Paulo César Wanchope se forja un camino como entrenador y en medio de altos y bajos, llegó a una conclusión: no se puede ser tan cuadrado de creer solo en una fórmula. La remontada de Cartaginés ante Grecia (triunfo 4 a 3 en duelo que perdía 3 a 0) le valió para darse cuenta que no hay nada malo en traicionarse a sí mismo, con tal de crecer.
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El propio entrenador contó que al medio tiempo contra los griegos aceptó ir contra lo que más le gusta y al final, se llevó una lección mucho más valiosa que el propio gane.
- ¿Cómo explica la reacción del equipo en el segundo tiempo?
- El segundo tiempo fue mucho mejor. La disposición fue mejor y cambiamos nuestro estilo de juego, para ser más directos. Además, nos paramos con tres atrás y los laterales tenían que cerrar para ganar la segunda pelota. Utilizamos la fortaleza de nuestros jugadores en punta, que son potentes, y sacamos provecho de esto.
- ¿Qué exige el cuerpo técnico en el medio tiempo, para ver un cambio tan radical?
- La exigencia es máxima siempre. Ahora, no es solo de actitud, sino que como entrenador debe ser autocrítico y si hay que cambiar, se hace. Por lo general, no me gusta jugar tan directo como lo hicimos en el segundo tiempo, pero había que hacerlo. No teníamos claridad con pelota y sin pelota, sin embargo, con el ajuste nos funcionó”.
- ¿Cuál es la principal lección que se lleva?
- Este tipo de partidos son los que lo hacen crecer a uno como técnico. Se tomó una decisión en contra del estilo que queremos poner y salió. No hay que tener miedo a cambiar en pleno partido, en pro de sacar un resultado, porque el Cartaginés está para ser protagonista y luchar por el título.
”Algunas veces hay que renunciar a lo que uno quiere y le gusta. Toca convencer a los jugadores al medio tiempo y modificar, si es que no funciona lo que se está haciendo”.
- ¿Qué valoración hace de Jostin Daly?
- A Jostin lo trajimos porque tiene mucha calidad. Siempre me ha gustado su estilo de juego, su forma y él va a ir creciendo. Va a dar mucho, no solo para Cartaginés, sino que para el país.
- ¿Hay jugadores que le quedaron debiendo?
- En el primer tiempo casi que nadie se podía salvar. Lo que pasa es que no podía quitarlos a todos, no se permiten 11 cambios.
”En términos generales los futbolistas entendieron que quedaron debiendo. Ahora, no puedo ser mezquino con el rival o irrespetar a Grecia, con lo que hizo. Tuvimos la capacidad de recuperarnos porque contamos con una planilla importante y con muy buenos jugadores en todas las líneas”.
- ¿De qué forma manejará las rotaciones?
- Las rotaciones se tienen que dar. Para este juego tenía directrices de nuestro departamento médico con algunos jugadores. Son situaciones que la gente no maneja y uno se ve obligado a tomar decisiones. Todos están disponibles y con ganas de colaborar.
- ¿Por qué Marcel Hernández no estuvo ni en la suplencia?
- Marcel tuvo una operación en plena pretemporada y hay que llevarlo poco a poco. En el primer partido participó 20 o 25 minutos, que era el tiempo que debía jugar. Son cosas que la gente no sabe y como hace tan poco fue operado, no era conveniente que jugara en una cancha sintética.
”Hay que jugar con todas estas variables, pero no tengo miedo en poner a otros jugadores, porque lo que queremos es que todos entiendan el estilo y el rol, para no depender de una figura”.