Cartaginés es sin duda alguna el equipo más afectado en Costa Rica por la covid-19. Los brumosos no solo registran tres casos positivos, sino que tuvieron que suspender entrenamientos desde el miércoles anterior y volverán hasta el 27 de agosto. Además, les reprogramaron las primeras tres fechas del Torneo de Apertura 2020 y como si no fuera suficiente, los 52 test que efectuaron a toda la planilla y el parón le cuestan cerca de ¢20 millones.
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Leonardo Vargas, gerente general e hijo del presidente y dueño de los blanquiazules, reconoció que el impacto es fuerte en la institución, tanto en lo deportivo, como en lo económico. Tan solo las pruebas a la parte deportiva y administrativa costaron ¢3,5 millones, pero cerrar la institución por 14 días y no participar en el certamen conllevan pérdidas asociadas.
“Solo por las pruebas se gastaron cerca de los ¢3,5 millones. Sin embargo, si uno se pone a hacer números, este monto asciende a unos ¢20 millones, porque tenemos a toda la planilla parada y también nos pararon al personal administrativo. Además, había reuniones con patrocinadores, estaba el tema del nuevo uniforme y todo esto hace que el costo se eleve muchísimo”, señaló el dirigente, quien lleva el mismo nombre que su padre.
Vargas añadió que: “No hay un respaldo de algún ente del fútbol. Es difícil en lo económico, porque hay una planificación y un presupuesto que se venía manejando, pero este mes nos golpeó bastante tener que hacer esto”.
Sin embargo, uno de los temas que más genera preocupación en el conjunto de la Vieja Metrópoli es el deportivo. Cada integrante del plantel está aislado en su respectiva casa y aunque sigue una rutina de ejercicios para mantenerse en lo físico, no tiene posibilidad de trabajar en cancha y mucho menos de tomar ritmo de competencia.
El coronavirus irrumpió en medio de la preparación del cuerpo técnico y se trajo abajo una pretemporada alentadora para el club, en la que registró cinco ganes, solo una derrota, 11 goles a favor y siete en contra.
“Ha sido muy complicado, tanto para nosotros desde la administración, como para el cuerpo técnico y los jugadores. La parte deportiva nos ha externado que es una lástima lo que se vive, porque se hizo una pretemporada muy buena y el equipo estaba en muy buen nivel, pero esto nos perjudicará un poco. Pese a que se está cuidando el tema físico, no es lo mismo estar en la casa, que tener competencia y ritmo. Sumado a lo mental, que también afecta”, agregó el gerente.
En desventaja
Vargas considera que entrarán en desventaja en el Apertura, ya que no compitieron en la fecha uno frente al Sporting (reprogramado para el 9 de setiembre), tampoco lo harán en la dos contra Jicaral (pospuesto para 16 de setiembre) y de igual forma en la tres con Saprissa (ahora para el 23 de setiembre).
Cartaginés debutará hasta la jornada cuatro, cuando visite a Limón el 2 de setiembre. Es decir, que entre la fecha en la que lo dejarán volver a a los entrenamientos (27 de agosto) y el primero choque, solo tendrá cinco días para prepararse.
“Es preocupante, más aún pensando que el torneo podría tener solo 10 fechas. De igual manera, nos tiene tranquilos la profundidad que tiene la planilla… No hay posibilidad de volver a entrenar antes del 27 de agosto. Estamos planificando con el cuerpo técnico que se tendrán cuatro días de preparación y uno de viaje al Caribe, previo a debutar. Pensamos que entrar en competencia lo más antes es mejor, por un tema de calendario y ritmo de competencia”, añadió.
Vargas comentó que la idea de realizar las pruebas a todo el plantel y administrativos era evitar que los aislaran y así solo mantener en cuarentena a los tres positivos. No obstante, esto no se dio así y les indicaron que con test o sin ellos debían frenar todo por 14 días.
Es decir, los negativos no tienen posibilidad de realizar sesiones y competir. La Unafut solicitó al Ministerio de Salud la posibilidad de cambiar esta medida y que quienes no tengan el virus puedan jugar, pero esto no aplicará para los blanquiazules.
El gerente recalcó que los tres casos son asintomáticos y están en perfectas condiciones de salud.