Cartaginés tuvo que ajustar sus presupuestos y limitar los gastos en un momento complicado. El club vio reducidos sus ingresos en un 40% y la situación no es fácil, pero en el equipo salieron al paso a negar que están en riesgo de quebrar.
El presidente brumoso, Leonardo Vargas, dio calma a los aficionados al explicar que pese a los sobresaltos, cumplen con todas las obligaciones con jugadores y proveedores y no tienen atrasos en los arreglos de pago.
“Es cierto que hemos visto disminuidos nuestros ingresos en un 40%, por un tema de patrocinadores, taquillas y el mal torneo que hicimos en el semestre anterior, pero hay apreciaciones que no son ciertas. Es falso que el Cartaginés esté a punto de quebrar, le pueden preguntar a todos nuestros colaboradores, a nuestros jugadores y empleados, porque estamos al día con todos. No hay atrasos; cumplimos con lo prometido”, dijo el jerarca previo al duelo ante Saprissa.
La problemática de los centenarios se originó por el mal Torneo de Clausura 2024, en el que no clasificaron y también se les esfumó el boleto a la Copa Centroamericana de la Concacaf. Perdieron patrocinadores y las taquillas en el actual certamen también se fueron de pique.
La taquilla frente a los morados es la mejor en lo que va del Apertura 2024 y aún así el Fello no se llenó. El reducto de los blanquiazules lució a un 80%, lo que da algo de alivio.
Desde que Vargas y su familia asumieron al conjunto de la Vieja Metrópoli han lidiado con deudas de administraciones anteriores y también se les han presentado imprevistos, como el desprendimiento del techo de sombra. La dirigencia tuvo que invertir en una estructura totalmente nueva en el sector este, lo que ajustó más la parte financiera. Pese a esto, el directivo recalcó que sigue en pie de lucha.
“Es cierto que hay que hacer un esfuerzo adicional y si se necesita, lo vamos a hacer más. Reitero, Cartaginés no está ni cerca de quebrar. Es cierto que el balance que habíamos conseguido en los años anteriores no es el mismo que ahora, pero seguimos en la lucha. El día a día es apretado, no se tiene la solvencia de antes, pero seguimos”.
Más allá de estos retos, Cartaginés inició esta semana con los movimientos de tierra en los terrenos que compró cerca del estadio para construir su centro de entrenamientos. Vargas considera que esta es una muestra de que la situación es delicada, pero está bajo control.
Uno de los temas que más limitan a nivel económico a los brumosos es el fideicomiso que pesa sobre el club desde antes de que Leonardo Vargas adquiriera al equipo. Esta deuda supera los $2.5 millones, así mismo, hace poco llegaron a un arreglo de pago con el Ministerio de Hacienda por un monto que ronda los ¢400 millones. El dirigente comentó que están buscando mejores opciones para solventar esto.
“Lo que arrastramos del pasado es duro, pero lo estamos tratando se solventar de otra manera. Es un negocio de otras dimensiones y esperamos que en los meses venideros nos salga lo que estamos buscando. No es que nos vamos a olvidar de la deuda, pero se podría manejar diferente para saldarla en los próximos años”.