La afición de Saprissa clama por refuerzos y muy a pesar del regreso de Ariel Rodríguez y la posible llegada de Christian Bolaños, queda la sensación de que la partida de Johan Venegas no será amoritguada. Pero, ¿cuáles son las principales necesidades a cubrir de la S?
Erick Lonnis, Róger Flores y Manuel Gerardo Ureña, exfiguras de los tibaseños, analizan los requerimientos del Monstruo, luego de una temporada en la que se quedaron en las semifinales y de momento, sus competidores directos suman más incorporaciones.
Lejos del clamor popular por hombres de ataque, los tres exfutbolistas concuerdan en que hay falencias más importantes en la zona defensiva, tanto en los centrales, como en la lateral izquierda.
La salida de Johnny Acosta y el que Esteban Espíndola aún no dé seguridad, hacen que se pongan los ojos en este sector.
“La zona baja es perfecta para reforzarse y se necesita. En la línea defensiva necesita uno o dos jugadores de mucha solvencia y liderazgo. Hace un buen rato que Saprissa viene sufriendo en esta zona por la cantidad de goles que le hacen y las oportunidades que le generan. Sobre la lateral izquierda hay que meter más presión y fuelle, porque en el fútbol actual los laterales deben ser rápidos, fuertes, marcar bien y dar una salida limpia”, aseguró Lonnis.
Mismo sentir de Ureña: “Pienso que lo que más necesita reforzar Saprissa es la línea defensiva y aunque lo veo más como el bloque y el funcionamiento de todo el colectivo, uno se enfoca en los centrales y hay un tema con los laterales. Digo los centrales tanto por la marca como por la salida, porque uno no concibe que un volante (Michael Barrantes) tenga que bajar a quitarle la pelota a los defensores para dar la salida. Todo el mundo habla de definición, pero cualquiera puede cerrar la jugada. Me enfoco más en jugar sin balón”.
En el caso de Flores, recalcó que no hay que caer en el juego de fichar solo porque los rivales lo hacen, sino que hay que apegarse a un proyecto y trazar una línea clara.
El excentral apunta a que se han dado fallas en las elecciones y por lo mismo, algunos jugadores terminan por no aportar. En su análisis hace énfasis en que el cuerpo técnico y la directiva deben estar claros en el modelo de juego y las proyecciones para ahí establecer los nombres por los que irán para ser competitivos.
“Antes de comprar jugadores por comprar, lo prioritario es ver la estrategia de la junta directivo con el entrenador. Hay que ver cómo se subsanan los errores del pasado y cuáles son los objetivos. No hay que comprar jugadores solo porque Alajuelense sí lo hace, sino hay que verlo más allá. A Saprissa le falta un central, un lateral izquierdo y en la zona media, que está débil, pero hay que entrar en una evaluación con la dirigencia”, apuntó.
No alcanza solo con Bolaños
Si bien es cierto, los tres entrevistados apuntan primero a la zona defensiva, y comparten que Christian Bolaños sería una incorporación de peso para el ataque de Saprissa, no lo ven como la solución que aplaque todas las necesidades en esta zona.
La S perdió a Johan Venegas y por ahora solo cuenta con Ariel Rodríguez y Frank Zamora como centro delanteros de experiencia. Bolaños marcó 18 tantos en su última campaña con los tibaseños, pero no es un “9″ y tampoco se caracteriza por dar la puntada final, sino que es más un generador.
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“La productividad de juego de Christian es muy buena, sobretodo por el costado derecho y de afuera hacia adentro. Él tomó un rol protagónico como definidor en el último torneo en el que estuvo, pero fue algo circunstancial. Christian no es definidor, llegó Ariel y hay que ver cuál será el papel de Zamora, pero pienso que sí le hace falta alguien más en ataque a este Saprissa”, destacó Ureña.
Lonnis fue más allá, ya que a su parecer hay un vacío de figuras emergentes que den recambio y que estén preparadas en este momento para cargar con más peso en el club.
Incluso, cuestionó lo que ocurre en las ligas menores. El excapitán de los tibaseños visualiza que se debería de fichar a jugadores más jóvenes, para llenar el hueco que existe y de paso, hacer más fuerte la competencia interna.
“Si entra un jugador como Bolaños le suma al juego del equipo y la colectividad, pero igual creo que en Saprissa muchos se pasan de los 35 años y por eso en el equipo deben de pensar en refuerzos de edades entre los 20 y los 23 años. No sé por qué razón las divisiones menores dejaron de producir con la calidad a la que acostumbraban, pero en este nuevo proceso hay que ayudar a consolidar a los que vienen de abajo y ver cuántos de ellos están en capacidad de iniciar un torneo con la responsabilidad que se requiere”, finalizó.