El recordar al Belén de su adolescencia en la tranquilidad de la zona rural, la sencillez del sabanero y la vida de campo en Hojancha, Guanacaste, enamoraron al técnico Óscar Ramírez, al punto de que ya no desea salir de allí.
Óscar, en una conversación con el medio digital Desde La Banca, dirigido por el experimentado narrador guanacast Róger Ajún, confirmó lo que todos los aficionados sospechaban: es feliz en la zona donde vive, dedicado al cultivo y la siembra de naranjas, por lo que es muy difícil que vuelva a dirigir en el fútbol de la Primera División.
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El Machillo admitió que ha tenido ofertas para volver al banquillo, pero la paz y tranquilidad que le genera su estadía en Hojancha lo hacen dar marcha atrás. Incluso en son de broma con Ajún, comentó que hasta intentó cambiarse su número de cédula 4, de los heredianos, a la de 5, de los guanacastecos.
Bromista y conversador, como es su costumbre fuera del fútbol, Óscar Ramírez confesó las razones por las cuales es feliz fuera de las canchas, pese a que el fútbol le permitió forjarse una carrera deportiva.
Óscar RamírezÓscar Ramírez nos mencionó que ve a Guanacasteca y Municipal Liberia clasificando a semifinales. Además, nos habló de Alajuelense, Guimarães y la Selección Nacional. Presentado por Samara Hot Properties 🏠
Posted by Desde La BANCA on Friday, March 15, 2024
“Siempre di lo mejor y me entregué. Pero también entendí que me brinqué varias etapas, como la adolescencia, la normalidad de una persona. Siempre me regí por ser una persona sencilla, esa parte de quedarme hablando con la gente media hora, hacer mandados, esa relación me faltó. Ser futbolista es muy complicado, es como aislarse del mundo”, manifestó Ramírez.
Precisamente, con el paso del tiempo y los sinsabores que le dejó el fútbol, buscó refugiarse en un lugar que le diera esa paz interior que añoraba desde su juventud.
“La normalidad de la vida que llevo en Hojancha es la que me enamora. Desde que llegué me sentí como en el Belén donde me crié. Algo me decía: ‘Este es el lugar donde vas a cerrar’. El año pasado viví aquí mucho tiempo más que en Belén y la gente, cuando vuelvo a Belén, me lo recalca”, comentó Ramírez.
Óscar Ramírez insistió en que si volviera a nacer, sería nuevamente futbolista, una profesión que le dio todo, pero también considera que sacrificó muchas cosas que no puede recuperar. Al menos en Hojancha disfruta de la sencillez de una vida dedicada al campo.
“La vida del futbolista es muy ajetreada. Pero al vivir aquí encuentras esa paz que uno añora. Estoy recuperando mi vida porque aquí baja la adrenalina y eso me enamora. El hablar con la gente, que te inviten. Aquí todos los fines de semana son diferentes, te invitan a la playa, a las fincas, a los eventos taurinos y la verdad es que me siento muy cómodo”, recalcó Ramírez.
El disfrutar del baile, cuando se puede, y recibir a los amigos en un ambiente sano y sin prisa, es parte de la alegría que lo absorbe al vivir en Guanacaste.
“No reniego del fútbol. Pero esa parte de ser de campo, sencillo, esa parte me quedó debiendo. Aquí he recuperado esa parte y quiero seguir con ella”, aseguró Ramírez.