Aunque lo propuso uno de sus amigos del fútbol y lo respaldó uno de sus compañeros del Comité Ejecutivo de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol), Rodolfo Villalobos, jerarca de la Federación, negó rotundamente que tuviera algo que ver con la elección de Orlando Moreira como candidato de la Unión Nacional de Fútbol (Unafut) para el puesto de vocal en el Comité Ejecutivo que él preside.
Villalobos no es quien decide en la votación final para llenar la vacante que dejó Marjorie Sibaja (renunció en setiembre del 2020 por discrepancias con él). Sí admite que recibió una llamada del propio Moreira consultándole si tenía algún inconveniente con que fuera el candidato de la Unafut.
La Nación buscó al dirigente y abordó el tema para conocer su versión. La pregunta fue clara: ¿Moreira es su candidato para ser vocal?
“Sería demasiado atrevido de mi parte decir quién es mi candidato, porque puedo decir quién es algo si yo decido, pero esta no es una decisión mía. Lo que puedo decir es que Orlando me preguntó que si tenía algún inconveniente a que él pudiera aspirar en la Unafut a ser esto y la verdad es que tengo que respetar la decisión que tomen, al igual que lo hago con las otras ligas. Le dije que si la Unafut lo elige, yo no tengo ningún problema”, señaló Rodolfo.
Ante esta respuesta, se le cuestionó nuevamente: ¿cuál es su candidato?
“Tengo que respetar que son los 32 asambleístas los que nos trajeron a nosotros y los que traerán los candidatos para este puesto vacante. Lo que quiero decir es que Orlando no es mi enemigo”, manifestó.
El vicepresidente de Fuerza Herediana ganó en una contienda interna entre representantes de los doce equipos de Primera, contra Robert Garbanzo, representante de Guadalupe, el pasado 6 de abril. Orlando se impuso en un lanzamiento de moneda, luego de quedar igualado en dos ocasiones 6 a 6.
El florense fue impulsado por Rafael Arias, cabeza del Santos y respaldo por Juan Carlos Rojas de Saprissa y los representantes de Grecia, San Carlos y Pérez Zeledón.
Esto se dio cuatro días antes de que este medio revelara que el Tribunal de Apelaciones de la Fedefútbol había dictaminado desde diciembre que hubo transgresiones al Código de Ética por parte de Moreira, Jafet Soto y Pablo Salazar, relacionadas con la compra de acciones de Fuerza Griega, en el caso de los dos primeros, y con estar vinculado a dos clubes simultáneamente, en el caso de Salazar.
Frente a esta situación, a Villalobos también se le cuestionó su parecer sobre la posible llegada al Comité Ejecutivo de una persona que recibió un castigo de Ética. No obstante, el presidente no quiso abordar el tema.
“En este tema no quiero entrar, porque respeto la autonomía de los órganos. Entre más independientes trabajen ellos, mejor. De este aspecto no me referí al principio, no lo hice a la mitad y tampoco al final, porque fueron dos órganos con gente muy capacitada, como Ética y Apelaciones, así que no quisiera referirme a nada y solo respeto la decisión que tomaron”, finalizó.
Sin dar a conocer sanción
Pese a que ya pasaron casi cuatro meses desde que el Tribunal de Apelaciones de la Fedefútbol ratificó las violaciones al Código de Ética de Soto, Moreira y Salazar, la Fedefútbol aún no ha enviado ningún comunicado de prensa, como sí lo hizo con fallos anteriores.
¿Por qué no se dio a conocer esta resolución?
Rodolfo Villalobos volvió a eximirse de responsabilidad: “No quiero evadir la pregunta, pero es una consulta para el departamento de comunicación. Normalmente ellos son los que están pendientes del Disciplinario, Ética y los demás. Hay resoluciones que yo he visto a que suben la nota (Fedefútbol) o lo veo en medios, porque trato de mantenerme muy aislado de esta situación, es más, a ellos (Ética y Apelaciones) casi no los conozco, solo sé que es gente muy calificada y sé que toman las mejores decisiones. Lo que garantizo es que no hubo alguna mala intención o morbo, tampoco fue una instrucción o que se quiera ocultar algo”, dijo el jerarca.
Esta respuesta la dio Villalobos el miércoles de esta semana y aún así, todavía no hay un reporte a los medios y la opinión pública.