Eran las 11 a. m. del 17 de febrero cuando el presidente del Municipal Grecia, Adrián Barquero, firmó lo que pretendía ser la salvación de su equipo. Era lunes, pero en la sección deportiva de los periódicos no aparecía su equipo por tercera jornada consecutiva. Sin licencia para competir y en un intento por recuperarla, juró la ruptura total con Fuerza Griega, la sociedad que había administrado el club en los últimos tres años y medio.
Para entonces no estaba claro públicamente quiénes eran los accionistas de Fuerza Griega. El mismo Barquero había dicho que “gente de Heredia” había adquirido el 67% (La Nación, 16 de enero). Jafet Soto había asegurado que fue el argentino-mexicano José Fernández quien adquirió el 50% (La Nación, 21 de enero). Fernando Paniagua era considerado el último de los socios originales, pero tiempo después declararía (5 de abril, CrHoy.com) que el amigo de Jafet “ya tenía la administración” al momento de la pérdida de la licencia.
Fuera quien fuera el dueño de Fuerza Griega, las irregularidades encontradas por el Comité de Licencias no dejaban muchas opciones al Municipal Grecia.
En lo autenticado por Barquero en la oficina de Pastor de Jesús Bonilla, el abogado que suele llevar los asuntos del Herediano y sus principales dirigentes, el jerarca griego aseguró haber “rescindido unilateralmente el contrato de administración” y devuelto el control total a la Asociación Deportiva Municipal Grecia Fútbol Club.
Al día siguiente se detuvo lo que pudo haber sido una caída libre del equipo. Cuando el Comité de Licencias le devolvió el aval para competir, solo cinco puntos lo separaban del sótano en la tabla acumulada y sumaba tres derrotas en la mesa, todas por 3-0, ante Limón, Guadalupe y Saprissa.
Tan solo dos días después, desde una cuenta bancaria a nombre de Fuerza Griega salieron los fondos para pagarle a la Unafut las multas impuestas al cuadro griego tras la jornada 7, la última que había disputado previo a la suspensión de la licencia.
Pagos recurrentes. Lejos de ser un caso aislado, varios pagos se sucederían en las semanas siguientes, según verificó y reconoció la Unafut, ante varias gestiones del presidente de La U Universitarios, Juan Carlos Garita. El jerarca celeste considera que su club fue perjudicado por una competencia no del todo justa, que le dio ventajas a quien era su rival directo por la pemanencia en Primera.
En principio la información le fue negada al jerarca académico, según demostró a La Nación con la carta de respuesta del ente rector de la Primera División. En ella, se advierte que Con Talla Mundial, la empresa por él presidida y administradora del cuadro universitario en concesión, no es la propietaria de la licencia. “La solicitud de información está reservada por estatutos a los afiliados de Unafut y la sociedad Con Talla Mundial no lo es”, dice la misiva. Para conseguirlo, necesitó que fuera Víctor García, presidente de la Asociación Deportiva Filial Club de Fútbol Universidad de Costa Rica, dueña de la licencia, quien hiciera valer el derecho que tiene todo afiliado de solicitar dicha información.
A la transferencia de ¢200.000 desde una cuenta de Fuerza Griega en el Banco Nacional, dos días después de recuperada la licencia, le siguieron otras por ¢75.000, ¢825.000, ¢175.000 y ¢825.000, dirigidas a la Unafut, según lo reportado por el ente, por pago de multas o árbitros.
Dichas transferencias no son los únicos documentos con el nombre de Fuerza Griega posterior a la ruptura. Hay un comprobante de transferencia desde una cuenta del Banco Popular por ¢130.000 a un proveedor. En tanto, un vehículo marca Daewoo en poder del Municipal Grecia está registrado como propiedad del anterior administrador.
Con el visto bueno. Consultado por La Nación, el presidente del Municipal Grecia, Adrián Barquero, nos remitió con la periodista del club para que fuera ella quien respondiera las consultas. Le hicimos ver que el tema lo atañe a él y no a la comunicadora, pero de igual forma insistió en que se hablara con ella. Curiosamente, quien es máximo jerarca del club aseguró que atendería personalmente si la comunicadora así lo indicaba. “Hablen con ella”, insistió.
Finalmente, se nos indicó que enviáramos las preguntas al correo de la periodista, mediante el cual llegaron la respuestas a nombre del presidente unas horas después. En ellas, Adrián Barquero aclara no haber faltado a la verdad en su declaración jurada.
Más allá de las consecuencias deportivas, hacerlo podría tener implicaciones legales como señala el documento por él firmado: “(...) conocedor de que si faltare a la verdad, podré ser penado por el delito de perjurio, tipicado en el Código Penal de Costa Rica en el artículo trescientos nueve (...)”.
No es este el caso, según la respuesta enviada desde Grecia a La Nación, donde se reitera que Fuerza Griega quedó totalmente desligada del club en el momento indicado, si bien acordaron seguir utilizando temporalmente sus cuentas bancarias.
"Una vez habilitadas nuestras propias cuentas corrientes en el sistema bancario nacional y con la adecuada asesoría contable, se suspendió de forma definitiva el uso temporal y extraordinario de este sistema de pagos utilizando esas cuentas corrientes".
La Nación también consultó a Fernando Paniagua y aunque el exaccionista de Fuerza Griega aseguró en primera instancia que no se iba a referir al tema, posteriormente envió un comentario vía WhatsApp en el que también asegura que fue un acuerdo entre las partes en el momento de la ruptura, “por un plazo de seis meses, mientras hacían la transición con proveedores y patrocinadores (...).”
Cuando Juan Carlos Garita solicitó la información a Unafut, el 4 de mayo, todos los pagos de Grecia al ente rector seguían proviniendo de cuentas de Fuerza Griega, según revelaría el reporte de transacciones. Sin embargo, transcurrió más de un mes hasta que La U logró esa información, el 11 de junio. Para entonces, ya se había hecho un pago, el 27 de mayo, desde una cuenta del legítimo administrador, Municipal Grecia.
¿Cómo explican los pagos desde cuentas de Fuerza Griega en obligaciones del equipo una vez finalizado su vínculo?
Una recisión de contrato conlleva necesariamente procesos de formalización para su finiquito, sobre todo si esta es inesperada. Para hacer esa transición de la manera más expedita y efectiva posible se llegó al acuerdo de manejar, por un periodo corto de tiempo las cuentas corrientes de Fuerza Griega, bajo nuestra total responsabilidad y con la finalidad de proteger los fondos posibles pendientes a recaudar a favor de nuestra asociación y de honrar, de igual forma, los créditos pendientes.
Una vez habilitadas nuestras propias cuentas corrientes en el sistema bancario nacional y con la adecuada asesoría contable, se suspendió de forma definitiva el uso temporal y extraordinario de este sistema de pagos utilizando esas cuentas corrientes.
¿Qué pagos ha seguido asumiendo Fuerza Griega?
Fuerza Griega no hace ningún pago. Los hace Municipal Grecia con recursos propios a través de una cuenta que se facilitó para la transición como parte del acuerdo de finiquito.
¿No teme Adrián Barquero consecuencias legales porque los pagos al parecer contradicen su juramento?
No hay contradicción. Todo está documentado e informado a las autoridades que corresponde.
También tenemos documentación del pago a un proveedor de transportes del equipo hecho posterior a la ruptura. Y también a nombre de Fuerza Griega: ¿qué tiene que decir al respecto?
Lo indicado.
La buseta que utiliza actualmente el equipo para utilería, color blanco, marca Daewoo, pertenece a Fuerza Griega. ¿Cómo lo explica?
La buseta fue dada por Fuerza Griega como donación en pago por las deudas que se quedaron insolutas. No se ha podido traspasar al Municipal Grecia porque no se ha cancelado ni el marchamo anterior ni RTV por Fuerza Griega y el Municipal Grecia no dispone los recursos para hacerlo todavía.
¿Quién está a cargo Fuerza Griega?
No lo sé. No me corresponde saberlo.
¿Con quién coordina que esos pagos a Unafut estén al día?
Municipal Grecia lo hace a través de su gerente Peggy Guillén y conforme a sus procesos administrativos.