Golpeado anímicamente, incrédulo y con una desilusión gigante, tras el 4 a 0 que le propinó el New England Revolution a Alajuelense. Mauricio Chunche Montero se despojó por unos momentos de su traje de ídolo de Alajuelense, para expresarse desde lo más profundo de su corazón como aficionado.
El Chunche, al igual que los fanáticos rojinegros, nunca esperó un resultado de este calibre, en el juego de ida de los octavos de final de la Copa de Campeones de la Concacaf. Montero conversó con La Nación y más allá de su amor por la Liga, fue directo con toda la afición liguista que cree en remontadas.
“El resultado es fatal. Tendría que darse una noche increíblemente mágica para revertir la serie. Para mí, la serie está perdida ya. El golpe es durísimo porque este rival que le tocó a la Liga y el de Herediano eran de los más débiles y accesibles para seguir en el torneo”.
Además, añadió: “Es muy difícil meter cuatro goles y que un rival así no te anote, porque cuando salen a la contra, liquidan. El golpe es demasiado duro porque no solo en el club tenían ilusión, sino que la afición esperaba mucho más”.
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— Concacaf Champions Cup (@TheChampions) March 7, 2024
Mauricio no responsabilizó solo al técnico Andrés Carevic por la debacle ante el Revolution. Si bien, entiende que hay malestar con el timonel y hasta es lógico que pidan su salida, los errores de los futbolistas se trajeron abajo el planteamiento en Estados Unidos.
Más allá de esto, Montero no comprende cómo Carevic tiene un respaldo tan fuerte de la dirigencia.
“Los directivos dicen una y otra vez que Carevic no se va y que es el entrenador para el proyecto de Alajuelense. No lo dice uno de los dirigentes, sino que son todos, así que eso quiere decir que se va a quedar. Los técnicos vivimos de resultados positivos, pero ahora lo piensan mucho y hay entrenadores con un rendimiento muy malo, pero siguen”.
El Chunche recalcó que él siempre apoyará a Alajuelense. No le tiene que demostrarle a nadie que lleva los colores rojinegros en el corazón, sin embargo, ante golpes tan fuertes tampoco se puede tapar los ojos y negar la realidad.
El juego de vuelta en el Estadio Alejandro Morera Soto será el próximo jueves 14 de marzo, a las 7 p. m. El León necesita como mínimo imponerse por cuatro goles y no recibir ni uno más para igualar la serie y forzar al alargue. Los tantos de visitante son criterio de desempate, ante igualdad en el global.
Justo, esta misión de marcar cuatro veces y no permitir ni un tanto más es lo que Mauricio Montero ve como improbable.