De Andrés Carevic todos teníamos claro que es un técnico pasional, de los que viven el juego al borde de la cancha y poco les falta para meterse. Sin embargo, hasta ahora no habíamos visto esa versión exaltada y con un nerviosismo desbordado, que incluso lo llevó a lesionarse y terminar con el corazón en la garganta.
Es más, hasta lanzó una patada contra el banquillo, cuando a Herediano le señalaron el penal a favor por una supuesta mano de Johan Venegas que ni en repetición queda clara. De su lesión en la mano derecha sabemos poco, si fue solo un golpe leve o una fractura, aunque sí requirió un vendaje.
El técnico solo sonrió cuando La Nación le preguntó por si estaba lastimado, pero de seguro algún golpe lanzó contra algo, en un momento de euforia.
Lo que sí se vio en la transmisión fue el instante previo a que Joel Campbell lanzara el penal para el 2 a 2 en el último suspiro: mientras Campbell cobraba, a Carevic lo atendían y su cara reflejaba dolor.
Ya en la tanda de penales, el estratega dio un mensaje final y le recordó a sus futbolistas que “merecíamos el premio por el esfuerzo, el compromiso, la garra, el coraje y todo lo que habíamos hecho. Fue una serie durísima y al final fuimos justos ganadores”.
Incluso, un instante antes de que Joel cobrara el quinto lanzamiento, no eran los médicos los que atendían al atacante, sino que era el mismo estratega quien se encargaba del futbolista.
Ya en la conferencia de prensa posterior al triunfo ante el Team, el argentino empezó acelerado con un mensaje a sus fanáticos y sus propias figuras.
“Estoy muy agradecido con nuestra afición, nos dio un aliento incondicional y no solo se entregaron al 100%, sino que al 1000%. Estoy muy agradecido con los jugadores, porque dieron un súper esfuerzo y con garra, coraje y fútbol sacamos este partido. Independientemente de lo que pasó, este grupo tuvo una gran valentía”.
También dio mérito a la afición por el inclaudicable apoyo cuando el equipo estuvo con el marcador en contra y con un jugador menos, así como por meterse de lleno en la tanda de penales para desempatar la serie.
Del arbitraje no quiso referirse, se mantuvo firme en su postura de nunca hablar bien o mal.
Lo que sí describió con precisión fue la forma en la que él ve el fútbol y el por qué de su comportamiento en cancha.
“Tengo pasión por mi trabajo, vivo intensamente el día a día y cada partido. Así vivo el fútbol, me encanta ir a entrenar y reitero que es mi pasión. En esto, también quiero agradecerle a mi cuerpo técnico, porque están a mi lado ayudándome para que este equipo logre los objetivos. Conforme pasan los campeonatos uno debe ir evolucionando, es lo que debe hacer uno”.