El formato de los próximos dos torneos es toda una incógnita. Lo poco que se sabe es que no será hasta el próximo 28 de mayo cuando se daría la Asamblea de Presidentes de la Primera División, para votar por el sistema de competencia para el Apertura 2024 y Clausura 2025.
La Unión de Clubes de Fútbol de la Primera División (Unafut) puso tres propuestas sobre la mesa, sin embargo, desde la Federación Costarricense de Fútbol pidieron tiempo para presentar una alternativa. Ante este panorama tan incierto, explicamos los pro y los contra de las opciones de la Unafut:
Propuesta 1:
Mantener el formato actual, con 22 fechas de fase regular, semifinales, una final de la segunda vuelta y una gran final (en caso de ser necesaria).
Pros
- Torneo es disputado hasta el final, ya que hay cuatro cupos para semifinales y también los clubes buscan meterse a la Copa Centroamericana y evitar el descenso. Por más que uno o dos equipos saquen ventaja en la primera fase, la pelea por el cuarto lugar suele ser reñida y el título no se define hasta el final.
- Mejores ingresos para los equipos que clasifican. Las taquillas de semifinales y final suelen ser las mejores para los clubes que llegan a estas instancias. Además, está la posibilidad de una gran final, que incrementa la recaudación.
- Afición mantiene el interés a lo largo de la fase regular y más aún en las finales.
- Televisoras sacan provecho del interés que genera el campeonato, más aún en la recta final, al estar algo en disputa siempre.
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Contras
- Saturación de partidos en un calendario. Los finalistas llegan a disputar 26 juegos si es hasta la final de la segunda fase o 28 si se necesita de una gran final.
- Poco espacio para que la Selección Nacional pueda realizar microciclos con futbolistas del medio local.
- Prácticamente no hay fechas disponibles para reprogramaciones, en caso de ser necesarias.
- Hay quienes consideran que no se premia al más regular, ya que el líder puede caer en la segunda fase.
- Choca con el Torneo de Copa y la Copa Centroamericana; ambos se juegan en el segundo semestre del año.
Propuesta 2:
Realizar 22 jornadas de fase regular, semifinales y una final, eliminando así la gran final, y coronando como campeón al ganador de la segunda fase.
Pros
- Se repiten los beneficios de la propuesta uno, al ser un formato muy similar: competitividad, interés de la afición, buenos ingresos.
- Se libera un poco el calendario al no tener que disputarse una gran final.
Contras
- Se repiten las dificultades del formato con la propuesta uno: calendario saturado, poco espacio para la Selección, el equipo más regular no tiene nada garantizado.
- Se elimina el premio al líder. Al no existir una gran final el único beneficio que tendría es cerrar en casa una final, pero no tiene una segunda oportunidad, como sí pasa con el anterior sistema de competencia.
- Se reducirían los ingresos, al no contar con la posibilidad de dos de las mejores taquillas, en una eventual gran final.
Propuesta 3:
Volver al formato utilizado durante la pandemia del Covid-19: dividir a los equipos en dos grupos de seis, disputando dos vueltas solo contra rivales de su sector y una contra los del otro grupo. Luego de esto se avanzaría a semifinales, una final y una gran final (si es necesaria).
Pros
- Se reduce la cantidad de partidos en el semestre. Se pasaría de 22 partidos en la fase regular, a 16 con este formado; es decir, seis choques menos por club en la primera etapa.
- Se abren espacios para que la Selección de Costa Rica realice microciclos. Además, hay más alternativas para reprogramaciones y para los juegos del Torneo de Copa y Copa Centroamericana.
- El líder general mantiene su premio de garantizarse una gran final.
- Interés y competitividad se mantendrían tal cual en la propuesta uno.
- Clubes no tradicionales con más opciones, ya que estarían divididos en dos grupos, en los que clasifican los dos primeros.
Contras
- Solo se tendría un clásico nacional por temporada en la fase regular.
- Clubes no tradicionales ya no recibirían la visita de los cuatro equipos de más afición, ya que solo se medirían una vez con los adversarios del otro grupo. Incluso, les podría tocar visitarlos y no recibirlos.
- Al haber menos juegos, los ingresos por taquillas también se verían afectados.
- Televisoras también pierden, al tener menos juegos entre los rivales tradicionales.