Ciudad Quesada, Alajuela. Saprissa decidió no esperar mucho para dejar la serie ante San Carlos vista para sentencia.
En este tipo de duelos a ida y vuelta, el equipo que cierra en casa corre la tentación de especular en el primer partido y amarrar la victoria en su patio. Pero cuando el rival da tantas libertades como las que otorgó San Carlos, no hace falta esperar a los últimos 90’.
Fue cuestión de virtud propia y error del adversario. Mientras los norteños fallaban reiteradamente en defensa y disparaban sin puntería, el cuadro morado hacía un futbol rápido y efectivo, con un Wálter Centeno brillante y un José Francisco Porras que despejó las dudas sobre su nivel.
Saprissa partía como claro favorito para capturar el boleto a semifinales. La única reserva a la hora de hacer pronósticos consistía en la tradicional fortaleza de los sancarleños en su estadio.
No obstante, los morados pisotearon con el 3-0 esa histórica ventaja comparativa, tal y como había hecho la Liga una semana atrás.
Da la impresión de que los norteños avanzaron a la segunda fase gracias a la generosa distribución de boletos que ideó la Unafut para este torneo.
El sistema de ocho clasificados podrá resultar un éxito económico, pero en series como la de Saprissa difícilmente estimulará la fibra competitiva del campeonato.
Paté sin freno. En los primeros minutos el juego amenazó con convertirse en un duelo particular entre los dos conductores de ambos equipos. Centeno asumió su habitual liderazgo y Víctor Abelenda dibujó un par de trazos que prometían mejor destino para el equipo de casa.
No obstante, José Luis López detectó que marcar a Abelenda significaba cortarle los circuitos al equipo de casa, y se encargó de ser su sombra.
El Paté , en cambio, disfrutó de amplias libertades pese al doble eje de contención de San Carlos, con Claudio Céspedes y Carlos Acosta.
En menos de 20 minutos, dos servicios de Centeno terminaron en la red. En el primero medió el desvío involuntario de un defensor tras el remate de Saúl Phillip, y el segundo fue una magnífica ejecución de bola muerta en sociedad con Badilla.
Al igual que hace una semana ante Cartaginés, Saprissa labraba una cómoda ventaja en la pizarra en menos de media hora.
San Carlos se fue encima a tratar de recortar diferencias, pero lo hizo con los modestos recursos ofensivos de un equipo que no atraviesa su mejor momento.
La etapa complementaria hubiera sido prescindible de no ser por la joya de Centeno que derivó en el tercer gol. Paté maniobró en el área con soltura y precisión, un ejercicio de creatividad que no siempre se ve en nuestras canchas.
Aparte de tan vistoso gol, lo único relevante que ocurrió fue la invasión de cancha de un fanático que intentó agredir al árbitro, como si las decisiones de Vinicio Mena hubieran tenido que ver con el contundente resultado.
El 3 a 0 huele a sentencia.
Sin duda, los sancarleños tratarán de hacer la hombrada el próximo sábado en el juego de vuelta. Pero queda la sensación de que en esta serie ya todo está dicho.