Al final del primer tiempo el hondureño Róger Rojas abandonó la gramilla del Estadio Nacional con evidente molestia, pese a que su equipo estaba ganando 1-0.
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Incluso ese gol fue obra suya, en el minuto 13, desde el punto de penal.
Sin embargo, pasó de la alegría a la desazón rápidamente, porque en el 41’ recibió una tarjeta amarilla.
El delantero forcejeó con Jhamir Ordain y el árbitro Ricardo Montero le mostró la cartulina, que significó la quinta del certamen.
Rojas entendió que eso automáticamente le traería el castigo de un partido y no estará el próximo domingo en el Rosabal Cordero.
Los manudos extrañarán la buena puntería del catracho, quien este miércoles llegó a 19 anotaciones y se confirma como el máximo artillero del Clausura.
Rojas, además, quedó a solo tres tantos de igualar a Erick Scott como máximo goleador en torneos cortos (22).
El hondureño ha sido un dolor de cabeza para sus rivales y Leonel Moreira lo vivió en carne propia.
Rojas no le había anotado al guardameta florense, quien vive un gran momento.
Pero el gol en el Estadio Nacional se trajo abajo la racha de Moreira de cuatro encuentros sin anotaciones, desde la jornada 20 en el empate 1-1 ante Cartaginés.
El rojiamarillo tenía 391 minutos con la puerta cerrada, tras los duelos ante Liberia, Santos (dos veces) y Saprissa.
Rojas acabó con esa imbatibilidad, pero sobre todo le dio a los manudos una alegría tras dos partidos para el olvido.
“Sumamos tres puntos importantes con los que revivimos, era necesario el triunfo”, comentó Rojas.
La misión de la Liga ahora será ir a Heredia sin su goleador, pero en medio de esa mala noticia, regresa Jonathan Mcdonald, quien estuvo castigado dos juegos por expulsión.
Los erizos también tienen a mano a Yuaicell Wright y Abdiel Arroyo, futbolistas que sacó del bául de los recuerdos el técnico Luis Diego Arnáez.
“Sé que McDonald o el que profe decida lo hará bien, por eso no me preocupa perderme el próximo juego”, añadió Rojas.