EscucharNo hace falta que lo diga yo, el primero en exponerlo una, dos, tres y hasta cuatro veces fue el propio técnico Géiner Segura; Cartaginés firmó un gran fracaso en el torneo en que se suponía debía comportarse como un equipo diferente. El campeón no estuvo a la altura y no pudo cargar con la corona ni en el Apertura 2022 y menos en la Liga Concacaf.
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Con lo anterior más que claro, también hay que reconocer que toda la responsabilidad no se le puede achacar al técnico Géiner Segura. Es más, si se trata de un juicio, lo declararía inocente y le daría la razón en sus alegatos: no tuvo tiempo de preparar nada, las lesiones lo dejaron sin armas importantes y ni qué decir las expulsiones; ocho en total, más que ningún otro equipo y la mayoría absurdas y con castigos prolongados.
Obvio que Segura también pudo equivocarse en la planificación, como lo dijo, aunque nadie había pasado por algo similar. Ahora es fácil verlo y señalarlo.
De seguro también falló en algún cambio o algún planteamiento, como también se le pueden criticar los refuerzos. Eso sí, no habían muchas alternativas, fichó a quienes conocía y la directiva se movió muy bien para traer a un Marco Ureña que lamentablemente para los centenarios, se lesionó y no pudo pesar.
Y es que hay que tener memoria y no solo decir que Segura debe irse, como comentan algunos aficionados en redes sociales. La dirigencia tiene todo el derecho de valorar si continúan o no con un timonel al que le restan seis meses de contrato. Leonardo Vargas y su hijo son quienes viven el día a día en la institución y ven lo que nadie más, sin embargo, también han demostrado ser mesurados y directivos distintos; por algo son campeones.
Igual, reitero que hay que tener memoria y darle valor a quien fue la cabeza para acabar con la peor racha del club. Ahora resulta que algunos fanáticos creen firmemente que Géiner ya no puede y que entre el 6 de julio y el 4 de octubre perdió toda la capacidad, se desgastó, ya no es buen técnico y mejor despedirlo. Yo no lo creo así.
Por si a alguien se le olvida, Segura hizo lo que ningún otro estratega pudo en 81 años. En ocho décadas el equipo contabilizó 69 entrenadores diferentes, pero fue el actual técnico quien llevó la copa a la Vieja Metrópoli.
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Es más, durante los 81 años, 5 meses y 24 días de sequía de los brumosos se sentaron en su banquillo grandes figuras y tropezaron siempre. Alexandre Guimaraes (dos veces mundialista y campeón en Costa Rica y Colombia), Hernán Medford (multicampeón en Costa Rica, Honduras y Guatemala), Jeaustin Campos (seis campeonatos nacionales), Odir Jacques (seis campeonatos nacionales) y Paulo César Wanchope, entre otros.
Obviamente tampoco es que ahora a Segura hay que dejarlo por la libre y no se le puede criticar o pedir resultados. Jamás. Para el Clausura 2023 hay que exigirle mucho más que antes, debe clasificar bien, luchar por el título y ser candidato firme; cualquier otro resultado sería excusa y no se le puede perdonar.
