El volante Orlando Galo demostró que hoy en día es el alma del Club Sport Herediano, con su entrega, coraje y determinación para pelear cada balón.
Galo, a pesar de la derrota 2-1 ante el Pachuca, fue el mejor jugador del cuadro florense en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Concacaf Liga de Campeones, que se realizó en el Estadio Hidalgo.
En la primera parte, el mediocampista defensivo hizo gala de un enorme despliegue físico, que al final fue determinante para que los primeros 45 minutos concluyeran 0-0, después de un asedio total de los Tuzos, que no lograron vulnerar la portería de Alexandre Lezcano.
El oriundo de Jacó, Puntarenas, no había jugado en el duelo de ida en el Estadio Nacional, donde el Team cayó goleado 0-5, tras una serie de errores defensivos que permitieron al cuadro mexicano pasarle por encima a un conjunto patrio débil en defensa.
Orlando acumuló dos tarjetas amarillas en la serie de octavos de final frente al Robinhood de Surinam, lo que le impidió estar en el primer cotejo frente a Pachuca.
Contrario al compromiso en nuestro país, donde la zaga florense fue constantemente coladero, en el compromiso celebrado en el Estadio Hidalgo, los nacionales se vieron más seguros y con un planteamiento muy ordenado, con Galo como referente.
El destacado volante rojiamarillo no solo se vio bien en la marca y la anticipación, sino que también probó las manos del guardameta Carlos Morales con un disparo desde fuera del área, en la primera aproximación de los ticos en la etapa inicial.
A la actuación de Galo se unió el buen desempeño del defensor mexicano Juan Miguel Basulto, quien tampoco había estado como estelar en el primer juego ante los tuzos. En el duelo anterior, Keyner Brown fue el defensor estelar; sin embargo, al venir de una lesión y no tener ritmo, estuvo desacertado en los cierres y en la custodia al venezolano Salomón Rondón.