Puntarenas FC no solo sueña en grande, sino que da pasos firmes para convertir en realidad lo que anheló desde siempre, eso que muchas veces parecía imposible en la Perla del Pacífico, pero hoy es su presente y marcará mucho de su futuro, al contar con una cancha natural de primer mundo.
Desde que el Puerto estrenó el Centro de Entrenamiento en El Roble el pasado 25 de enero, jugadores y cuerpo técnico se preparaban en la cancha sintética. Ya eso era una novedad, pero de reojo veían cómo germinaba la gramilla natural.
Todos eran testigos de cómo ese césped tomaba un tono verde intenso con el paso de los días y desde hace una semana se inauguró esa fantástica cancha natural en el complejo deportivo.
La Nación conversó con Enio Cubillo, el director general de Turf Managers Specialist (TMS), la empresa que instaló esa gramilla, y dijo que el secreto de ese campo que llama tanto la atención está primero que nada en el plan que tiene la dirigencia de Puntarenas.
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Porque ahí tenían muy claro que construir un centro de entrenamiento como el que debe tener todo equipo profesional de fútbol iba a ser un beneficio mayúsculo para toda la provincia.
Contó que la cancha cuenta con todas las regulaciones y los parámetros de la FIFA, a tal punto de que se apostó por un tipo de césped que es muy utilizado en Europa y que se ha estado implementando en Centroamérica. Es un pasto especial para climas cálidos, que calza a la perfección cuando hay sol y lluvia.
Esa cancha tiene drenajes, su sistema de riego, está construida 100% en arena y utiliza zacate bermuda Ibiza, que es la nueva tendencia.
“Se trata de un bermuda que es más tolerante a los climas cálidos, al maltrato, al pisoteo y que ayudará a que en condiciones extremas como las que tiene Puntarenas, el césped siempre esté con buena calidad. De verdad que es una cancha de primer nivel”, apuntó.
Al ver ese campo, surge la inquietud de por qué Puntarenas sí puede tener una cancha natural buena y en otros lugares no se animan. Pareciera que la respuesta radica en un tema de querer hacerlo y tener bien enfocado el proyecto.
Enio Cubillo destacó que nadie dice que es fácil tener un centro de entrenamiento, mantenerlo y desarrollarlo, pero insistió que en el Puerto creyeron en el proyecto y quisieron hacerlo con las características de un complejo 100% profesional.
“Muchas veces se dice que si por clima, la lluvia y al final es un tabú. Cualquier zona del país, cualquier ciudad y cualquier equipo podría tener un centro de entrenamiento, con canchas en buenas condiciones. Simplemente es saber lo que se está haciendo y hacerlo de buena manera”.
También dijo que en Costa Rica, las condiciones climáticas que existen se traducen en muchos beneficios para lograr mantener un césped en buenas condiciones.
“Todos los campos naturales tienen drenajes, son con base de arena y el exceso de lluvia no debería de ser un problema. En realidad, eso nos puede ayudar al crecimiento y al mantenimiento del césped. En las temporadas que tenemos sol, eso nos ayuda a que crezca fuerte, que sea bien sano, porque es para este tipo de climas”.
Para él resulta muy contradictorio cuando escucha criterios de que en Costa Rica hay sectores donde sería imposible tener una cancha natural.
“Eso es falso y hoy Puntarenas da un golpe en la mesa al decir que sí se puede y que clubes con menor presupuesto, pero que hacen bien las cosas, pueden tener su centro de entrenamiento y buenas canchas”.
Contó que a ese campo natural del Puerto se le dan los mismos cuidados que a otra cancha en cualquier parte del país, entendiendo que hay horarios de entrenamiento del equipo y que probablemente se jueguen partidos de liga menor ahí.
“Hay sus lapsos de mantenimiento y deben tener la maquinaria necesaria para hacerlo, además de que lo realicen personas capacitadas para esa tarea y que conforme pase el tiempo, siga siendo una muy buena cancha, con muchos años de uso en el centro de entrenamiento”.
Sin revelar montos, expresó que el costo de una cancha sintética en relación con una cancha natural, es muy similar.
“La gente cree que el mantenimiento es lo caro, pero al final, el problema es que a las sintéticas no se les da el mantenimiento que necesitan. No es que una sea más cara que otra, sino que unas se cuidan y otras no”.
Al mencionar eso, agregó que una natural con buen mantenimiento puede durar años de años; mientras que la sintética por lo general se usa para todo y cuando no se le da mantenimiento aparecen huecos, se quedan sin caucho y es solo la alfombra, o está durísima. Y todo eso repercute en la calidad del espectáculo.
En el caso de Puntarenas, los naranjas están decididos a cuidar todos los detalles en ese Centro de Entrenamiento en El Roble, donde también quieren tener su nuevo estadio.