Montarse al bus, viajar, jugar, trasladarse de nuevo, recuperar, dedicar un pequeño espacio a lo táctico, analizar al rival, abordar el avión y volver a jugar; así han sido los últimos 17 días del Santos de Guápiles, en procura de lograr su sueño de conquistar dos campeonatos.
La aventura de los guapileños en el segundo semestre del año arrancó el 30 de julio y desde entonces el plantel acumula seis días con viajes, 6.209 kilómetros recorridos (equivale a ir y volver a Washington), 30 horas y 21 minutos para llegar a los diferentes compromisos y cinco partidos hasta ahora (una victoria y dos empates a nivel doméstico, y dos triunfos en el certamen del área).
Los guapileños son protagonistas en el Torneo de Apertura y en la Liga Concacaf visitarán este martes al Chorrillo de Panamá, a las 8 p. m., en la ida de los cuartos de final.
Sin embargo, el desgaste es grande para los dirigidos por Johnny Chaves, quienes ven reducidos los espacios para descansar y también para realizar prácticas de mayor intensidad y contenido táctico.
Incluso, únicamente contaron con cinco días de entrenamientos a fondo en las últimas dos semanas, si se toma en cuenta que después de cada choque se efectúan ejercicios regenerativos de bajo impacto para el grupo que tuvo más participación.
El panorama hace que la prioridad para Chaves y su cuerpo técnico sea la recuperación, la corrección en video y afinar detalles muy específicos en la cancha. El estratega no tiene la posibilidad de hacer grandes retoques en el funcionamiento, aunque su gran ventaja es que tiene dos años y medio con la base del plantel y por ende sus pupilos conocen a la perfección su idea.
"Hay que tomar en cuenta los viajes y también el clima. Por ejemplo, después de jugar en Trinidad y Tobago teníamos tiempo para hacer una práctica posterior, pero hubo un derrumbe camino a Guápiles que nos impidió hacerlo. Todas esas son cargas de trabajo. Es importante la recuperación y la rotación. Tiene que ser una rotación muy bien pensada para mantener el equilibrio en el equipo", dijo el técnico.
Johnny suele modificar poco su once y apuesta por darle más minutos a su columna vertebral. No obstante, reconoce que es vital regular a algunos, de lo contrario la posibilidad de lesiones aumenta, tal y como pasó con el central Edder Monguío, quien se perdió el juego ante Cartaginés el fin de semana y tampoco viajó a suelo panameño por sobrecarga muscular.
Sobre los canaleros, el santista dijo conocer muy bien a lo que juegan y también mostró preocupación por el estado fangoso de la cancha del Estadio Rommel Fernández. La clave será ganar la posesión de la pelota y obligar al oponente a hacer el desgaste, según analizó.
"Es un equipo físico, que juega un 1-4-4-2 y que suelta mucha gente en la medular, pero sí deja mucho espacio entre líneas y eso podemos aprovecharlo. A los equipos fuertes, como Chorrillo, hay que matarlos con un buen juego posicional. Hay que tratar de no correr con ellos porque nos pueden matar en lo físico", concluyó.
Los caribeños realizaron el reconocimiento de cancha este lunes y apuntan a sacar un buen resultado para luego definir en el Estadio Nacional el próximo martes 22 de agosto.