La ilusión de su hijo por jugar al fútbol llevó a a Marvin Mora y Esmeralda Garita a tomar una decisión muy difícil: vender su casa en Ciudad Neily y trasladarse al Valle Central para que Rooney probara suerte en el balompié.
Esa apuesta no fue nada sencilla para aquella humilde familia, oriunda de Kilómetro 31 en la Cuesta de Laurel, de donde salieron para cumplir con el sueño de su hijo.
Desde aquel momento Mora no para de correr, una de sus grandes virtudes, con tal de demostrar sus cualidades y hacerse un campo en su equipo, primero en Carmelita y hoy en el Herediano.
Apenas en los últimos seis partidos, Rooney se adueñó de la franja derecha del Team en la era del técnico Hernán Medford.
A base de su velocidad y polifuncionalidad se consolidó en un puesto que no era el suyo y ahora es uno de los fijos en el esquema del estratega, que junto al cuadro florense se apresta a enfrentar la semifinal contra Belén, la cual comenzará el próximo domingo 1.° de mayo, a las 7 p. m., en el estadio Rosabal Cordero.
Bajo el mando de Hernán, Mora tuvo su oportunidad el pasado 3 de abril cuando ingresó de cambio frente a la Universidad de Costa Rica (2-1) y desde entonces pasaron cinco partidos en los que salió como titular en todos.
"Nosotros somos una familia muy humilde. Mis padres vendieron su casa para darme una oportunidad en el fútbol, es por eso que voy a luchar por cada oportunidad que me den y voy a correr hasta que las piernas ya no me den", expresó Rooney.
"Todo lo que soy se los debo a mis padres, es por eso que en los entrenamientos me esfuerzo por ganarme un lugar y en los partidos lo doy todo. Cuando un entrenador me da la oportunidad, hago lo posible por no fallarle a esa persona que confió en mí, hago lo posible por no defraudarlo", aseguró.
Su contextura liviana era una de las limitaciones que debió superar Rooney, quien con su habilidad y rapidez con el balón convenció a los entrenadores de darle una oportunidad.
"Cuando llegamos al Valle Central probé en casi todos los equipos en la categoría Sub 15 y no se me abrían las puertas. A nosotros nos costó mucho, es una historia que a veces no me gusta recordar porque fueron momentos difíciles, pero las hemos superado y después de mi paso por Carmelita pude llegar al Herediano, equipo en el que en aquellos días no hice ninguna prueba", agregó Mora.
Rooney comentó que se siente cómodo en su nuevo puesto como lateral, donde puede aprovechar sus virtudes como son la velocidad y encarar a los rivales desde más atrás del mediocampo.
"En el Herediano los volantes aprendimos a jugar como laterales y ante el gran plantel que tenemos es necesario adaptarnos a las posiciones que nos pide el entrenador. Tenemos un gran cuerpo técnico en el que todos aportan su granito de arena, gracias a la experiencia que tienen; además, entre los compañeros nos aconsejamos y ese aprendizaje que hemos adquirido nos ayudó a superarnos", puntualizó Mora.