El reclamo ‘solapado’ de Jerry Bengtson lo debió haber hecho Jonathan Moya. El catracho, de muy poco en Saprissa, recriminó la decisión del cuerpo técnico de darle prioridad a los seleccionados, en lugar de alinear únicamente por el rendimiento.
En el contexto general, Bengtson tiene razón. Que Vladimir Quesada insista con Johan Venegas solo se puede atribuir a algún tipo de acuerdo entre el jugador y la dirigencia, causado por el simple hecho de que Venegas tiene un pie en Rusia y hay que darle minutos (a como de lugar) para que se confirme su llamado y Saprissa se gane el dinero.
Al final, Quesada confirmó que los seleccionados tienen prioridad sobre el resto.
Como negocio para el club la ‘jugada’ tiene sentido y el entrenador se tendrá que ajustar a cualquier tipo de determinación que se tomara. En lo deportivo, no. Se desmotiva a los futbolistas sin opciones de asistir a Rusia (que son muchos) e incluso se podría agrietar la convivencia por utilizar a aquellos jugadores que demuestran poco, pero al final de cuentas siempre van a jugar.
De todos los casos, el de Jonathan Moya es el más injusto. Cerró la campaña anterior en mejor nivel que Jerry Bengtson y David Ramírez. Anotó siete goles, pese a jugar menos minutos que sus competidores directos por la titularidad.
Para Carlos Watson empezó siendo un cambio fijo, ante la enorme efectividad para resolver los partidos cerrados.
Moya es un tipo sencillo, que pocas veces se queja ante la prensa y que parece estar enfocado en cumplir y rendir.
Pocas veces se le escucha reclamando, como ha sucedido con Ramírez y Bengtson, que en ocasiones no han podido disimular sus molestias.
Desde mi percepción, un dirigente de fútbol solo puede prometerle minutos a un jugador cuando este es extremadamente superior al resto del plantel con el que compite a diario.
¿Por qué? Es la única razón que garantiza que en un equipo se mantenga la armonía.
Por ejemplo: Lionel Messi.
Nadie en Barcelona lo cuestiona ni lo cuestionará nunca. Su calidad individual queda fuera de cualquier tipo de duda.
Menos tumulto se armó con lo dicho por Róger Rojas, aunque el contexto es el mismo.
“Ojalá que así como tuvo el valor de sacarme a mí, tenga también el valor de sacar al otro delantero”, apuntó Rojas, con un señalamiento claro hacia Jonathan McDonald, a quien la Liga le está haciendo toda la fuerza para que asista a Rusia 2018.
Quizás, Rojas tiene la fortuna de que en Alajuelense solo McDonald tendría opciones de aparecer en la lista del Macho.
A Moya no le sucede lo mismo; compite con David Ramírez y Ariel Rodríguez directamente, con Bengtson, un foráneo caro, e indirectamente con Venegas y Bolaños, pues si Quesada decide jugar con dos puntas, probablemente tenga que sacrificar a uno de estos futbolistas.
El mensaje que recibe Moya, y los suplentes, es que aún si se esfuerzan, siempre habrá prioridad hacia los seleccionados.