Los últimos acontecimientos de muertes por paros cardiacos en el futbol vuelven a poner sobre el tapete el tema del uso de los desfibriladores en cada escenario deportivo, artefactos de uso sencillo y que pueden salvar la vida de quien sufra una muerte súbita.
La Unión de Clubes de Futbol (Unafut) ya viene trabajando desde hace varios meses en un proyecto para conseguir 11 desfibriladores y distribuirlos en los estadios de la máxima categoría de Costa Rica.
“Desde que Jorge (Ortega) regresó a la presidencia de la Unafut venimos con este proyecto. Hemos tenido reuniones para conseguir el patrocinio o el financiamiento y poder adquirirlos”, expresó el miembro del consejo director de la Unafut, Jorge Romero.
En nuestro país, el Grupo Cicadex vende los desfibriladores y cada uno tiene un costo de $2.500 (¢1.250.000 aproximadamente).
Inclusive, según Natalia Sánchez, gerente de mercadeo de Cicadex, lo que su empresa quiere es expandir el programa de Zona Cardioprotegida, que consiste en no solo vender el producto, sino capacitar al personal del lugar para su uso en una emergencia cardiaca.
“Como hay zonas libres de humo, así sería una zona cardioprotegida. El desfibrilador ha ayudado a salvar vidas en momentos críticos”, explicó Sánchez.
Sin embargo, aún no se ha concretado el patrocinador que llegue a aportar el dinero necesario.
“Esperamos tener algo para el próximo torneo. Los contactos se han hecho y esperamos esas respuestas. Como máximo intentaríamos tenerlos (los desfibriladores) a finales de este año, si se puede antes magnífico”, agregó Romero.
Por ahora, solo Saprissa, Alajuelense y Herediano cuentan con un desfibrilador en sus estadios para sus partidos como locales.
En Costa Rica, la Unafut no exige a los clubes de Primera División en su reglamento el disponer de un desfibrilador en sus estadios.
Por el contrario, apela al sentido común y de responsabilidad que cada equipo debe tener para velar por el bienestar y la prevención de una emergencia cardiaca, fuese a un jugador o a cualquier persona que se encuentre en el reducto.
“Nosotros sabemos que hay clubes que no tienen el dinero necesario para comprar un desfibrilador. Es por eso que antes de exigirlo más bien intentaremos concretar este proyecto y adquirirlos para darlos a los clubes”, explicó Romero.