“Solo ha faltado contundencia”, aseguraba el domingo Roy Myers tras perder ante el Municipal Grecia.
Parte de esa frase es real, la otra bastante cuestionable. En realidad a este Saprissa le falta mucho más que solo contundencia, pero sí, ahora también le falta gol.
Y no es que sea culpa exclusiva de Myers, el problema viene desde mucho antes, e incluso sería difícil determinar o dictar la causa definitiva al mal morado.
Centrándonos en la etapa del nuevo estratega, es indudable que tampoco logra construir una defensa menos vulnerable de la recibida por la era de Wálter Centeno.
Queda claro cuando vemos a este Saprissa, al Saprissa que con poco le hacen mucho daño. Al Saprissa del que seguramente la afición se come las uñas cuando se siente al rival aproximándose al área.
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Ante Herediano los jugadores “celebraron” no recibir goles, y está bien, es meritorio, pero ya había sucedido con Paté, sin que ahí terminaran los problemas.
Y lo que reflejan los partidos, lo reafirman los números. Seis partidos de Centeno: ocho goles recibidos. Seis partidos de Myers: siete goles recibidos.
La diferencia es mínima, porque hasta ahora tienen resultados parecidos: 9 puntos de 18 posibles, es decir, 50% de rendimiento. Misma cantidad de victorias (dos), derrotas (una) y empates (tres).
Esto no se trata de defender un proceso gastado y acabado como el de Centeno con Saprissa, sino de algo evidente: la solución aún parece lejos.
Este también es un Saprissa inestable y con más dudas que respuestas. Así como puede acercarse a Alajuelense -al menos en la tabla-, puede amanecer tan distanciado como este lunes.
El Saprissa al que le cuesta un mundo consolidar el once (antes y ahora), con mala suerte también (lesiones y sanciones) y el que sigue creyendo en los jóvenes sin darles más espacio.
Y sí, Roy Myers tiene razón. Este el Saprissa que tampoco anota.
Las bajas de Orlando Sinclair y Ariel Rodríguez terminaron por hacerlo más débil. El Saprissa de Myers tiene 9 goles, el de Paté había hecho 13...