El fútbol hizo que Juan Pablo Ledezma muy pronto tuviera que tomar su primera decisión importante.
Desde muy pequeño, el hijo de Froylán Ledezma se integró a las divisiones menores de Liga Deportiva Alajuelense y ahí ha ido quemando etapas.
En el Centro de Alto Rendimiento (CAR) en Turrúcares todos los llaman ‘Cachorro’ y no podía ser de otra manera.
Hace poco vivió un momento que para él fue muy importante. La Liga estaba diezmada por la covid-19 para el partido de la fase previa de la Liga Concacaf contra el Cibao de República Dominicana y los rojinegros lo citaron a entrenarse con el primer equipo.
Cuando llegó el día de ese juego, estuvo en la suplencia y en el minuto 86 se dio lo que tanto había soñado, lo que ambicionaba cada vez que caminaba por el pasillo del CAR y veía al primer equipo entrenar.
Ledezma sustituyó a Carlos Mora y estaba ahí, en un partido internacional. Fueron pocos minutos, pero suficiente para que se entusiasmara más, que viera que todos los esfuerzos en el día a día con los futbolistas de su categoría había valido la pena.
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También pensó que debía esforzarse más, porque era apenas el principio. En enero cumplirá 16 años y tiene muchos sueños.
Pero hubo una situación muy particular y es que otro equipo lo buscó.
La Nación sabe que Herediano quería en sus filas al hijo de Froylán y la oferta era tentadora para cualquiera.
Dos fuentes confirmaron que dicha propuesta consistía en un salario de ¢1,1 millones, más ¢300.000 del colegio privado; pero el talento se siente feliz y realizado donde se encuentra, donde está viviendo su propio sueño.
Para esos muchachos en formación, la Liga no paga salarios, sino lo que ofrece es formación, metodología y desarrollo; lo demás vendrá más adelante.
En términos económicos, el contrato de Ledezma con Alajuelense es prácticamente por viáticos, pero eso va de la mano con la estructura que tienen los manudos.
Juan Pablo concedió una entrevista a La Nación en 2018, cuando tenía 13 años y ese día manifestó: “Yo estoy aquí desde los nueve años y espero seguir aquí varios años”.
También señaló: “A mí me gustaría debutar joven y tener una muy buena carrera en el fútbol”.
Siendo un niño, en ese momento hablaba con mucha naturalidad y madurez. Otros de sus compañeros decían que les daba pena ser entrevistados, pero él no tenía problema en sentarse a conversar con una periodista y con una cámara de por medio.
“Desde pequeño fui liguista, cuando vi a mi papá lo vi en la Liga y me encanta la Liga. He visto varios videos de él y me parece que era muy bueno”.
Se ha estirado, se ve un poco más corpulento y se parece mucho a su progenitor.
“Cuando me ven jugar o me ven en los entrenamientos o en la calle, me preguntan que si soy hijo de un jugador de fútbol y yo respondo que sí. Me preguntan que si de Froylán Ledezma y yo les respondo”, había relatado, en alusión a algo que le pasa a menudo y a lo que está acostumbrado.
En el club dicen que Juan Pablo tiene ciertas peculiares muy propias que tenía el ‘Cachorro’ y lejos de presionarse, eso es todo un aliciente para el jovencito.
“Eso dicen, casi todos los entrenadores lo tuvieron en divisiones menores aquí en la Liga, en Heredia y en varios equipos”, apuntó, para confesar que sí cree que tiene una similitud con su papá.
“La velocidad, él era muy rápido y al parecer yo también (ríe...)”.
Sobre eso, Crisanto UIate, uno de los formadores en las ligas menores de Alajuelense, citó: “Yo diría que sí, la mayoría de movimientos son muy similares a los de Froylán. Lo que queremos y lo que pensamos es que los pueda seguir aplicando conforme vaya creciendo y nos pueda dar muchas alegrías. Eso es lo que queremos todos, estamos trabajando con él para que eso sea realidad”.
Froylán Ledezma tenía 17 años aquel 14 de enero de 1995 cuando debutó con Alajuelense ante Pérez Zeledón; el 4 de noviembre, su hijo, Juan Pablo entró en los registros históricos del club, al convertirse en el futbolista más joven en la historia de la Liga en jugar un partido internacional oficial.
“15 años, 9 meses y 13 días. Es la edad exacta con la que debuta profesionalmente Juan Pablo Ledezma Porras y se convierte en el jugador más joven en la historia de Liga Deportiva Alajuelense en jugar un partido internacional oficial. Hijo del gran atacante Froylán Ledezma”, reseñó ese día el periodista y estadígrafo Christian Sandoval.
En varias ocasiones, Froylán ha dicho que no se pierde los partidos de Alajuelense y que ansía que llegue la copa 30 para los manudos.