El Tribunal de Apelaciones de la Fedefútbol ratificó violaciones al Código de Ética por parte de Jafet Soto, Orlando Moreira y Pablo Salazar, pero cambió la suspensión original de un año a los dos primeros por una multa millonaria.
En el caso de Salazar, el castigo fue reducido a 3 meses sin poder ejercer actividades en el fútbol, mientras que Soto tendrá que pagar una multa de ¢6.000.000 y Moreira de ¢1.000.000.
A los tres, junto al exdirigente de Fuerza Griega, Cristian González, el Comité de Ética les había impuesto un año de suspensión en julio del año anterior, después de que una investigación de La Nación revelara que Jafet y una sociedad suya habían pagado por las acciones que González reconoció haber vendido al gerente deportivo y exentrenador del equipo florense.
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En el pago se había registrado, además, un depósito del dirigente Moreira a la cuenta de una familiar de González, con la indicación de “compra letra de Grecia”. En el caso de Salazar, se le atribuyó una mayor responsabilidad por aparecer nombrado en octubre del 2019 como tesorero de Fuerza Griega, al mismo tiempo que ejercía de asistente en Herediano.
Es el tercer fallo que reitera la actuación incorrecta de los personeros de Fuerza Herediana, acreditando la veracidad de lo publicado por este medio, en abril del 2020. La primera sanción fue la del Comité de Ética, con el castigo de un año para todos los investigados. Luego vino una sanción económica del Comité de Licencias para griegos y florenses. Ahora se suma la resolución de un tribunal totalmente ajeno a los anteriores, sobre lo apelado contra el castigo impuesto por Ética.
A los ¢7 millones que deben pagar entre Jafet y Moreira, se suma la cantidad de ¢2.750.000 impuesta por el Comité de Licencias a Fuerza Herediana y a la Asociación Club Sport Herediano, así como la de ¢1.250.000 colones con que el mismo sancionó a la Asociación Deportiva Municipal Grecia.
En total, las multas dispuestas por ambos comités ascienden a ¢11 millones, a los cuales se debe sumar las costas a las que fueron condenados. La sentencia fue dictada el 3 de diciembre anterior, pero notificada hasta el 10 de marzo reciente.
A casi un mes de la notificación, la Fedefútbol no ha hecho público el fallo del Tribunal de Apelaciones, pese a que anteriores ocasiones sí envió comunicados de prensa sobre el tema. La Nación sabe, por medio de fuentes que pidieron el anonimato, que la nueva sentencia no cayó muy bien entre algunos integrantes del Comité de Ética, por la revocatoria parcial de lo dictado por ellos, como el año de suspensión a los florenses.
Lo publicado
En entrevista a este diario del 6 de abril del 2020, Cristian González reveló que el 19 de octubre del 2019 había vendido sus acciones de Fuerza Griega a Jafet Soto, y mostró cheques y letras de cambio girados personalmente por el gerente herediano, así como desde su sociedad Lajaf S.A. Aunque no recibió todo, según dijo, el negocio se había pactado en $42.000.
También aportó comprobantes de depósitos de dinero por más de 7 millones de colones de una cuenta de Moreira, vicepresidente de Fuerza Herediana, con el detalle “compra de letra de Grecia”.
La Nación constató que en octubre del 2019 también se había registrado en la sociedad Fuerza Griega, administradora del equipo alajuelense, el nombramiento de Pablo Salazar como tesorero y de Pablo Campos, mensajero del equipo florense y amigo personal de Jafet, como fiscal.
Tanto Jafet como el presidente de Fuerza Herediana, Juan Carlos Retana, negaron posterior a la publicación que se tratara de una compra de acciones por parte de Soto Molina o del administrador del Team, sino que se trataba de “un préstamo hecho a un amigo”, en referencia al mexicano José Fernández. Al respecto, el Comité Ética encontró poca consistencia a esa versión, según señaló en su fallo.
Antes, en enero del 2020, Jafet había negado a La Nación que tal compra se hubiese realizado y habló de tratativas, en las que él estaba ayudando a un amigo mexicano. Como parte de esa ayuda, aceptó haber sido quien le pidió a Pablo Salazar formar parte de la junta directiva de los griegos y fue enfático en que para esa fecha no se había hecho ningún pago.
La publicación de La Nación del 6 de abril reseñó lo contrario, pues desde octubre del 2019 se había pactado el negocio, según lo mostrado por Cristian González, y ya para diciembre de ese año aparecían registrados todos los pagos que él recibió por sus acciones.