
Joseph Joseph es, literalmente, el gestor y dueño del nuevo Centro de Alto Rendimiento de Alajuelense (CAR), unas instalaciones multidisciplinarias recién estrenadas con cinco canchas, camerinos, oficinas y un gimnasio de 700 metros cuadrados.
Reservado y algo tímido, este empresario de 48 años es dueño de distintas compañías, aunque la más conocida es la cadena de tiendas ‘Pequeño Mundo’.
Vicepresidente manudo desde hace cuatro años, Joseph decidió construir el CAR con dinero de su bolsillo, en un terreno familiar de seis hectáreas ubicado en Turrúcares de Alajuela.
Acordó con la directiva de Alajuelense, y con la aprobación de sus asambleístas, utilizar una figura legal llamada ‘comodato’ para cederle el proyecto al club durante un periodo de 10 años, con la opción de ampliarlo por más tiempo.
“Es como un alquiler, pero sin que me tengan que pagar nada, así lo puedo resumir”, explicó Joseph, un tipo educado y de bajo perfil, que asegura no le gusta mezclar su vida empresarial con su pasión.
Joseph conversó con La Nación durante 31 minutos, tiempo suficiente para explicar el por qué de su decisión de invertir tanto dinero en un proyecto como el CAR y los resultados que espera obtener con esta obra deportiva.
Distintas personas en la Liga, entre ellas el gerente deportivo Agustín Lleida, han manifestado públicamente que usted es el gestor del CAR. ¿Cómo nació la idea?
Yo también estoy agradecido con el trabajo de Agustín en este proyecto. Siempre he pensado que el fútbol hay que trabajarlo bien desde abajo, y cuando entré a la directiva, hace cuatro años, vi desde adentro de la institución la necesidad de un proyecto así, y por eso fue que empezamos a trabajar en eso.
¿El proyecto se le fue ocurriendo por partes, o desde el principio lo vio como un proyecto integral?
No, desde el principio se pensó como un proyecto integral, nada más que se fue haciendo por partes.
Usted entra como directivo durante la gestión de Raúl Pinto. ¿Cómo se da su llegada a la Liga?
Soy liguista de toda la vida, liguista desde que tengo siete años, porque en mi casa mi papá era extranjero y no era muy fiebre del fútbol, pero en la escuela me hice liguista y a partir de ahí me hice muy liguista. Luego me invitaron a la junta directiva y aquí sigo.
Algunas personas que lo conocen dicen que su motivación siempre ha sido la liga menor, incluso por encima del primer equipo. ¿Es así?
Bueno, siempre he pensado que el fútbol debería trabajarse desde las bases, así se hace en Europa, en Suramérica y no veo por qué aquí deba ser la excepción. Aquí hay mucho talento que se desperdicia, y creo que si se trabaja bien desde las bases, podemos tener buenas generaciones en el futuro.
¿Usted decide donar el terreno para que se construya el CAR, o cuál fue el modelo que se instauró para desarrollarlo?
El terreno no es donado, el terreno es prestado a la institución, la Liga no tiene que pagar ningún alquiler y tiene todo el derecho de explotarlo de la manera que considere. Es un terreno para el que no se tenía nada planeado por varios años, y pensamos que la Liga le podía sacar mucho provecho. La figura legal que se utilizó es el comodato, es como un alquiler pero sin tener que pagar nada, así lo puedo resumir.
¿Por cuánto tiempo se llegó a este acuerdo con la Liga?
Inicialmente es por 10 años, pero fácilmente mientras exista un proyecto serio de desarrollo y de formación de jugadores podemos extender el plazo, eso lo podemos hacer sin ningún problema, conversando unos pocos minutos con los compañeros de la directiva.
El proyecto lo decide financiar usted. ¿Cómo puede explicar esto?
Sí, la propiedad se le entrega a la Liga por el plazo que lo mencioné, la idea es que lo aproveché y lo explote bien y que pueda darle muchos frutos en el campo deportivo y en el campo social; no podemos ocultar que esta es una linda obra social, porque estamos trayendo muchachos de zonas lejanas, zonas muy complicadas del país y les estamos dando alimentación, vivienda, entrenamiento con profesionales muy bien capacitados y también colegio. Le estamos dando una solución completa.
¿Todo el dinero del proyecto salió de su bolsillo, o la Liga asumió una parte?
No, todo esto fue explicado en la Asamblea, eso se le entregó a la Liga ya construido y la Liga lo explota. Así se explicó en la Asamblea y el club lo aprobó. Todos los socios están debidamente informados.
¿Cuánto dinero invirtió?
No tengo la cifra en mente, me agarró en curva.

Se lo pregunto, en parte, porque la Liga es un club mediático y el aficionado quiere conocer quiénes están detrás de los proyectos. Por lo que me dicen siempre ha estado relacionado con el mundo empresarial, y no tanto al deportivo.
Sí, correcto. Soy administrador de empresas graduado de la Universidad de Costa Rica. Mi papá fue alguien que nos impulsó siempre en el mundo de los negocios, y soy relativamente nuevo en esto del mundo deportivo.
Al escucharlo, da la impresión de ser un tipo muy reservado, incluso piensa cada palabra antes de responderme.
(Risas) No, es que primero me tomó un poco por sorpresa con la entrevista y segundo, no lo tome a mal, pero no me gustan mucho las cámaras y los micrófonos.
¿Y entonces qué le gusta?
Me encanta todo lo relacionado a la Liga. Las ligas menores, el primer equipo. Voy al estadio a casi todos los partidos.
¿Es de ver mucho fútbol internacional, de leer y estudiar sobre fútbol, o por el contrario, es un entusiasta y fanático de un club?
No, no veo muchos partidos, salvo los de la Liga y algún partido importante. Sí he aprendido un poco sobre cómo se manejan clubes en países desarrollados, he estudiado al respecto y eso es lo que estamos tratando de implementar en esta directiva.
¿Quién lo lleva a la Liga?
Entro en el último año de la directiva de Raúl Pinto gracias a un amigo que era directivo y me recomendó; se llama Tomás Guardia. Tuve una muy buena relación con don Raúl y por supuesto que con don Fernando también, trabajamos súper bien. Creo que él ha hecho muchas cosas buenas por la Liga, y yo como liguista lo agradezco. También le agradezco su apoyo al proyecto, siempre voy a estar agradecido con eso.
¿Cómo ha visto su familia que una persona reservada como usted se haya metido en un proyecto tan mediático como el CAR?
Bien, la verdad es que apoyando mucho. Para ellos no es fácil porque sí llevó mucho tiempo, para ellos no es fácil esto. Aquí tratamos de repartir el tiempo entre todas las diferentes áreas de la vida de uno.
El estar en la Liga lo ha hecho muy mediático y gran parte del liguismo sabe que usted es empresario y dueño de la empresa Pequeño Mundo. ¿Cómo percibe esto?
Vieras que siempre he tratado de separar mi trabajo de mi participación en la Liga. He sido estricto en mantener las cosas separadas, creo que así se deberían mantener.
Incluso no hay ningún banner en la camiseta de la Liga de alguna de sus empresas, pese al dinero que ha invertido en el club.
Sí, es que he tratado de no mezclar un tema con el otro y así lo prefiero la verdad. Una cosa es mi trabajo y otra mi afición, que es la Liga.
No creo que yo deba, en mi posición, mezclar un tema con el otro, o aprovecharme de mi posición de estar en un lado para beneficiar el otro lado, prefiero mantener las cosas bien separadas.
¿Le gusta ver las redes sociales?
No lo hago mucho, pero a veces cuando sale una noticia de algo de la Liga o de algo relacionado al CAR, pues sí, a veces leo gente que pone algunas cosas, y a veces algunas son hasta un poco cómicas. Sin querer, sé que algunas personas relacionan mi trabajo con mi relación con la Liga.
En redes sociales he notado tres cosas: Primero, que un amplio sector de la población considera que el CAR es un buen proyecto; segundo, muchos se preguntan quién es la persona que financió el proyecto; y tercero, nace la interrogante: ¿de dónde provienen los fondos del CAR? Por lo que me explica, es un proyecto suyo para la Liga.
Así se explicó en la Asamblea y fue aprobado por la Liga, así es como usted lo plantea. Muchas cosas se juntaron para hacer realidad el proyecto: había un terreno disponible al que se le podía dar ese tipo de uso; esto empezó hace cuatro años.
No es normal ver en el fútbol personas que simplemente digan ‘voy a invertir por amor en un equipo’. ¿Cuál es su objetivo?
Sí, primero yo creo que hay mucha gente que invierte, pero tal vez de formas diferentes y es importante aclararlo. Mire, no puedo ocultar mi amor por la Liga, es una realidad, pero lo considero un proyecto de bien social, en este momento hay 40 muchachos viviendo allí que provienen de barrios complicados y aquí les estamos dando una mejor vida.
Estamos tratamos de ayudarle a esas personas a lograr su sueño de ser jugadores profesionales y que jueguen en el extranjero. Eso sería beneficioso para ellos y también para la institución; entonces considero que es favorable para todas las partes involucradas, y por supuesto que fue uno de los puntos importantes para desarrollarlo.
¿Tiene aspiraciones de ser presidente de la Liga en algún momento?
No, estoy bien como estoy. Apoyo mucho a Fernando y creo que es una persona que le hace bien al fútbol y estoy bien así como estoy.
Algunos dicen que usted es el poder detrás del trono. ¿Qué opina de esa afirmación?
No, eso no es cierto. Jamás puedo afirmar que eso es cierto. Somos una junta directiva de 10 personas más el fiscal y nos reunimos cada semana, todos tenemos el mismo poder, las cosas se proponen y se votan y la mayoría gana.
Por dicha en esta directiva casi todas las decisiones han sido unánimes, trabajamos muy bien. En eso Fernando tiene mucho mérito, de haber logrado un grupo homogéneo. No puedo afirmar jamás que soy el poder detrás del tono.
¿Tiene un perfil bastante bajo?
(Risas) Probablemente sí, he sido así toda la vida, es un tema de mi personalidad.
¿Está deduciendo de los impuestos de sus empresas alguna exoneración utilizando la construcción del CAR?
No, yo no sé si se puede deducir eso. Las construcciones, hasta donde tengo entendido porque yo no soy contador público, se clasifican como un activo y eso no es deducible.
De lo que invierte en el CAR, puede deducir impuestos.
No, no.