambio muy grosero. Al finalizar el tiempo regular, se disputarían cinco de reposición.
Y fue en el 93 cuando se dio la última variante. Entró Bryan Ruiz en lugar de Marcel Hernández.
El liderazgo de Ruiz es indiscutible en Alajuelense. Así lo mostró el propio club antes del clásico de este jueves, cuando posteó un video de cómo él les habló a sus compañeros previo a un partido importante.
“Es un privilegio estar aquí, es un privilegio y hay que tomarlo con toda la responsabilidad, nosotros, todo el plantel representamos a todo el liguismo, a todo el liguismo, depende de nosotros y hoy a los once les toca, nos representan a nosotros. Entonces represéntenos de buena manera”, le dice el capitán al grupo mientras que todos los jugadores escuchan con atención.
Su tono va siendo más enérgico mientras prosigue con ese discurso antes de entrar a la cancha.
“Los de la banca vamos a estar esperando si necesitamos entrar, los que están fuera quieren estar aquí y los están representando también. Entonces vamos a hacer las cosas como tenemos que hacerlas, porque tenemos un equipazo, pero hay que salir a demostrarlo, a esta afición y a nosotros mismos. Y a ganar carajo”.
Repito, su liderazgo es indiscutible, pero está para más. Aunque quizás ya no sea como antes y todo lo sabemos, él tiene su magia, eso nunca se pierde.
Y una jugada de Bryan Ruiz puede marcar mucha diferencia. Al menos a mí me queda la sensación de que el capitán está para jugar más que dos minutos.