En caso de que Saprissa triunfe este miércoles ante Guadalupe en la Cueva, podría ser líder, pero, ¿por qué su fútbol no satisface a la afición?
Víctor Cordero, asistente morado, afirmó que le gustaría que la afición coreara el nombre de Vladimir Quesada. ¿Ha hecho este los méritos para eso? Técnicos, exjugadores, cuerpo técnico, futbolistas y dirigencia opinan al respecto.
Lo que se ve en el terreno de juego, la presión que tiene el equipo, las malas actitudes de algunos de sus jugadores, los resultados en el campeonato nacional, el ridículo en Concacaf, la falta de la Licencia A de Quesada para poder dirigir, el no poder con las canchas sintéticas son algunas de las posibles razones por las que el Monstruo de mil cabezas no está satisfecho con el fútbol que practica el equipo.
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El estratega Marvin Solano lo tiene claro: “lo que ven en la cancha no les gusta”. “Se supone que la gran inversión de un equipo como Saprissa es para que haga una gran diferencia, como nos dijeron ahora con los mexicanos, porque ese fue el argumento; entonces, aquí también se debe ver esa superioridad”.
En su opinión, el cuerpo técnico encabezado por Quesada ha quedado en deuda, pero es reflejo de su inexperiencia en este tipo de cargos en clubes donde se maneja todo de una manera más mediática.
“Al ser seguidores muy exigentes, ellos buscan un técnico con mucho liderazgo. Pocas veces Saprissa ha tenido un técnico con tan poca experiencia y en un camerino complicado”, agregó.
A esto hay que sumarle la reacción de algunos futbolistas que denotan frustración ante los ojos de todo el mundo.
Por ejemplo: la discusión entre Ariel Rodríguez y Johan Venegas luego del 5-1 ante América (luego ambos afirmaron que todo estaba arreglado), el puñetazo que lanzó Mariano Torres a un aficionado, las declaraciones de Jerry Bengtson al decir que se siente relegado porque el cuerpo técnico da más oportunidad a los posibles mundialistas, la ingenua expulsión de Daniel Colindres en Guápiles y la imagen de Johan Venegas evidentemente enfadado cuando lo sacaron de cambio contra Cartaginés.
Ninguno de esos hechos tuvo corrección pública por parte de los jerarcas del equipo.
Sobre este tema, la exgloria del saprissismo Marco Rojas afirma que los jugadores deben mantener la ecuanimidad en los momentos de mayor presión, pues eso es lo que caracteriza a un profesional que va de la mano con uno de los clubes más grandes del país.
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“En el tiempo de nosotros todos nos apoyábamos, hoy en día el jugador está imponiendo reglas, hay que llamar la atención, educar y formar. Hay que comportarse con el compañero y hay que mostrar la identidad de Saprissa y a veces no lo vemos. Falta integridad, compañerismo, más actitudes con las demás y no con uno mismo. En eso estamos deficitarios, debe haber lealtad y responsabilidad con la afición”, externó Rojas.
Ante esta situación, Solano considera que tiene mucho que ver la orientación y el respeto que estos jugadores tengan en relación con el cuerpo técnico. “Hay jugadores que jamás le harían eso a otro entrenador. No sé si a Jorge Luis Pinto se lo harían, a mí nunca me lo han hecho tampoco, en el caso de Venegas a Óscar Ramírez en la Selección tampoco se lo hace ni cuando estuvo en la Liga”.
Por su parte, Roy Mayers, técnico y exmorado, apunta que es un tema de paciencia y que la hinchada aún no perdona la caída 6-2 (en el marcador global) ante las Águilas de México.
“Saprissa es un club mediático, el resultado nefasto contra el América es el que ha hecho que eso suceda, pero deportivamente no hay ningún problema. Estoy seguro que con el liderato y mejores resultados todo cambiará”, dijo Mayers.
En su criterio, el plantel tiene jugadores de buen rendimiento, pero acaban de llegar al club, además del cambio de timón de Carlos Watson a Quesada: “Hubo un cambio de entrenador y eso requiere tiempo. Hay jugadores que vienen integrándose, por más buenos que sean necesitan su espacio”.
Voces moradas. En el vestuario prefieren mantener la calma y aducen que ya están cerca de obtener el liderato. Saben que el fútbol depende de resultados y hoy están a tres puntos de alcanzar la cima del Clausura 2018, con un partido pendiente.
Heiner Mora calificó la situación de “normal”, pues la afición estuvo desesperada por el empate sin goles ante Cartaginés, que al final definió Marvin Angulo.
“Ellos (la afición) sienten que tenemos que estar en primer lugar y hagamos un fútbol más vistoso, pero bueno, hay que tener paciencia. Ellos (Vladimir Quesada y Víctor Cordero) están empezando en esto, no han tenido la suficiente experiencia para estar en ese cargo, creo que solo con estos partidos lo van a lograr”, opinó.
Así mismo, el volante Christian Bolaños respeta a la hinchada y por ese motivo prefirió mantenerse al margen.
“Ellos pagan su boleto y van a decir lo que ellos piensan. A lo interno intentamos hacer lo mejor. Venimos de dos semanas difíciles. No sé, yo la verdad que acá voy a ser lo más cauto posible”, contestó.
En el caso de Víctor Cordero, el asistente continúa como pararrayos ante las consultas de la prensa y el escrutinio de la afición, que volvió a corear el “Centeno, Centeno” en la Cueva.
“No tengo problema en decir que la afición tiene el derecho a expresarse. Le agradecemos que apoyen al equipo: la gente no abandonó las gradas. Sería muy lindo que corearan el nombre de Vladimir Quesada, pero nosotros tenemos que respetar y hacer lo que nos corresponde, que es trabajar durante la semana”, indicó.
Por último está la versión del presidente Juan Carlos Rojas, quien se manifestó en Twitter sobre el presente del plantel.
“Leyendo a detractores y la prensa pensé que estábamos fuera de clasificación... pero resulta que un triunfo el miércoles nos pone de líderes, por encima de todos. Hay que mejorar, por supuesto, y no me cabe la menor duda que así será. ¡Lucharemos con todo por la 34!”, publicó.
Ese comentario provocó que muchos tuiteros le reclamaran a Rojas por lo que en su criterio ven en la cancha.
El Monstruo cuenta con un rendimiento de 64,10% en el torneo nacional y con un balance de ocho triunfos, un empate y cuatro derrotas; 22 goles anotados y 10 recibidos.