Carmelita, el mejor equipo de la fase regular de la Liga de Ascenso Femenina, no había perdido en todo el torneo. Sin embargo, en el primer cotejo de cuartos de final contra Chorotega, cayó 2 a 1. A pesar de la derrota, el resultado quedó en segundo plano para las verdolagas, quienes aseguran que es inconcebible que un torneo de Segunda se juegue en las condiciones en que ellas lo hicieron.
Allan Campos, entrenador del plantel, fue enfático en señalar que en el duelo se dieron “cosas” que no deberían ocurrir en un balompié en crecimiento, cuyo objetivo es la profesionalización en el corto o mediano plazo. Desde cacas de perro en el terreno de juego hasta problemas con el arbitraje fueron denunciados por el estratega, quien confesó que él y su grupo se sintieron verdaderamente perjudicados.
“Ese día hasta recogí cacas de perro para evitar que las muchachas de ambos equipos sufrieran un accidente en el terreno de juego. Además, las condiciones de la cancha eran para el olvido... Es una cancha llena de huecos, y la malla de seguridad ni siquiera protege. Yo lo que no sé es quién revisa y aprueba el uso de estas canchas”, declaró Campos.
El timonel fue más allá y describió que hubo muchos problemas con el arbitraje. Confesó que en Segunda División existe un inconveniente: los tríos arbitrales y cuartetos provienen de las zonas de donde es el plantel local.
“En la Liga de Ascenso, el Comité Director subcontrata el arbitraje con asociaciones de las diferentes zonas donde se va a realizar el partido. Por ejemplo, nosotros jugamos contra Palmares y hay una asociación de arbitraje que es de Occidente y nombran gente de ese lado. ¿Eso es correcto?”, cuestionó.
De hecho, Campos dijo que, según le comentó una de sus futbolistas, uno de los árbitros asistentes sonreía cuando Chorotega marcaba.
“En todo el año solo nos sacaron como cinco tarjetas amarillas y solo el domingo recibimos seis. Explíqueme cómo es eso”, criticó.
Ante lo dicho por Campos, La Nación contactó a Jenny González, presidenta de Uniffut. La jerarca conoce muy bien el caso, debido a que estuvo como comisaria en el partido realizado en la plaza del Barrio San Martín.
“Yo estuve ahí. Que el arbitraje no fuera bueno fue para ambas partes. Los árbitros eran de Hojancha, una zona que está alejada de donde es el equipo local”, dijo.
Al consultarle a González si ella veía correcto que se nombraran árbitros de Guanacaste en partidos de equipos de la provincia, respondió:
“Pasa lo siguiente: los equipos se quejan de lo que pagan por arbitraje. Al final, si usted quiere llevar árbitros de San José a Guanacaste o Limón, el costo será mayor, y entonces se quejarán porque es muy caro el trío”, acotó.
“Esta es la forma más económica de tener árbitros. Ahora, si todos los equipos quieren árbitros del Valle Central para partidos fuera de San José, haremos una reunión y les explicaremos los costos que esto conlleva para que lo aprueben”, finalizó.
La presidenta mencionó que llevar árbitros a pitar fuera de San José puede implicar un gasto de ¢600.000.
Con respecto a la cancha donde se juega, la presidenta explicó que Chorotega está amparado bajo los requisitos aprobados.
“El reglamento establece que en fase de semifinal y final, los equipos que lleguen a estas fases deben competir en un estadio, pero en las fases previas no. Contra el reglamento no podemos hacer nada; yo no puedo intervenir o hacer un cambio en el reglamento hasta el próximo año”, finalizó.
La cabeza del fútbol femenino declaró que hace un llamado a los dirigentes a concentrarse en competir a nivel deportivo.
Carmelita y Chorotega tendrán el juego de vuelta de su serie el domingo a las 2 p. m. en el Rafael Bolaños de Alajuela.