Heredia. El diccionario describe la palabra sagaz como “astuto y prudente” y reproduce una fotografía del Saprissa que Jeaustin Campos llevó a celebrar el título número 31 del club.
Herediano no pudo evitar que la S llegara a su patio a condicionarle y mandarle. La visita jugó con su ventaja en el global, aplacó al infierno rojiamarillo y puso contra la pared a un desesperado conjunto florense.
Ayudó la combinación del central Henry Bejarano y la fúrica afición local para dejar que el reloj avanzara entre las constantes interrupciones.
Mas las odas se las merece Deyver Vega, héroe anoche como lo fue en el Morera Soto y con la misma receta: un pelotazo que el habilidoso zurdo llevó al frente del área para rematar y quebrantar la fe rojiamarilla.
El marcador se abrió al 35’ y eso definió la final. Era global de tres goles a favor para los morados y el permiso para celebrar.
En el tiempo de la S. Al 31’, un córner herediano terminó en las redes, pero Bejarano anuló el gol por falta de Víctor Núñez sobre Danny Carvajal. Y el meta morado aprovechó para perder tres minutos “ lesionado”.
El partido se reanudó y cayó el gol, al que le siguió una celebración de cuatro minutos en la que Vega saludó a compañeros, cuerpo técnico, suplentes...
Cuando el partido reinició, algún energúmeno tiró una botella de whisky a Adrián Rojas, comisionado de Unafut. Más minutos idos que no volverían.
Ímpetu sin goleador. Como dictaban la obligación y la desesperación, Jafet Soto puso a jugar a todos sus atacantes cuando se inició la complementaria.
Tanta pierna en ataque propició que el Mambo bailara a Rafael Morales y se tirara en el área saprissista. Bejarano se la compró y concedió pena máxima.
Sin embargo, Yendrick Ruiz se tomó una eternidad para cobrar y dio espacio para que apareciera el segundo héroe morado de la velada: ¡Carvajal se lo atajó!
Al 53’, el penal fallido parecía ser el dardo mortal para la moral florense. Pero no alcanzó, José Sánchez empezó a correr y correr con la pelota hasta revitalizar la esperanza de remontar la final.
Sirvió por un momento y el Team , más por empuje que por fútbol, llegó al empate tras un entrevero que Pablo Salazar se encontró para marcar el 1-1, al 59’.
De un momento a otro, Saprissa se vio totalmente arrinconado e incapaz de parar el toqueteo herediano. De ahí llegó un jugadón en el que Alexander Larín tiró el pase de la muerte pero Ruiz no supo direccionar a marco.
Así el aguacero pasó, la S volvió a establecer sus amarras y esperó con paciencia que llegara el momento de festejar. Astuto y prudente, la Nochebuena llegó para el ilustre bicampeón.