A pocos metros del cráter del volcán Poás, Rónald Matarrita vestía esa camisa verde de Liga Deportiva Alajuelense que rompió el esquema tradicional, no solo con el color, sino al ser la primera camisa de un club nacional hecha con material 100% reciclado.
El lateral izquierdo viene de una situación difícil que vivió con el Aris de Grecia y que inclusive lo motivó a buscar ayuda psicológica. Él volvió a Alajuelense para sentirse en casa, querido y retomar la alegría de su fútbol.
Rónald Matarrita sumó sus primeros minutos con la Liga en el partido contra Santa Ana, pero se resintió.
“En el partido pasado que tanto ansiaba jugar, era de suponerse que después de tanto tiempo de haber estado parado sin jugar, las cargas musculares aparecen. Por un tema de precaución y de llevarlo con calma, para encontrar el mejor nivel posible, estamos llevándolo con mucha calma”, expresó Rónald Matarrita.
Sin embargo, considera que pronto estará de nuevo a disposición de Alexandre Guimaraes.
“Yo creo que en una semana ya estamos de lleno con el equipo otra vez, pero independientemente de eso, el equipo lo está haciendo muy bien. Que yo esté al 100% no me asegura que vaya a estar en cancha. Los jugadores que están llevando el peso del inicio del campeonato están haciéndolo de una manera increíble”, destacó el carrilero.
Esa sobrecarga pronto será un tema superado. Según Matarrita, la parte mental juega muchísimo, porque para nadie es fácil estar en esa situación de no ver la luz por más que se quiera.
“La decisión de estar aquí en Alajuelense fue una necesidad mental para mí, estar en donde me siento valorado, donde sé que me quieren y donde puedo sentirme importante”.
También considera que al inicio iba a ser usual que se presentara una recarga muscular, pero tiene el convencimiento de que conforme pasen los partidos y el tiempo en cancha, eso irá desapareciendo y llegará a ser el Rónald Matarrita que todos conocen.
Él se encuentra en ese periodo de que el cuerpo se acostumbre de nuevo a las altas cargas de trabajo y exigencia, así que en la Liga prefieren llevarlo por la vía de la prevención.
“Para dar mi 100% tengo que estar 100% fortalecido físicamente. En este momento estoy a un 90% o un 95% y si tengo una sobrecarga muscular espero que otro que esté al 100 ocupe el lugar y al final el equipo tiene que estar preparado, todos somos importantes acá.
”Estamos llenos de partidos y de diferentes torneos también. Al final, el inicio es lo más difícil para mí para jugar, pero creo que ya muy pronto voy a solventar ese tema y voy a estar en la cancha bastante rato consecutivamente”.
¿Cuál fue el problema que tuvo Rónald Matarrita en el Aris de Grecia?
Rónald Matarrita no quiere profundizar mucho en lo sucedido en esa etapa que vivió en el Aris de Grecia, pero por primera vez contó detalles de qué fue lo que pasó.
El futbolista de Alajuelense reveló que tuvo una diferencia con el entrenador y pensaba que no iba a tener mucha repercusión, porque simplemente era una discrepancia de pensamiento, no era ningún tema futbolístico y él se encontraba bien.
Mencionó que la gente piensa que viene de una dolencia, pero asegura que no es así, porque su última lesión fue en el partido contra Canadá, en 2022.
“Pocas veces he buscado ayuda psicológica y en esta última etapa tuve que hacerlo porque necesitaba encontrar la fuerza para ponerme de pie e intentar recuperarme pronto y al final sabiendo lo que puedo dar dentro de la cancha y que no se me deje hacerlo, eso me pegó durísimo”.
Su pensamiento es que los jugadores dependen mucho de la parte psicológica más que de la física y como él lo vivió, les dice a todos los jugadores que tal vez están pasando por momentos en los que no ven la luz y se sienten un poco faltos de motivación a que busquen ayuda para estar bien.
“Lo que yo diga se puede malinterpretar, prefiero recatarme a la hora de hablar. A lo que puedo contar por encima fue un tema simplemente con el entrenador. Después de un entrenamiento había un trabajo extra en el que yo por venir jugando los partidos no me sentía a gusto, porque conozco mi cuerpo, sé cuándo me puedo lesionar, cuándo no y quise ser precavido”, relató Rónald Matarrita.
Así que en ese momento habló con el preparador físico, quien estuvo de acuerdo con él y le dijo que no pasaba nada. Sin embargo, ahí surgió otro problema, porque ese integrante del cuerpo técnico no informó lo que sucedido y el entrenador pensó que el costarricense se salió del entrenamiento.
“Para mí eso no es una razón para enojarse, es falta de comunicación, no sabía que también debía hablar con él para eso. Sin embargo, tuvimos una conversación en la que él me mostró su desacuerdo con mi decisión de haberme salido del entrenamiento.
”Me mandó a hacer recuperación como si estuviese lesionado y al final no estaba lesionado, simplemente era una precaución. Yo pensé que iba a cambiar, pero se me hizo a un lado desde ese entonces y pasaron muchas cosas, faltas de pagos y muchos atrasos”.
La situación se volvió tan compleja que la última etapa de su estancia en Grecia tuvo que irse a vivir donde un compañero que lo ayudó, porque el tico ni siquiera podía pagar su propia renta.
“Esperamos el momento correcto para salir y proceder legalmente contra el equipo y ahorita intento olvidarme de eso. Llegué a un lugar en donde necesito estar tranquilo y sentirme querido para volver a encontrar la motivación que antes no tenía para esto”, destacó Rónald Matarrita.
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