Lo curioso no es tanto que los árbitros se equivoquen, sino que tantas veces, particularmente en instancias decisivas, sea a favor de los equipos más mediáticos. Entiéndase, rentables para el negocio-fútbol.
¿O no son más mercadeables mundialmente Barcelona y Real Madrid que PSG y Bayern Múnich?
“Es muy fuerte que te roben un partido así”, deploró el chileno Arturo Vidal, centrocampista muniqués, luego de sufrir la eliminación a manos de los merengues en un partido donde el réferi Viktor Kassai, digámoslo de esta manera: se robó... el show .
Claro, en plena crisis de amnesia selectiva, El Rey Arturo no recordó el penal (mal concedido) que botó en Múnich ni que fue bien expulsado en Madrid, pero eso no quita que Kassai validase dos goles en claro fuera de lugar a Cristiano Ronaldo y perdonase de la expulsión al madridista Casemiro. El otomano le dio una manita al Real, mientras que el alemán Denyz Aytekin le dio una manota al Barcelona para ganarle 6 -1 al PSG: dos penales mal pitados y un gol en offside a favor de los culés y al menos una pena máxima legítima no concedida a los galos.
Costa Rica no se escapa. Prácticamente no hay club que no haya pegado gritos al cielo contra los jueces. Inclusive los grandes. Los heredianos se han sentido tan perjudicados en partidos definitorios contra Alajuelense y Saprissa como los cartagineses ante los florenses. Es un cuento de nunca acabar. Y eso sin citar cómo se sienten los no tradicionales cuando van a los reductos morado, rojinegro, rojiamarillo o blanquiazul. Ya no se sabe qué es más importante: la alineación y los esquemas tácticos de los equipos... o las designaciones arbitrales.
Puntualmente, por lo descomunal y evidente de los errores, Pérez Zeledón podría proclamarse la gran víctima del Verano 2017. Perdió dos puntos por un rechazo nasal del zaguero Lucas Meza ¡que fue señalado como pena máxima! Y, en la última fecha, Santos, su rival directo, se vio beneficiado por un gol en fuera de lugar y un claro penal no señalado en su contra (Guápiles pasó por gol diferencia).
En suma, urge el uso de la tecnología tal como se aplica en los deportes estadounidenses. Así como las cámaras desnudan los errores arbitrales, deberían servir para salvarlos del escarnio y a los equipos de las injusticias. Mínimo, en fechas clave. Si no se hace, persistirá la duda: ¿Por qué la NBA, la MLB y la NFL sí la institucionalizaron como norma y Doña FIFA no?